domingo, 27 de noviembre de 2011

Domingos Rancheros: Apoteosis De Javier Solís

El alma del ranchero está sostenida por el aliento de miles de compositores, salidos debajo de piedras, ramas y plazas a lo largo de todo México: desde la cúspide literaria de José Alfredo, hasta el tremendismo ornitológico de Tomás Méndez, pasando por el exquisito de Ferrusquilla y el azote urbano y contemporaneo de Martín Urieta.

De esa constelación hay uno que a mi siempre me sorprende por su precisión poética: Luis Demetrio. José Alfredo no es un poeta, es un bardo, un acólito de Baco, una bestia dionisíaca. Luis Demetrio es apolíneo, es casi un poeta lírico.

Va por ejemplo este dístico de su canción “Voy”, que casi parece San Juan de la Cruz, o Alfredo R. Placencia:

“Voy a ponerme en los ojos un hierro candente
pues mil veces prefiero estar ciego que volver a verte”

Esta canción fue escrita aparentemente para la enorme bolerista cubana Olga Guillot, pero fue grabada también por el más íntimo de los gigantes: Javier Solís.

La génesis, gloria y muerte de Javier Solís pertenecen no a la biografía, sino a la mitología: nacido por accidente y criado por sus tíos en Tacubaya; en el imaginario popular existe el mito de que muerto Pedro Infante, Javier Solís canta sobre su tumba iniciando así su carrera y su éxito. Su muerte es aún más misteriosa, y las versiones sobre la misma abarcan todo el rango de las leyendas urbanas.

Si su biografía es mitológica, su voz lo acompaña. No hay mácula ni tacha, todo es pura perfección. Limpidez lisa, su voz es una cuerda que se estira, se tensa, y no se rompe nunca.

En los “Domingos Rancheros” de este secreto Blog la ausencia conspicua de Javier Solis no pudo ya ser contenida. Las noches de dolor de los mexicanos, nuestra rabia y nostalgia, nuestros encuentros de amor, están llenos sin que lo sepamos, de la voz de Javier Solís.

Yo quiero dejarles esta tarde fría y cariñosa de noviembre, esta obra maestra de Luis Demetrio cantada con la voz definitiva de Javier Solís. Para mí, es uno de esos Non Plus Ultra: no hay más allá.










domingo, 20 de noviembre de 2011

Domingos Rancheros: La Costumbre Es Más Fuerte Que El Amor

Tras la muerte del padrote José Alfredo Jimenez, quien con su mitología de machos borrachos matándose con sus cantineros; perros muertos junto a la tumba de su amo; mariachis callados y vidas que no valen nada; el más improbable de sus sucesores era un compositor homosexual que cantaba que todas las mañanas se alza por su ventana el señor sol.

¿Cómo es posible que tras “Caminos de Guanajuato” pasáramos a “Siempre en mi mente”? ¿De volar con el lirismo bucólico de “Tú y las nubes” bajáramos a la simplicidad urbana de “Buenos días señor sol”?

Hay algo en que Juan Gabriel es incomparable: su honestidad y poder de evocación, su capacidad de transformar las emociones trastadas de la vida homosexual en versos suaves pero extremadamente poderosos. Allí donde José Alfredo canta con desafío “vas a ver lo que vas a aprender/cuando vivas conmigo”; Juan Gabriel canta con honestidad y desarmado “Hasta que te conocí/vi la vida con dolor”.

José Alfredo oculta su vida amorosa detrás de versos desafiantes, es un macho que sólo llora cuando está borracho, y cuando llega a mostrarse débil frente a su amada, logra versos esplendorosos “quiero ver a que sabe tu olvido/sin tener en mis ojos tus manos”.

Juan Gabriel por lo contrario, es el homosexual franco y garboso, con el llanto a flor de piel, honesto en su sentimiento y listo para el extremo. No duda usar el afeminadísimo “algo divino” de manera repetida, pero luego de esa genuflexión amanerada viene la ira del despecho, “y muy tarde comprendí/que no te debía amar jamás”.

Que el género del Mariachi haya sido capaz de manera simultánea adaptarse al machismo lírico de José Alfredo Jimenez y a la homosexualidad prosódica de Juan Gabriel es muestra de la plasticidad de este género musical que aún hoy representa la cultura popular de este país.

Hay una canción de Juan Gabriel, de las muchísimas que me encantan, que me emociona siempre. Me imagino a Juanga viviendo la relación sentimental que da lugar a “Costumbres”. Me lo imagino abúlico y resignado, incapaz de zafarse de esa relación con alguien cuya identidad quizá nunca sabremos, pero que proveyó al Divo michoacano de la tensión que lo llevó a componer esta pieza maestra.



Por otra parte, la tradición de gachupines que nos proveen de banderas de identidad es antiquísimas. ¿Si el co-autor de el Himno Nacional es gachupín, por qué la cantante de ranchero más vendedora no podía ser gachupina?

Yo no soy fan de Rocío Durcal, pero reconozco sin empacho que una decena de canciones señeras del mariachi de Juan Gabriel le pertenecen y no pueden ser igualadas. Una de ellas es esta: “Costumbres”.

Escúchenla e imaginen a Juanga hablándole a ese alguien con quien ya no quería estar, con quien al amor ya no corría, resignándose a entender que la costumbre es de hecho, más fuerte que el amor.




sábado, 19 de noviembre de 2011

¿Podremos Sobrevivir A Humberto Moreira?

Nuestra prensa política se ha preguntado si el malhadado presidente del PRI, el impresentable Humberto Moreira podrá sobrevivir al llamado “Moreirazo”. Pero están equivocados. La gran y trágica pregunta no es si Humberto Moreira podrá sobrevivir, sino si México podrá sobrevivir a Humberto Moreira.

El Síndrome de Moreira es una enfermedad que a México le costó dramáticas devaluaciones en 1976, 1982 y la más dramática de todas, la de 1994. Esos tres capítulos en los que los gobierno del PRI destrozaron el patrimonio de millones de mexicanos, tuvieron su origen en las mismas causas que Humberto Moreira hace la indecible por negar: el ocultamiento de una deuda gigantesca, el engaño a millones de personas sobre la situación de las finanzas públicas, para terminar repartiendo el costo de esa opacidad financiera entre personas y empresarios que de pronto tuvieron que pagar un costo que ellos no habían causado.

Es muy frustrante ver cómo Humberto Moreira no ha sido llamado a cuentas por los habitantes que tuvieron la desgracia de ser gobernados por él. Es aún más frustrante ver cómo para el gran público mexicano el hecho de que el presidente del PRI, encargado de diseñar el plan de gobierno del candidato puntero en las encuestas y que podría ser el próximo presidente del país, no esté enterado ni haga mucho caso sobre el increíble atraco que Humberto Moreira realizó a las finanzas públicas y privadas de los coahuilenses, pues ha forzado al simulacro de gobierno que quedó después de él a subir impuestos y elevar el costo de los servicios a todos los ciudadanos de mi estado natal.

Pero si bien tristemente para el gran público el hecho de que el líder del PRI haya multiplicado descarada e impunemente la deuda pública de Coahuila no signifique algo material, para un segmento de la sociedad mexicana, la iniciativa privada y los hombres de negocios, este comportamiento está causando escozor pues les recuerda los peores rasgos de los infaustos gobiernos del PRI.

Los hombres de negocios de este país, quienes hacen números y llevan a cabo inversiones, quienes asumen los riesgos de comprar equipo y contratar trabajadores, están muy preocupados de ver cómo el presidente del partido que quiere volver a gobernar el país haya multiplicado la deuda de su Estado por diez durante su gobierno y haya condenado a sus habitantes a pagar más impuestos y abatido los ya de por sí estrechos márgenes de maniobras del gasto público, que debería de usarse para fomentar el crecimiento y el empleo y no a pagar deudas.

Que el presidente del PRI haya multiplicado por diez la deuda pública falsificando documentos, sin la autorización del congreso, y sin haber informado a nadie despierta entre la comunidad de negocios de México recuerdos de comportamientos similares por parte de los gobiernos del PRI en 1976, 1982 y 1994, cuando la opacidad respecto del nivel de reservas internacionales, el ocultar el déficit de intermediación financiera, y el esconder el calendario del vencimiento de créditos en divisas llevó al país a devaluaciones brutales que sumieron a la economía nacional en una espiral profunda y prolongada de estancamiento y desempleo.

Uno de los asesores económicos de Enrique Peña Nieto, Luis Videgaray, es uno de los mejores economistas del país, y creo que sabe que la señal que se está enviando a los mercados por parte del presidente del PRI es devastador y lúgubre. Revive los peores recuerdos de los gobiernos en que el PRI gobernaba sin transparencia financiera, sin importarle los equilibrios fiscales, los años en que el PRI sacrificaba cualquier equilibrio del sector público con tal de ganar las elecciones, tal y como lo hizo Humberto Moreira.

Se que priistas como Luis Videgaray no comparten lo hecho por Humberto Moreira, pero entonces ¿por qué lo dejan que sea el presidente del partido? ¿cómo evitar que el sector privado de este país no tema que el PRI manirroto de Echeverría, López Portilo y Salinas, que privilegiaron el ganar las elecciones sobre el equilibrio fiscal no es este PRI que intenta regresar a Los Pinos, si Humberto Moreira ha hecho con Coahuila algo mucho, pero muchísimo peor de lo que Luis Echeverría hizo con el país y su Hacienda?

¿Cómo podemos creerle al PRI que cuidará el tan dificilmente conseguido equilibrio fiscal de México si su máximo jerarca ha desecho las finanzas públicas del Estado que gobernó con el único fin de arrasar en las elecciones de Coahuila, y quizá en otros estados?

Si Coahuila hubiera tenido su propia moneda, Humberto Moreira habría tenido que devaluarla de manera brutal debido al mega endeudamiento en el que incurrió. Y de eso, los hombres de negocios de este país y los inversionistas extranjeros ya han tomado nota y se preguntan cuál es en realidad el rostro financiero del PRI, porque la cara que da su presidente, se parece mucho a la de Luis Echeverría.



lunes, 7 de noviembre de 2011

¡Ciao Berlusconni! o ¡Ciao Euro!

Cuando no es Grecia, es Italia; cuando no es Italia, es Francia. Irlanda ya está muy Portugal de tan España.

La prueba de que el problema con la Eurozona no son los países sino el euro mismo es que recién cerrado el capítulo griego, con quitas de 50% al principal de los bonos emitidos por el país helénico, con grandes provisiones para los bancos, y con un parto de los montes entre el dueto Merkel-Sarkozy, surge ahora, con más dramatismo y pesadumbre, el verdadero iceberg del Euro: Italia.

Italia es el país con la tercera mayor deuda del mundo, luego de Estados Unidos y Japón, y debido a su menor economía, uno de los países con la relación deuda/pib más alta del planeta.


Ayer el rendimiento de los bonos italianos llegaron hasta el 6.68%, rascando ya el nivel psicológico del 7%, cifra en donde Europa ha tenido que entrar a rescatar a Irlanda, Portugal y Grecia. Muchos dicen que traspasando el 7% ya no hay retorno, lo que sigue es el rescate.

Pero una cosa es rescatar a los pequeños: Grecia, Portugal e Irlanda, y otra, completamente distinta, es rescatar a Italia. Italia es la tercera mayor economía de la eurozona, tras Alemania y Francia. Rescatar a Italia no sería nada sencillo, probablemente el dinero del EFSF no alcance para salvarla. Italia es la verdadera prueba de fuego del Euro.

Tan nerviosos están los mercados que están pidiendo a gritos la salida de “la cosa” Berlusconi, ese Calígula demencial que ha secuestrada a la bella Italia con la connivencia de sus votantes por la mitad de los últimos 17 años. Cada rumor de que “la cosa” Berlusconi se va es saludada con un alza de los mercados italianos. Los mercados ya votaron: Berlusconi debe irse. Pero ya, inmediatamente.

Es muy sencillo, o es ¡Ciao Berlusconi!, o es ¡Ciao Euro!


miércoles, 2 de noviembre de 2011

Hace Un Año En Este Blog: Sobre El Euro


La Pesadilla Del Celta: ¿Rumbo al fin del Euro?

Leo la última novela de Mario Vargas Llosa: El Sueño del Celta, y es imposible no pensar en el título que apadrina esta breve nota. El Euro vive La Pesadilla del Celta.

Lo asombroso es ver qué tan rápido puede cambiar el humor de los mercados, y qué fáciles son de engañar los inversionistas. Es más, están dispuestos a que los engañen con tal y que los hagan creer que existe una forma fácil de ganar dinero.



Hasta hace apenas tres años Irlanda era el Tigre en turno: el dragón celta. Una economía que emparejaba su crecimiento y su bienestar con las naciones más ricas de Europa. Pero como hemos repetido en este solitario Blog a lo largo de estos largos meses de crisis financiera: el exceso de liquidez es una larga sábana que tapa y esconde feos defectos.

Irlanda, como Grecia, como Portugal, como España (los PIGS), y si, como los Estados Unidos, gozaban de un regalo que no podía durar mucho: una moneda que valía más de lo que su productividad podía acomodar. Inundados por crédito barato y abundante, y con baja productividad en el sector comerciable, los PIGS gozaron un boom en el sector no comerciable: inmobiliario, banca, energía y comercio.

Hasta que la fuente se secó y el crédito dejó de fluir, dejando encueradas las graves deficiencias de esas economías: una profunda des-industrialización tras muchos años de burbuja inmobiliaria; una muy baja productividad manufacturera, y una fuerza laboral cara y poco flexible.

El Euro fue acomodado para la productividad de una economía: la alemana, y en mucho menor medida, la francesa, así que las economías de más baja productividad, al acoplarse a la moneda única, vivieron por un tiempo de prestado de la calidad crediticia alemana: los PIGS no pueden entrar en mora, apuestan los inversionistas, sería el fin del Euro y eso Alemania no lo va a permitir.

Pero el fin del Euro es un escenario que se está acercando a pasos agigantados por una razón muy sencilla: a todos los miembros del club del Euro les conviene: los PIGS podrían salirse del Euro, y si bien podría haber algunos de ellos que entren en mora, tras un período de reordenamiento, con su moneda devaluada y un plan creíble, podrían volver a los mercados al cabo de cierto tiempo: miren si no a Rusia, a Argentina, a México, que han incumplido sus deudas en el pasado.

A cambio de la deshonra financiera internacional por un período de tiempo, los PIGS podrán lograr en poco tiempo, algo que, de seguir con el Euro, tardarán mucho en lograr: crecer.

Si se separan del Euro, los PIGS devaluarían su moneda, abaratando sus productos y saldrían de la crisis exportando.

Alemania por su parte, no vería con malos ojos desembarazarse de esos polizones del Euro, que se treparon a la moneda única y que vivieron una época de jauja apoyados en la calidad crediticia teutona. Ya rescataron a Grecia, ya rescataron a Irlanda. Esos milenarios aislacionistas que son los alemanes preferirían secretamente no tener que cargar a cuestas el costo de sus vecinos manirrotos.

Los incentivos para dejar el Euro estan casi alineados, salvo para un país: Francia, quien no está ni tan fuerte como Alemania como para desear aligerar el lastre de los PIGS, ni tan débil como sus vecinos sureños y celtas para necesitar una devaluación brusca para salir de la crisis. Y es un francés el que maneja el FMI y es un francés el gobernador del Banco Central Europeo.

Cierto, los incentivos para que el Euro pase a mejor vida están allí, pero no ocurrirá: la turbulencia resultante de que los PIGS abandonen el Euro sería tan descomunal en el corto plazo, que nublan y no dejan ver los beneficios en el largo plazo.

No ocurrirá, pero el fin del Euro no es algo que deba descartarse ya de antemano.