La afición por un club deportivo es un rasgo típico de civilizaciones bárbaras. La afición por un equipo no admite racionalidad alguna, y va en contra de cualquier norma democrática y de tolerancia. Francamente, encuentro la afición deportiva como algo deleznable y troglodita.
¿Pero cómo no los voy a querer? Si mi corazón azul es y mi piel dorada.
Que quieren que les diga: la liga de futbol mexicana es una liga mediocre que refleja los peores rasgos de un México que no acaba de ser moderno y sigue atávico en un pasado caciquil y mafioso. El futbol mexicano, de segunda, aburrido la mayoría de las veces, inflado por la estupidez y el lucro de las televisoras, depositario de los sueños de superación de masas de pobres e indescifrable pasión de vastas comunidades.
Pero que quieren: los pumas ganaron, y la final casi hasta estuvo emocionante.
No voy a ir al Angel, porque ya es muy tarde y los niños están dormidos, pero con qué gusto estaría allí ahorita, estúpidamente gritando, como un bárbaro irracional y tarado: ¡Como no te voy a querer!
domingo, 31 de mayo de 2009
sábado, 30 de mayo de 2009
¿Tendremos que rescatar a los estados?
Existe un jugador múltiple en la economía nacional, un jugador de 32 cabezas, ubicuo y difícil de analizar, que tiene un impacto muy importante en el nivel macroeconómico, pero sobre todo, que lo que hace o deja de hacer tiene un efecto directo en la vida de los habitantes del país.
Ese jugador, conformado por los 31 estados de la federación y el Distrito Federal, se encuentra en una situación financiera complicada, y de no darse un acuerdo claro con el Gobierno Federal en los próximos meses, una multitud de síntomas pueden presentarse en algunos de los estados del país con consecuencias importantes para muchos de sus habitantes.
El problema es el siguiente: en medio de la difícil situación fiscal que atravesamos,el problema más importante del pacto fiscal federal no se ha resuelto. Esto es, la mayoría abrumadora de las entidades federativas del país (con contadísimas excepciones) dependen de manera casi absoluta de los ingresos provenientes de la Federación, y cuentan con una base de recaudación propia muy exigua.
Averiguar las razones de dicho problema rebasa a esta investigación y nos centraremos tan sólo en el problema que esta altísima dependencia de los ingresos federales representa para los estados en este momento en que los ingresos federales, y con ellos la Recaudación Federal Participable (la RFP, o los ingresos distribuidos a los estados y municipios del país) se desploma como producto de la brutal contracción económica y la caída de los precios del petróleo.
Antes de comenzar a mirar los datos es necesaria una precisión. La cobertura petrolera que tan benigna ha sido para las finanzas públicas federales, al garantizarle un precio mínimo por encima del precio de mercado, no se ha extendido a los estados y municipios. La razón es sencilla: la RFP se calcula con base en el precio del petróleo en el mercado, no con los ingresos de la cobertura. Los ingresos por cobertura le llegan a la Federación mediante la partida 970, y esos ingresos no entran dentro de lo que por Ley se considera en la RFP.
Para acabar pronto, de acuerdo con la Ley General de Coordinación Fiscal, la cual regula la relación entre la Federación y las Entidades, los estados no se benefician de la cobertura petrolera, y las Participaciones recibidas de parte de la Federación han sufrido de lleno el efecto de un menor precio del petróleo.
¿Qué tan fuerte ha sido el impacto conjunto de la recesión económica y la caída de los precios del petróleo sobre los ingresos que los estados reciben de la Federación?
El siguiente cuadro debería de dar escalofríos.
(Pinchen en cuadro para ver los datos)
Una primera lectura permite un rápido comentario: en términos absolutos, y como es de esperarse, las entidades más afectadas son el Estado de México, el Distrito Federal, y Jalisco, lo cual concuerda con su peso en la población y en el PIB nacionales.
Pero una mirada más detenida nos puede dar pistas: la caída en Participaciones de Nuevo León parece ser menor a la que le correspondería a su estatuto en la economía del país, pero la caída para Puebla y Veracruz parecería ser mayor a la que su estatura les corresponde, y lo mismo pasa con Guanajuato. En total, las Participaciones que la Federación envía a los estados del país han caído 16,578 millones de pesos en el período enero-marzo respecto del mismo período del año pasado.
Pero hay un indicador aún más severo: respecto de lo que se había presupuestado recibir este año, en enero-marzo las participaciones cayeron 13,935 millones de pesos. Este dato es importantísimo porque los estados contaban con ese dinero para llevar a cabo su gasto de este año, y de repente, en el primer trimestre, se encuentran con un agujero descomunal. Es decir: ¿cómo le van a hacer los estados para gastar lo que tenían programado este año, un año en que el gasto urge, si no están llegando los ingresos que contemplaron?
Peor aún, las cifras para el mes de abril aún no son oficiales, y no se encuentran publicadas en el sitio de Hacienda, pero los estados ya las recibieron, y el resultado es un hoyo todavía mayor (en más de 4 mil millones de pesos) que el dato de marzo…y para acabarla, llegó mayo.
En mayo se pagaron los impuestos por lo que se hizo en abril, y en abril tuvimos la influenza. Peor aún, en mayo cayó este año la semana santa, y peor aún, en mayo, que tradicionalmente registra el pago anual de ISR, sufrirá el efecto de que el gobierno haya decidido posponer el pago de la declaración anual un mes con motivo de la influenza. Las cifras de recaudación federal, una parte de la cual (la RFP) es distribuida a los estados y municipios, va a ser espantosa en el mes de mayo, y de hecho, en el momento en que esta nota se fuera a la prensa, acababa de ser comunicada a las entidades del país.
¿Sabe usted lo que es el FARP? ¿Y el FEIEFF?
…pues más vale que los sepa. La siguiente grafiquita, la cual fue expuesta durante varios días en la página principal de Internet de la Secretaría de Hacienda, y que a pesar de su enorme importancia no fue ni siquiera mencionado por medio alguno, dice más que mil palabras, y tras de ella se encuentra una ardua negociación entre las entidades del país y el gobierno federal.
Durante los últimos tres años, mientras gozábamos de muy altos precios del petróleo, se constituyeron cuatro “fondos de estabilización” en donde se ahorraron parte de los excedentes petroleros con el fin de utilizarse en períodos en que los ingresos por este concepto bajaran. Es decir, como en este momento.
El FEIP es para la Federación, el FEIIPEMEX es para PEMEX, el FEIEF es para las entidades federativas, y el FARP es materia de una encarnizada negociación entre las entidades del país y la Secretaría de Hacienda con el fin de poder utilizar sus recursos no para aliviar el costo de las pensiones de las entidades –para lo cual fue diseñado y acordado-, las cuales presentan severos problemas, sino para cubrir la actual emergencia fiscal y financiera que atraviesan los estados y municipios del país.
Fíjense en los colores de la barrita del FARP, no tiene los tonos de azul que tienen las otras tres barritas. Es decir, no se sabe cuánto se va a reserva y cuánto se va a disponer, señal de la feroz negociación entre las entidades y Hacienda por decidir cómo se van a utilizar los recursos.
Para el lector común, que transita por calles con mal pavimento y mala iluminación, a quienes nos falta el agua y que tememos a la inseguridad, las siglas FEIEFF y FARP son las letras más importantes en este momento en nuestras vidas como ciudadanos y las desconocemos por completo.
El FEIEFF funciona como sigue: si las participaciones caen por debajo de lo programado, con algunos meses de desfase, el FEIEFF le da a los estados y municipios el faltante. La grafiquita de Hacienda nos dice que al cierre de marzo el FEIEFF tenía 30.98 millones de pesos, de los cuales, 2.89 mil millones se dispondrían, y los restantes 28.08 mil millones de pesos se quedarían en reserva. Pero como dijimos, tales recursos se distribuyen con cierto rezago, y conforme las participaciones hagan falta respecto de lo presupuestado, el FEIEFF tendrá que darle dinero a las entidades para que éstas nos bacheen las calles y nos suministren el agua.
Y allí está el problema. Como lo dijimos en los primeros párrafos, el faltante de participaciones a marzo ya era de 13.9 mil millones de pesos, y en abril y mayo el faltante será mucho peor. En otras palabras, muy probablemente las entidades van a haber agotado todo el FEIEFF a más tardar el mes de julio-agosto, y entonces si, no va a haber forma de cubrir el faltante de participaciones por lo que tendremos de tres sopas:
a) o los estados y municipios comienzan a llevar a cabo recortes de gastos brutales (esa es la palabra, sin exagerar) con el fin de adecuar sus gastos a sus ingresos
b) o comienzan a incurrir en déficit mucho mayor a lo programado con el riesgo incluso de llegar a incumplimientos, sobre todo con proveedores (la deuda financiera, protegida por los Fideicomisos Maestros, está más segura)
c) o la Federación cede a las presiones y acepta usar parte de los recursos del FARP para aliviar la urgencia financiera y dejar el saneamiento de las alicaídas pensiones del sector público para otra ocasión, o consigue recursos por otro lado y llega a un acuerdo específico, fuera del marco de la Ley General de Coordinación Fiscal, para aliviar la penuria fiscal de los Estados.
¿Sabía usted lector entonces, que la limpieza de su calle, la seguridad de su barrio, la iluminación de la escuela de sus hijos, depende de una cosa que se llama el FARP?
Un gigante de 32 cabezas
Usualmente los economistas limitamos nuestra atención a lo que hace o no hace el gobierno federal. Vemos su presupuesto y vemos su política fiscal y monetaria. No solemos perder tiempo en las finanzas estatales, pensamos que el impacto económico que pudieran tener sobre el PIB y las grandes variables (tasa de interés, empleo, inflación, tipo de cambio) no es significativo.
Además, decimos, si las finanzas federales son ásperas de analizar, las estatales (y no se diga las municipales) son más rijosas aún, y no siempre la transparencia es uno de sus atributos.
Pero si una entidad no es digna de llamar la atención de los olímpicos economistas, el gigante de 32 cabezas que representa la suma de todas las entidades tiene un impacto sonoro y contundente sobre la actividad económica que hasta ahora ha recibido limitada atención por parte de los economistas, y mucho menos aún, por parte de los medios.
Por ejemplo, para tomar un número casi cerrado, en el 2008 las entidades recibieron (y se gastaron) en Participaciones Federales (el llamado Ramo 28), un total de 423,455 millones de pesos, y por Aportaciones (el llamado Ramo 33), recibieron 418,981 millones de pesos. Esos dos conceptos, que son los más grandes ingresos recibidos desde la Federación, son muy superiores a los 607,610 millones de pesos recaudados de ISR por Hacienda el año pasado.
En otras palabras, este gigante de 32 cabezas tiene un peso específico comparable al de la política fiscal del gobierno federal, siempre y cuando se moviera en la misma dirección. Y allí está el detalle.
Las 32 cabezas del gigante tienen un cerebro y una boca: la Conferencia Nacional de Gobernadores (o Conago), pero para efectos fiscales, quien verdaderamente opera es el asociación de funcionarios fiscales, conformado por los secretarios de finanzas de las entidades y sus equipos, quienes tienen un contacto continuo, fluido aunque no siempre coordinado en la misma dirección.
El interlocutor de este gigante múltiple es una oficina que depende directamente del Secretario de Hacienda, llamada la Unidad de Coordinación con Entidades Federativas, una de las áreas menos conocidas de Hacienda, y sin embargo, una de las más importantes para nuestro diario vivir como ciudadanos. Pero esa asociación es un verdadero cóctel, en donde hay de chile rojo, de dulce azul y de manteca amarilla, es decir, de los tres sabores y colores de la política nacional, lo cual hace muchas veces que la coordinación para negociar con Hacienda sea difícil.
Pero en situaciones como esta, en donde la masiva recesión económica y el desplome de los ingresos están afectando a las finanzas de todas las entidades sin respetar color, tamaño o dinamismo (si existen diferencias, son de matiz), existe mucha voluntad de conformar un frente común para negociar con Hacienda recursos que ayuden a paliar la dramática caída de las participaciones federales y el fallo descomunal en la recolección de impuestos locales.
(Aquí no hemos hablado de los municipios, pero el FOMUN, que es un fondo para ellos, ha caído casi 800 millones de pesos respecto de lo programado, pero esas son otras, múltiples historias)
El argumento de las entidades es inapelable: la situación los sobrepasa, por mucho esfuerzo que hicieran para levantar su recaudación local, no podrían nunca compensar la gigantesca reducción de los ingresos federales. Esta crisis que viene de fuera ya se siente como hecha en casa, y no hay forma que las acciones locales compensen el efecto sufrido a nivel nacional sobre las finanzas públicas.
Y tiene razón, pero también la Secretaría de Hacienda tiene razón al decir que ya no tiene dinero, que junto con el Reino Unido, España, y los Estados Unidos, México corre el peligro de ver reducida la calificación de su deuda y por tanto de ver incrementarse los costos de su financiamiento si el déficit fiscal sigue deteriorándose y la deuda pública creciendo.
¿Qué nos dicen las teorías de negociación? ¿Quién pierde en una negociación cuando las dos contrapartes tienen la razón al mismo tiempo? La respuesta es sencilla: pierde el FARP.
Quien va a acabar perdiendo son los recursos ahorros guardados para poder asegurar el retiro de los empleados del sector público, cuya pensión hasta hoy no está debidamente fondeada, y que con la última bonanza petrolera se albergó la esperanza, manifiesta en el FARP, de poder aliviar.
Pero la situación es clara: ¿sacrificamos el futuro (el FARP) para salvar el presente (el presupuesto 2009)? Hacienda se muestra reticente y de manera responsable se resiste a usar el dinero que servirá para pagar las pensiones cuando las generaciones ahora en activo se retiren para salvar este año difícil. Pero los estados ven ese problema como algo casi teórico y se preguntan de manera pragmática, ¿De qué me sirve ahorrar para el futuro si no voy a pasar del siguiente año?
El margen de acción para las dos partes es limitado, y mientras tanto, nuestro vivir cotidiano en las ciudades y pueblos de este país, espera el resultado.
Ese jugador, conformado por los 31 estados de la federación y el Distrito Federal, se encuentra en una situación financiera complicada, y de no darse un acuerdo claro con el Gobierno Federal en los próximos meses, una multitud de síntomas pueden presentarse en algunos de los estados del país con consecuencias importantes para muchos de sus habitantes.
El problema es el siguiente: en medio de la difícil situación fiscal que atravesamos,el problema más importante del pacto fiscal federal no se ha resuelto. Esto es, la mayoría abrumadora de las entidades federativas del país (con contadísimas excepciones) dependen de manera casi absoluta de los ingresos provenientes de la Federación, y cuentan con una base de recaudación propia muy exigua.
Averiguar las razones de dicho problema rebasa a esta investigación y nos centraremos tan sólo en el problema que esta altísima dependencia de los ingresos federales representa para los estados en este momento en que los ingresos federales, y con ellos la Recaudación Federal Participable (la RFP, o los ingresos distribuidos a los estados y municipios del país) se desploma como producto de la brutal contracción económica y la caída de los precios del petróleo.
Antes de comenzar a mirar los datos es necesaria una precisión. La cobertura petrolera que tan benigna ha sido para las finanzas públicas federales, al garantizarle un precio mínimo por encima del precio de mercado, no se ha extendido a los estados y municipios. La razón es sencilla: la RFP se calcula con base en el precio del petróleo en el mercado, no con los ingresos de la cobertura. Los ingresos por cobertura le llegan a la Federación mediante la partida 970, y esos ingresos no entran dentro de lo que por Ley se considera en la RFP.
Para acabar pronto, de acuerdo con la Ley General de Coordinación Fiscal, la cual regula la relación entre la Federación y las Entidades, los estados no se benefician de la cobertura petrolera, y las Participaciones recibidas de parte de la Federación han sufrido de lleno el efecto de un menor precio del petróleo.
¿Qué tan fuerte ha sido el impacto conjunto de la recesión económica y la caída de los precios del petróleo sobre los ingresos que los estados reciben de la Federación?
El siguiente cuadro debería de dar escalofríos.
(Pinchen en cuadro para ver los datos)
Una primera lectura permite un rápido comentario: en términos absolutos, y como es de esperarse, las entidades más afectadas son el Estado de México, el Distrito Federal, y Jalisco, lo cual concuerda con su peso en la población y en el PIB nacionales.
Pero una mirada más detenida nos puede dar pistas: la caída en Participaciones de Nuevo León parece ser menor a la que le correspondería a su estatuto en la economía del país, pero la caída para Puebla y Veracruz parecería ser mayor a la que su estatura les corresponde, y lo mismo pasa con Guanajuato. En total, las Participaciones que la Federación envía a los estados del país han caído 16,578 millones de pesos en el período enero-marzo respecto del mismo período del año pasado.
Pero hay un indicador aún más severo: respecto de lo que se había presupuestado recibir este año, en enero-marzo las participaciones cayeron 13,935 millones de pesos. Este dato es importantísimo porque los estados contaban con ese dinero para llevar a cabo su gasto de este año, y de repente, en el primer trimestre, se encuentran con un agujero descomunal. Es decir: ¿cómo le van a hacer los estados para gastar lo que tenían programado este año, un año en que el gasto urge, si no están llegando los ingresos que contemplaron?
Peor aún, las cifras para el mes de abril aún no son oficiales, y no se encuentran publicadas en el sitio de Hacienda, pero los estados ya las recibieron, y el resultado es un hoyo todavía mayor (en más de 4 mil millones de pesos) que el dato de marzo…y para acabarla, llegó mayo.
En mayo se pagaron los impuestos por lo que se hizo en abril, y en abril tuvimos la influenza. Peor aún, en mayo cayó este año la semana santa, y peor aún, en mayo, que tradicionalmente registra el pago anual de ISR, sufrirá el efecto de que el gobierno haya decidido posponer el pago de la declaración anual un mes con motivo de la influenza. Las cifras de recaudación federal, una parte de la cual (la RFP) es distribuida a los estados y municipios, va a ser espantosa en el mes de mayo, y de hecho, en el momento en que esta nota se fuera a la prensa, acababa de ser comunicada a las entidades del país.
¿Sabe usted lo que es el FARP? ¿Y el FEIEFF?
…pues más vale que los sepa. La siguiente grafiquita, la cual fue expuesta durante varios días en la página principal de Internet de la Secretaría de Hacienda, y que a pesar de su enorme importancia no fue ni siquiera mencionado por medio alguno, dice más que mil palabras, y tras de ella se encuentra una ardua negociación entre las entidades del país y el gobierno federal.
Durante los últimos tres años, mientras gozábamos de muy altos precios del petróleo, se constituyeron cuatro “fondos de estabilización” en donde se ahorraron parte de los excedentes petroleros con el fin de utilizarse en períodos en que los ingresos por este concepto bajaran. Es decir, como en este momento.
El FEIP es para la Federación, el FEIIPEMEX es para PEMEX, el FEIEF es para las entidades federativas, y el FARP es materia de una encarnizada negociación entre las entidades del país y la Secretaría de Hacienda con el fin de poder utilizar sus recursos no para aliviar el costo de las pensiones de las entidades –para lo cual fue diseñado y acordado-, las cuales presentan severos problemas, sino para cubrir la actual emergencia fiscal y financiera que atraviesan los estados y municipios del país.
Fíjense en los colores de la barrita del FARP, no tiene los tonos de azul que tienen las otras tres barritas. Es decir, no se sabe cuánto se va a reserva y cuánto se va a disponer, señal de la feroz negociación entre las entidades y Hacienda por decidir cómo se van a utilizar los recursos.
Para el lector común, que transita por calles con mal pavimento y mala iluminación, a quienes nos falta el agua y que tememos a la inseguridad, las siglas FEIEFF y FARP son las letras más importantes en este momento en nuestras vidas como ciudadanos y las desconocemos por completo.
El FEIEFF funciona como sigue: si las participaciones caen por debajo de lo programado, con algunos meses de desfase, el FEIEFF le da a los estados y municipios el faltante. La grafiquita de Hacienda nos dice que al cierre de marzo el FEIEFF tenía 30.98 millones de pesos, de los cuales, 2.89 mil millones se dispondrían, y los restantes 28.08 mil millones de pesos se quedarían en reserva. Pero como dijimos, tales recursos se distribuyen con cierto rezago, y conforme las participaciones hagan falta respecto de lo presupuestado, el FEIEFF tendrá que darle dinero a las entidades para que éstas nos bacheen las calles y nos suministren el agua.
Y allí está el problema. Como lo dijimos en los primeros párrafos, el faltante de participaciones a marzo ya era de 13.9 mil millones de pesos, y en abril y mayo el faltante será mucho peor. En otras palabras, muy probablemente las entidades van a haber agotado todo el FEIEFF a más tardar el mes de julio-agosto, y entonces si, no va a haber forma de cubrir el faltante de participaciones por lo que tendremos de tres sopas:
a) o los estados y municipios comienzan a llevar a cabo recortes de gastos brutales (esa es la palabra, sin exagerar) con el fin de adecuar sus gastos a sus ingresos
b) o comienzan a incurrir en déficit mucho mayor a lo programado con el riesgo incluso de llegar a incumplimientos, sobre todo con proveedores (la deuda financiera, protegida por los Fideicomisos Maestros, está más segura)
c) o la Federación cede a las presiones y acepta usar parte de los recursos del FARP para aliviar la urgencia financiera y dejar el saneamiento de las alicaídas pensiones del sector público para otra ocasión, o consigue recursos por otro lado y llega a un acuerdo específico, fuera del marco de la Ley General de Coordinación Fiscal, para aliviar la penuria fiscal de los Estados.
¿Sabía usted lector entonces, que la limpieza de su calle, la seguridad de su barrio, la iluminación de la escuela de sus hijos, depende de una cosa que se llama el FARP?
Un gigante de 32 cabezas
Usualmente los economistas limitamos nuestra atención a lo que hace o no hace el gobierno federal. Vemos su presupuesto y vemos su política fiscal y monetaria. No solemos perder tiempo en las finanzas estatales, pensamos que el impacto económico que pudieran tener sobre el PIB y las grandes variables (tasa de interés, empleo, inflación, tipo de cambio) no es significativo.
Además, decimos, si las finanzas federales son ásperas de analizar, las estatales (y no se diga las municipales) son más rijosas aún, y no siempre la transparencia es uno de sus atributos.
Pero si una entidad no es digna de llamar la atención de los olímpicos economistas, el gigante de 32 cabezas que representa la suma de todas las entidades tiene un impacto sonoro y contundente sobre la actividad económica que hasta ahora ha recibido limitada atención por parte de los economistas, y mucho menos aún, por parte de los medios.
Por ejemplo, para tomar un número casi cerrado, en el 2008 las entidades recibieron (y se gastaron) en Participaciones Federales (el llamado Ramo 28), un total de 423,455 millones de pesos, y por Aportaciones (el llamado Ramo 33), recibieron 418,981 millones de pesos. Esos dos conceptos, que son los más grandes ingresos recibidos desde la Federación, son muy superiores a los 607,610 millones de pesos recaudados de ISR por Hacienda el año pasado.
En otras palabras, este gigante de 32 cabezas tiene un peso específico comparable al de la política fiscal del gobierno federal, siempre y cuando se moviera en la misma dirección. Y allí está el detalle.
Las 32 cabezas del gigante tienen un cerebro y una boca: la Conferencia Nacional de Gobernadores (o Conago), pero para efectos fiscales, quien verdaderamente opera es el asociación de funcionarios fiscales, conformado por los secretarios de finanzas de las entidades y sus equipos, quienes tienen un contacto continuo, fluido aunque no siempre coordinado en la misma dirección.
El interlocutor de este gigante múltiple es una oficina que depende directamente del Secretario de Hacienda, llamada la Unidad de Coordinación con Entidades Federativas, una de las áreas menos conocidas de Hacienda, y sin embargo, una de las más importantes para nuestro diario vivir como ciudadanos. Pero esa asociación es un verdadero cóctel, en donde hay de chile rojo, de dulce azul y de manteca amarilla, es decir, de los tres sabores y colores de la política nacional, lo cual hace muchas veces que la coordinación para negociar con Hacienda sea difícil.
Pero en situaciones como esta, en donde la masiva recesión económica y el desplome de los ingresos están afectando a las finanzas de todas las entidades sin respetar color, tamaño o dinamismo (si existen diferencias, son de matiz), existe mucha voluntad de conformar un frente común para negociar con Hacienda recursos que ayuden a paliar la dramática caída de las participaciones federales y el fallo descomunal en la recolección de impuestos locales.
(Aquí no hemos hablado de los municipios, pero el FOMUN, que es un fondo para ellos, ha caído casi 800 millones de pesos respecto de lo programado, pero esas son otras, múltiples historias)
El argumento de las entidades es inapelable: la situación los sobrepasa, por mucho esfuerzo que hicieran para levantar su recaudación local, no podrían nunca compensar la gigantesca reducción de los ingresos federales. Esta crisis que viene de fuera ya se siente como hecha en casa, y no hay forma que las acciones locales compensen el efecto sufrido a nivel nacional sobre las finanzas públicas.
Y tiene razón, pero también la Secretaría de Hacienda tiene razón al decir que ya no tiene dinero, que junto con el Reino Unido, España, y los Estados Unidos, México corre el peligro de ver reducida la calificación de su deuda y por tanto de ver incrementarse los costos de su financiamiento si el déficit fiscal sigue deteriorándose y la deuda pública creciendo.
¿Qué nos dicen las teorías de negociación? ¿Quién pierde en una negociación cuando las dos contrapartes tienen la razón al mismo tiempo? La respuesta es sencilla: pierde el FARP.
Quien va a acabar perdiendo son los recursos ahorros guardados para poder asegurar el retiro de los empleados del sector público, cuya pensión hasta hoy no está debidamente fondeada, y que con la última bonanza petrolera se albergó la esperanza, manifiesta en el FARP, de poder aliviar.
Pero la situación es clara: ¿sacrificamos el futuro (el FARP) para salvar el presente (el presupuesto 2009)? Hacienda se muestra reticente y de manera responsable se resiste a usar el dinero que servirá para pagar las pensiones cuando las generaciones ahora en activo se retiren para salvar este año difícil. Pero los estados ven ese problema como algo casi teórico y se preguntan de manera pragmática, ¿De qué me sirve ahorrar para el futuro si no voy a pasar del siguiente año?
El margen de acción para las dos partes es limitado, y mientras tanto, nuestro vivir cotidiano en las ciudades y pueblos de este país, espera el resultado.
miércoles, 27 de mayo de 2009
Las Tasas de Largo Plazo Se Disparan, Se Los Dije
Lo he publicado en inglés y en español. En "El Semanario" y en "The News". Y lo vuelvo a repetir; el problema económico más importante en estos momentos es lo empinadísima que está la curva debido al alza pavorosa en las tasas de largo plazo.
Hoy, el spread entre las tasas de mediano y largo plazo, lo que se conoce como la "pendiente de la curva", llegó a un máximo en los Estados Unidos. Esta nota en Bloomberg es muy muy buena.
Esas son muy muy malas noticias, así que cuidado, es probable que venga otra ronda de problemas extremadamente serios. Aguas.
Hoy, el spread entre las tasas de mediano y largo plazo, lo que se conoce como la "pendiente de la curva", llegó a un máximo en los Estados Unidos. Esta nota en Bloomberg es muy muy buena.
Esas son muy muy malas noticias, así que cuidado, es probable que venga otra ronda de problemas extremadamente serios. Aguas.
martes, 26 de mayo de 2009
¿Y Si Gerardo Esquivel está en lo correcto?
Gerardo Esquivel es uno de los cinco mejores economistas de México. Y la verdad, pensando en los otros cuatro, no veo quien pudiera antecederle en la lista. No es elogio de cortesía, sino que quienes como yo, somos devotos de la opinión de Gerardo, sabemos, de manera consiente o sin saberlo, que estamos ante el mejor economista que ha dado México en mucha décadas.
Con todo lo que lo quiero como amigo, mi respeto por el como economista es aún superior, y raya en el temblor y lo telúrico, así que antes de escribir este post quise echarle un ojo a mis estimaciones.
Como saben los lectores, Gerardo es el único economista que está previendo un desplome del PIB superior al que sufrimos durante la crisis de 1994-1995. Su estimado es incluso de -9%.
En mi opinión tal estimación implicaría que la actual tendencia se profundizará, que la caída que hemos visto en el sector automotriz norteamericano, que es uno de los principales guías del PIB de México, se agudizará aún más, y que el sector de bienes comerciables mexicano, incluso después de la devaluación que hemos visto del peso, seguirá ahondándose.
Yo no creo que la segunda derivada de estos indicadores siga siendo negativa en el segundo semestre, y creo que en este momento, tales segundas derivadas ya son cercanas a cero.
El peor mes del año va a ser Abril, cuando el PIB se va a hundir 13% (medido por el Igae) o peor. Mi estimación para el segundo trimestre es de una caída de 8.7%, el cual puede ser 9.0% si el efecto de la emergencia sanitaria se extiende hasta mayo (como parece ser el caso).
De allí en adelante, mi estimación es que las segundas derivadas se estabilizan, y lo que hago es proyectar la tendencia. Con la pura tendencia, mis estimaciones para el tercer trimestre es de -4.8%, y de -0.3% para el cuarto trimestre, lo que resulta en un crecimiento para el año de -5.5%. Claramente el sesgo es a la baja, y la cifra final podría estar entre el 5.5% y el 6.3%. Pero dejemos el estimado puntual en 5.5% por lo pronto.
Como consta a los esporádicos lectores de este blog, el consenso se ha movido hacia mi estimado, incluyendo a nuestro señor don Carstens. Ayer, Merrill Lynch revisó su estimado hacia 5.6%. Bingo! Bienvenidos al consenso. Como es el consenso el que se ha movido hacia mi estimado, allí lo dejo, a pesar de los nervios que me da ponerme contra Gerardo Esquivel.
Bien visto, mi posición es cómoda. Tarde que temprano el consenso tiene que estar cerca de la cifra correcta. Yo llegué antes al 5.5% y el consenso se estacionó aquí (dicho sea de paso, Gerardo había dicho una cifra muy similar hace meses). Si estoy en lo correcto, podré decir, vanaglorioso, que el consenso me pronosticó. Si fallo, podré decir que el único que me ganó, fue el mejor economista de México.
El sesgo es a la baja, no hay duda. Y si bien no creo que sea tan malo como el 9% de Gerardo, no me extrañaría que en este caso el doctor Esquivel, como en muchas otras cosas estuviera en lo correcto. Si así es el caso, algo muy serio está a punto de pasar en el país, y sólo nos vamos a dar cuenta cuando pase.
viernes, 22 de mayo de 2009
What Are Rates Trying To Tell Us? (Columna The News)
Money talks.
That is a common phrase in English that you don't find in Spanish. And if money does talk, listening at the long end of the yield curve in Mexico must make Mexico's financial authorities a little bit nervous. That's because what money is trying to tell us is that there is something not completely right with the way monetary policy is being conducted in Mexico.
First let's look at the evidence.
Since January, the central bank has lowered short-term interest rates by as much as 300 basis points, from 8.25 bps, to 5.25 after last week's rate cut. During the same period, rates for long term bonds have barely budged: the rate for the benchmark 10-year bond has dropped from 7.68 percent on Jan. 2, to just 7.54 percent at last Tuesday's close (it is even higher from the 7.42 percent seen on Jan. 9).
Some parts of Mexico's yield curve have reacted more in consequence with Banxico's monetary policy: Rates for the 3-year notes have dropped nearly 190 bps so far this year, but long-term rates remain stubbornly high.
That is a big issue for monetary policy. Although rates offered by banks and credit institutions to private and corporate clients are set after the very short-term Tiie rate (Mexico's interbank rate), the margin charged over Tiie depends wholly on where the long end of the curve is, because that is where the swap is fixed.
Let me explain: If you want to buy a house or get a loan for your business in Mexico, you would need to agree with your bank on the long-term rate. The bank goes to the market and gets long- term financing (for a mortgage, typically 15 years), and charges its funding rate plus its profit margin to you.
Based on the pattern seen in long-term rates in Mexico since the end of this year, it is easy to see why construction and overall credit to durable goods - both of which require long-term financing - have failed to follow on the footsteps of Banxico's aggressive easing.
Investors in long term bonds have not been enticed by Banxico's easing, and there has been an absence of takers of long-term risk in Mexico, who are the ones who must eventually buy long- term bonds in order to reduce long-term rates.
Why?
The main reason is inflation. The April CPI data showed inflation not only easing amid a horrible drop in aggregate demand and economic activity, but actually increasing any way you want to measure it - from March, as well as compared with April of last year. Inflation eats on nominal interests paid by bonds, so the outlook of persistently high inflation in Mexico is the main reason why investors are staying away from long term bonds.
The overall systemic risk. You can see this from two different angles: The big ratings agencies have lowered credit outlook for Mexico, with S&P placing the country's finances on credit watch "negative" with a possible downgrade (not too likely at this point) looming on the horizon. Coinciding with this impact on ratings comes the disturbing situation in the country's mortgage industry, with two mortgage banks (Sofoles Metrofinanciera and CrAcdito y Casa) in nearly terminal conditions with fears of the malaise spreading through the sector.
Finally, if any of the above risk factors materialize, the exchange rate may reverse its recent course.
Long-term bond investors are not bullish, as is clear from the figures reported at the onset of this article, but not only in Mexico.
As of last Tuesday's close, the difference between overnight rates (0.0 percent) in the United States, and 10-year (3.125 percent) and 30-year (4.250 percent) bonds in the United States, was 312 and 425 basis points, respectively.
In Mexico, the difference between the overnight (5.25 percent), and the 10-year and 30-year, was of 233 basis points and 320 basis points, better than the spread between those maturities in the United States.
In other words, although some factors, like those described here, widen the gap between short-term and long-term rates, there are factors that escape the scope of Banxico's monetary reach.
That is bad news, since bonds may be saying that as long as long-term rates in the United States remain high, credit for durable goods in Mexico may not return on a more permanent basis.
That is a common phrase in English that you don't find in Spanish. And if money does talk, listening at the long end of the yield curve in Mexico must make Mexico's financial authorities a little bit nervous. That's because what money is trying to tell us is that there is something not completely right with the way monetary policy is being conducted in Mexico.
First let's look at the evidence.
Since January, the central bank has lowered short-term interest rates by as much as 300 basis points, from 8.25 bps, to 5.25 after last week's rate cut. During the same period, rates for long term bonds have barely budged: the rate for the benchmark 10-year bond has dropped from 7.68 percent on Jan. 2, to just 7.54 percent at last Tuesday's close (it is even higher from the 7.42 percent seen on Jan. 9).
Some parts of Mexico's yield curve have reacted more in consequence with Banxico's monetary policy: Rates for the 3-year notes have dropped nearly 190 bps so far this year, but long-term rates remain stubbornly high.
That is a big issue for monetary policy. Although rates offered by banks and credit institutions to private and corporate clients are set after the very short-term Tiie rate (Mexico's interbank rate), the margin charged over Tiie depends wholly on where the long end of the curve is, because that is where the swap is fixed.
Let me explain: If you want to buy a house or get a loan for your business in Mexico, you would need to agree with your bank on the long-term rate. The bank goes to the market and gets long- term financing (for a mortgage, typically 15 years), and charges its funding rate plus its profit margin to you.
Based on the pattern seen in long-term rates in Mexico since the end of this year, it is easy to see why construction and overall credit to durable goods - both of which require long-term financing - have failed to follow on the footsteps of Banxico's aggressive easing.
Investors in long term bonds have not been enticed by Banxico's easing, and there has been an absence of takers of long-term risk in Mexico, who are the ones who must eventually buy long- term bonds in order to reduce long-term rates.
Why?
The main reason is inflation. The April CPI data showed inflation not only easing amid a horrible drop in aggregate demand and economic activity, but actually increasing any way you want to measure it - from March, as well as compared with April of last year. Inflation eats on nominal interests paid by bonds, so the outlook of persistently high inflation in Mexico is the main reason why investors are staying away from long term bonds.
The overall systemic risk. You can see this from two different angles: The big ratings agencies have lowered credit outlook for Mexico, with S&P placing the country's finances on credit watch "negative" with a possible downgrade (not too likely at this point) looming on the horizon. Coinciding with this impact on ratings comes the disturbing situation in the country's mortgage industry, with two mortgage banks (Sofoles Metrofinanciera and CrAcdito y Casa) in nearly terminal conditions with fears of the malaise spreading through the sector.
Finally, if any of the above risk factors materialize, the exchange rate may reverse its recent course.
Long-term bond investors are not bullish, as is clear from the figures reported at the onset of this article, but not only in Mexico.
As of last Tuesday's close, the difference between overnight rates (0.0 percent) in the United States, and 10-year (3.125 percent) and 30-year (4.250 percent) bonds in the United States, was 312 and 425 basis points, respectively.
In Mexico, the difference between the overnight (5.25 percent), and the 10-year and 30-year, was of 233 basis points and 320 basis points, better than the spread between those maturities in the United States.
In other words, although some factors, like those described here, widen the gap between short-term and long-term rates, there are factors that escape the scope of Banxico's monetary reach.
That is bad news, since bonds may be saying that as long as long-term rates in the United States remain high, credit for durable goods in Mexico may not return on a more permanent basis.
miércoles, 20 de mayo de 2009
Lo Dicho: La Economía Se fue Al Caño, PIB -8.2%
Como no hay nadie que me eche porras, yo mismo tengo que darme la palmadita en el hombro:
Lo siguiente apareció como mi columna de The News el viernes pasado, 15 de mayo, y lo puse en mi post aquí:
"The economy plunged an ugly 10.1 percent in the first two months of the year, and although March data will show a milder decline (probably around 4 percent), that will be due to the favorable placement of Easter. All in all, GDP in the first quarter likely contracted at a rate of 8.1 percent versus the same period a year ago."
Hoy vimos que el INEGI reportó una caída de 8.2% para el trimestre.
Más adelante en mi columna escribía:
"All in all, our estimates show that for a period of about seven days, Mexico's GDP shrank approximately 0.9 percent, which may be equivalent to about 117 billion pesos ($8.7 billion). Most of this will hit April's output, so expect the April GDP data to be down by at least 13 percent, though some of this effect will be felt in May and beyond. All in all, second quarter GDP seems likely to be off at least 8.7 percent, reducing first half growth to -8.4 percent.
"If we want growth to be recover to less than -5 percent for the year, then GDP must not shrink more than 1.6 percent in the second half of the year. My estimate for the third quarter is for a decline of 4.8 percent and a least painful -0.3 percent for the last quarter of the year. That is a growth rate of -2.6 percent for the second half and annual rate of -5.5 percent for the year."
Y eso es lo que me preocupa, a pesar de que creo que mi estimado es sólido, ahora resulta que Agustín Carstens, quien no ha tenido muy buena puntería que digamos, dijo que está de acuerdo conmigo, y que el PIB se caería 5.5%.
Well done baby!
Lo siguiente apareció como mi columna de The News el viernes pasado, 15 de mayo, y lo puse en mi post aquí:
"The economy plunged an ugly 10.1 percent in the first two months of the year, and although March data will show a milder decline (probably around 4 percent), that will be due to the favorable placement of Easter. All in all, GDP in the first quarter likely contracted at a rate of 8.1 percent versus the same period a year ago."
Hoy vimos que el INEGI reportó una caída de 8.2% para el trimestre.
Más adelante en mi columna escribía:
"All in all, our estimates show that for a period of about seven days, Mexico's GDP shrank approximately 0.9 percent, which may be equivalent to about 117 billion pesos ($8.7 billion). Most of this will hit April's output, so expect the April GDP data to be down by at least 13 percent, though some of this effect will be felt in May and beyond. All in all, second quarter GDP seems likely to be off at least 8.7 percent, reducing first half growth to -8.4 percent.
"If we want growth to be recover to less than -5 percent for the year, then GDP must not shrink more than 1.6 percent in the second half of the year. My estimate for the third quarter is for a decline of 4.8 percent and a least painful -0.3 percent for the last quarter of the year. That is a growth rate of -2.6 percent for the second half and annual rate of -5.5 percent for the year."
Y eso es lo que me preocupa, a pesar de que creo que mi estimado es sólido, ahora resulta que Agustín Carstens, quien no ha tenido muy buena puntería que digamos, dijo que está de acuerdo conmigo, y que el PIB se caería 5.5%.
Well done baby!
martes, 19 de mayo de 2009
¿Qué nos están diciendo los bonos de largo plazo?
Algo preocupante está pasando en el mercado mexicano: a pesar de que el Banco de México (Banxico) baja y baja la tasa de interés de referencia, y seguramente este viernes la reducirá otras 75 centésimas, de 6.0 a 5.25%, las tasas de interés de largo plazo no sólo no están bajando, sino que han subido en los días previos a la decisión de Banxico.
¿Qué nos están diciendo los bonos de largo plazo? Varias cosas preocupantes:
1) La primera y más grave es que no creen que la política de reducción de tasas de Banxico sea sostenible, y por lo tanto o se abstiene de seguir bajando en los próximos meses, o va a tener que volver a subir. Usualmente, si las tasas de interés de corto plazo se mueven, las de largo plazo se mueven en el mismo sentido y en una proporción similar. Esto no ha sucedido en México y las últimas 175 centésimas de recortes de la tasa de corto plazo por parte de Banxico no se han visto acompañadas de bajas en las tasas de largo plazo. Esto se conoce como un “empinamiento de la curva”, y las curvas por lo general se empinan cuando las tasas de interés van a subir, no cuando están bajando, que es justo lo que Banxico quiere hacer;
2) La principal razón por la que los bonos de largo plazo no le creen a Banxico es porque la inflación no cede. Ni el virus letal de la profunda recesión económica mexicana ha podido mancillar la inflación local. Los datos de inflación de abril fueron de plano muy malos; la inflación, de 0.35%, fue mayor que la de marzo y mayor que la del mes de abril desde 2005. La tasa anual volvió a treparse a 6.17%. Los bonos de largo plazo no dan crédito: la economía se cayó más de 8% en el primero y segundo trimestre, el gobierno tiene congelados los precios de gas, gasolina y electricidad, el peso se ha fortalecido recientemente, ¡y la inflación no cede! Por esa razón, las tasas de interés de largo plazo no están bajando;
3) Pero hay más; hay problemas crediticios en el mercado que se pueden volver sistémicos. Si bien el Gobierno Federal, a través de la SHF, ha tratado de aislar al sector de Sofoles hipotecarias de los avatares de Metrofinanciera y Crédito y Casa, los dos intermediarios en etapa terminal, no ha podido lograr que la confianza regrese al mercado de emisiones primarias, y las renovaciones de papel en el secundario, a pesar de las garantías de Nafin, no son ajenas a dificultades continuas. Hasta ahora parece que los problemas de Metrofinanciera y Crédito y Casa, junto con problemas con liquidez estrecha (Comercial Mexicana, Cemex, Axtel, etcétera) no se trasladarán al mercado en general, pero los bonos de largo plazo están pagando por ver;
4) Las perspectivas del crédito soberano de México a largo plazo se han complicado. Esta semana S&P redujo el estatus de la calificación mexicana de “estable” a “negativo”, y Fitch y Moody’s, las otras calificadoras, probablemente sigan los mismo pasos. La razón es simple, la profunda crisis económica ha reducido de manera dramática los ingresos fiscales del gobierno, el IVA, el ISR y el IETU están cayendo a tasas superiores al 15-20%, con el consecuente deterioro en la calificación de la deuda soberana. De concretarse una reducción unánime de la perspectiva de la calificación soberana mexicana, el costo del crédito para México se encarecerá, y es justo esa perspectiva la que está impidiendo que las tasas de interés de largo plazo en México desciendan en la medida y con la rapidez que Banxico está indicando;
5) Finalmente, si una combinación de los factores anteriormente mencionados se materializa (u otros aquí no contemplados, como un uso extensivo de las líneas del FMI) entonces el tipo de cambio podría sufrir perturbaciones contrarias al peso, impidiendo que las tasas de interés de largo plazo bajen, o incluso induciéndolas a aumentar.
Banxico sabe muy bien que su Junta de Gobierno propone, pero que los mercados disponen. Ha de ser frustrante constatar cómo el arriesgar a seguir bajando tasas a pesar de las evidentes presiones inflacionarias, con el fin de evitar una pronunciación de la caída de la economía, no se ve acompañada por una baja en las tasas de interés de largo plazo, pues los inversionistas de esos bonos no están dispuestos a correr los cinco riesgos mencionados arriba.
Y allí está el detalle; si las tasas de interés de largo plazo no bajan, entonces por mucho que se esfuerce Banxico en bajar su tasa de corto plazo, los esfuerzos monetarios por reactivar la economía serán muy poco útiles. Los bonos de largo plazo son los que determinan las tasas de nuestras hipotecas, de nuestros créditos automotrices, de los préstamos a las empresas, la liquidez del sistema, si los bonos de largo plazo siguen sin bajar sus tasas de interés, la reactivación económica va a ser más lenta todavía.
Más vale que Banxico se apure a convencer a esos rejegos bonos que los riesgos aquí enunciados no son tan graves como ellos piensan, porque la verdad es que a Banxico le queda muy poco espacio para seguir bajando tasas: la tasa este viernes va a amanecer a 5.25%, y la inflación ya está en 6.17%, si bien las expectativas para los próximos 12 meses andan en 4.5%. Si las expectativas de inflación siguen subiendo como hasta ahora, y llegan a 5%, la tasa de interés en México podría ser cero o negativa. Y en el pasado, cuando eso ha ocurrido, los mexicanos han corrido a comprar dólares.
¿Qué nos están diciendo los bonos de largo plazo? Varias cosas preocupantes:
1) La primera y más grave es que no creen que la política de reducción de tasas de Banxico sea sostenible, y por lo tanto o se abstiene de seguir bajando en los próximos meses, o va a tener que volver a subir. Usualmente, si las tasas de interés de corto plazo se mueven, las de largo plazo se mueven en el mismo sentido y en una proporción similar. Esto no ha sucedido en México y las últimas 175 centésimas de recortes de la tasa de corto plazo por parte de Banxico no se han visto acompañadas de bajas en las tasas de largo plazo. Esto se conoce como un “empinamiento de la curva”, y las curvas por lo general se empinan cuando las tasas de interés van a subir, no cuando están bajando, que es justo lo que Banxico quiere hacer;
2) La principal razón por la que los bonos de largo plazo no le creen a Banxico es porque la inflación no cede. Ni el virus letal de la profunda recesión económica mexicana ha podido mancillar la inflación local. Los datos de inflación de abril fueron de plano muy malos; la inflación, de 0.35%, fue mayor que la de marzo y mayor que la del mes de abril desde 2005. La tasa anual volvió a treparse a 6.17%. Los bonos de largo plazo no dan crédito: la economía se cayó más de 8% en el primero y segundo trimestre, el gobierno tiene congelados los precios de gas, gasolina y electricidad, el peso se ha fortalecido recientemente, ¡y la inflación no cede! Por esa razón, las tasas de interés de largo plazo no están bajando;
3) Pero hay más; hay problemas crediticios en el mercado que se pueden volver sistémicos. Si bien el Gobierno Federal, a través de la SHF, ha tratado de aislar al sector de Sofoles hipotecarias de los avatares de Metrofinanciera y Crédito y Casa, los dos intermediarios en etapa terminal, no ha podido lograr que la confianza regrese al mercado de emisiones primarias, y las renovaciones de papel en el secundario, a pesar de las garantías de Nafin, no son ajenas a dificultades continuas. Hasta ahora parece que los problemas de Metrofinanciera y Crédito y Casa, junto con problemas con liquidez estrecha (Comercial Mexicana, Cemex, Axtel, etcétera) no se trasladarán al mercado en general, pero los bonos de largo plazo están pagando por ver;
4) Las perspectivas del crédito soberano de México a largo plazo se han complicado. Esta semana S&P redujo el estatus de la calificación mexicana de “estable” a “negativo”, y Fitch y Moody’s, las otras calificadoras, probablemente sigan los mismo pasos. La razón es simple, la profunda crisis económica ha reducido de manera dramática los ingresos fiscales del gobierno, el IVA, el ISR y el IETU están cayendo a tasas superiores al 15-20%, con el consecuente deterioro en la calificación de la deuda soberana. De concretarse una reducción unánime de la perspectiva de la calificación soberana mexicana, el costo del crédito para México se encarecerá, y es justo esa perspectiva la que está impidiendo que las tasas de interés de largo plazo en México desciendan en la medida y con la rapidez que Banxico está indicando;
5) Finalmente, si una combinación de los factores anteriormente mencionados se materializa (u otros aquí no contemplados, como un uso extensivo de las líneas del FMI) entonces el tipo de cambio podría sufrir perturbaciones contrarias al peso, impidiendo que las tasas de interés de largo plazo bajen, o incluso induciéndolas a aumentar.
Banxico sabe muy bien que su Junta de Gobierno propone, pero que los mercados disponen. Ha de ser frustrante constatar cómo el arriesgar a seguir bajando tasas a pesar de las evidentes presiones inflacionarias, con el fin de evitar una pronunciación de la caída de la economía, no se ve acompañada por una baja en las tasas de interés de largo plazo, pues los inversionistas de esos bonos no están dispuestos a correr los cinco riesgos mencionados arriba.
Y allí está el detalle; si las tasas de interés de largo plazo no bajan, entonces por mucho que se esfuerce Banxico en bajar su tasa de corto plazo, los esfuerzos monetarios por reactivar la economía serán muy poco útiles. Los bonos de largo plazo son los que determinan las tasas de nuestras hipotecas, de nuestros créditos automotrices, de los préstamos a las empresas, la liquidez del sistema, si los bonos de largo plazo siguen sin bajar sus tasas de interés, la reactivación económica va a ser más lenta todavía.
Más vale que Banxico se apure a convencer a esos rejegos bonos que los riesgos aquí enunciados no son tan graves como ellos piensan, porque la verdad es que a Banxico le queda muy poco espacio para seguir bajando tasas: la tasa este viernes va a amanecer a 5.25%, y la inflación ya está en 6.17%, si bien las expectativas para los próximos 12 meses andan en 4.5%. Si las expectativas de inflación siguen subiendo como hasta ahora, y llegan a 5%, la tasa de interés en México podría ser cero o negativa. Y en el pasado, cuando eso ha ocurrido, los mexicanos han corrido a comprar dólares.
domingo, 17 de mayo de 2009
Elogio de Mario Benedetti
La poesía en castellano le debe mucho a Mario Benedetti: le debe lectores.
Debo aceptar que nunca, ni siquiera en la edad que debería de haberme gustado, me gustó. Demasiado cursi, demasiado elemental, demasiado sencillo y predecible, con esa extrema facilidad que tiene mucha de la poesía de Sudamérica.
Y sin embargo, Benedetti es un escritor y un poeta intachable: su prosa al servicio de la justicia y la igualdad, su militancia noble y perdurable, sus versos simples pero que hablan siempre de las cosas que importan.
Nada hay que reprocharle al gigante de Benedetti, quizá que para la literatura uruguaya su fama fue tan enorme que ocultó casi cualquier otra cosas que de allí surgiera. Pero nada más.
Si a mi en lo personal no ha sido nunca un poeta que me diga mucho, el problema es mío y no de Benedetti.
Pero en todo caso, quisiera aquí terminar este breve elogio con la idea que comencé. Benedetti, para muchos amigos que escriben o leen poesía, fue la puerta, el cancel que les dio entrada a la poesía, a la literatura y a la emoción que surge de las palabras. Sin Benedetti muchos de los poetas de cincuenta años y menores no habrían leído y escrito poesía, por Benedetti se llega tras un largo camino a Celán, a Pound, a Paz, a Francisco Cervantes, a Ted Hughes.
Hoy conocemos de la muerte de Benedetti, y muchas personas alrededor del mundo castellano abrirán sus libros y leerán sus versos, lo cual, dejando aparte la nota de tristeza íntima que para sus cercanos su desaparición significa, es algo bueno para el mundo.
viernes, 15 de mayo de 2009
Twixt infection & inflation (Columna de hoy en The News)
When Finance Secretary Agustín Carstens said at the onset of the U.S. economic meltdown that Mexico's strong financial position assured that the local economy would only suffer a "mild cold," he never imagined his comment would become literally true. Since then, viral metaphors have been used regularly to describe what is going on with our ailing economy.
The economy plunged an ugly 10.1 percent in the first two months of the year, and although March data will show a milder decline (probably around 4 percent), that will be due to the favorable placement of Easter. All in all, GDP in the first quarter likely contracted at a rate of 8.1 percent versus the same period a year ago.
Now let's look at April. It was already bad that April would suffer from the unfavorable side of the Easter effect. That alone would have put April's data down at least 12 percent versus April 2008. But the combined effects of Easter and the flu crisis will produce a horrible beginning to the second quarter.
What will the cost of influenza be? Let's do the math.
Mexico City and the State of Mexico, which were virtually shut down for five days during the emergency, account for nearly 32 percent of overall GDP. The hardest hit sectors of the economy were restaurants, bars and hotels (2.8 percent of GDP); entertainment and leisure (0.4 percent of GDP), and transportation, roads and storage (15.7 percent). The education sector (5 percent), which was shut down nationwide for two weeks, will not show a significant drop, since output is measured by wages paid.
There were some offsetting factors. Sectors such as retail (15.7 percent) had a bumper week thanks to panic purchases, and the health sector (2.8 percent) will be up for obvious reasons.
All in all, our estimates show that for a period of about seven days, Mexico's GDP shrank approximately 0.9 percent, which may be equivalent to about 117 billion pesos ($8.7 billion). Most of this will hit April's output, so expect the April GDP data to be down by at least 13 percent, though some of this effect will be felt in May and beyond. All in all, second quarter GDP seems likely to be off at least 8.7 percent, reducing first half growth to -8.4 percent.
If we want growth to be recover to less than -5 percent for the year, then GDP must not shrink more than 1.6 percent in the second half of the year. My estimate for the third quarter is for a decline of 4.8 percent and a least painful -0.3 percent for the last quarter of the year. That is a growth rate of -2.6 percent for the second half and annual rate of -5.5 percent for the year.
That sets the table for the Banco de MAcxico to slash interest rates by more than the 75 basis points expected by the consensus, right? Unfortunately, we don't think so.
The reason for this is that although on the infection side, the economy is fighting the influenza virus and the contagious U.S. recession, on the inflation front the recent slide of the peso, panic purchases at stores during the influenza emergency, and the lack of competitive markets in Mexico have stopped Banxico from reining in price increases.
The April data was just plain bad: inflation rose 0.35 percent, and is up 6.17 percent for the year. April's inflation was not only higher than March's, but it was the highest for any April since 2005. The recession has not killed the inflation virus in Mexico yet.
Faced with the resilience of inflation in Mexico, but aware also that despite the reduction of 175 basis points in short-term interest rates, long-term interest rates have not fallen accordingly, Banxico will exercise its only option.
It will lower rates, but only by 75 basis points, from 6 percent, to 5.25 percent, leaving very little space for further cuts.
That's because interest rates in Mexico are almost negative in real terms. With inflation expectations for the next 12 months hovering at around 4.0-4.5 percent, lowering rates below 4.5 percent will be dangerous for the peso as local investors may fly to the dollar.
Banxico wants to stop cutting rates before that happens.
The economy plunged an ugly 10.1 percent in the first two months of the year, and although March data will show a milder decline (probably around 4 percent), that will be due to the favorable placement of Easter. All in all, GDP in the first quarter likely contracted at a rate of 8.1 percent versus the same period a year ago.
Now let's look at April. It was already bad that April would suffer from the unfavorable side of the Easter effect. That alone would have put April's data down at least 12 percent versus April 2008. But the combined effects of Easter and the flu crisis will produce a horrible beginning to the second quarter.
What will the cost of influenza be? Let's do the math.
Mexico City and the State of Mexico, which were virtually shut down for five days during the emergency, account for nearly 32 percent of overall GDP. The hardest hit sectors of the economy were restaurants, bars and hotels (2.8 percent of GDP); entertainment and leisure (0.4 percent of GDP), and transportation, roads and storage (15.7 percent). The education sector (5 percent), which was shut down nationwide for two weeks, will not show a significant drop, since output is measured by wages paid.
There were some offsetting factors. Sectors such as retail (15.7 percent) had a bumper week thanks to panic purchases, and the health sector (2.8 percent) will be up for obvious reasons.
All in all, our estimates show that for a period of about seven days, Mexico's GDP shrank approximately 0.9 percent, which may be equivalent to about 117 billion pesos ($8.7 billion). Most of this will hit April's output, so expect the April GDP data to be down by at least 13 percent, though some of this effect will be felt in May and beyond. All in all, second quarter GDP seems likely to be off at least 8.7 percent, reducing first half growth to -8.4 percent.
If we want growth to be recover to less than -5 percent for the year, then GDP must not shrink more than 1.6 percent in the second half of the year. My estimate for the third quarter is for a decline of 4.8 percent and a least painful -0.3 percent for the last quarter of the year. That is a growth rate of -2.6 percent for the second half and annual rate of -5.5 percent for the year.
That sets the table for the Banco de MAcxico to slash interest rates by more than the 75 basis points expected by the consensus, right? Unfortunately, we don't think so.
The reason for this is that although on the infection side, the economy is fighting the influenza virus and the contagious U.S. recession, on the inflation front the recent slide of the peso, panic purchases at stores during the influenza emergency, and the lack of competitive markets in Mexico have stopped Banxico from reining in price increases.
The April data was just plain bad: inflation rose 0.35 percent, and is up 6.17 percent for the year. April's inflation was not only higher than March's, but it was the highest for any April since 2005. The recession has not killed the inflation virus in Mexico yet.
Faced with the resilience of inflation in Mexico, but aware also that despite the reduction of 175 basis points in short-term interest rates, long-term interest rates have not fallen accordingly, Banxico will exercise its only option.
It will lower rates, but only by 75 basis points, from 6 percent, to 5.25 percent, leaving very little space for further cuts.
That's because interest rates in Mexico are almost negative in real terms. With inflation expectations for the next 12 months hovering at around 4.0-4.5 percent, lowering rates below 4.5 percent will be dangerous for the peso as local investors may fly to the dollar.
Banxico wants to stop cutting rates before that happens.
jueves, 14 de mayo de 2009
Del productor de "El Catarrito", ahora para ustedes "Ya pasó lo peor"
Lo he escrito ya en mis columnas, y lo dije varias veces cuando aún estaba en la radio: el segundo trimestre va a ser tan malo o peor que el primer trimestre, y la razón por la cual el tercero y cuarto trimestres se van a ver mejor es por la pura base de comparación.
De eso, a festinar que ha pasado ya lo peor, y echar campanas al vuelo de que vamos a crecer 5% en el 2011, hay mucha distancia.
Se extraña un poco de mesura, un poco más de seriedad, un poco más de credibilidad en la máxima autoridad financiera del país.
Les dejo estos breves párrafos de lo que aparecerá mañana en The News:
"All in all, our estimates show that for a period of about seven days, Mexico’s GDP took a hit of approximately 0.9% of GDP, which in current pesos may be equivalent to about 117 bln pesos, or about USD$ 8.7 bln. Most of this will be taken off from April’s output, so expect the April GDP data to be down by at least 13%, but some of this effect will be felt in May and beyond in the quarter. All in all, second quarter GDP seems to be off at least 8.7%, which will bring the first half of the year down 8.4%.
"If we want GDP growth to be down less than 5% for the whole 2008, then GDP must drop less than 1.6% in the second half of the year. My estimate for the third quarter is for a decline of 4.8% and a small negative of 0.3% for the last quarter of the year. That is a growth rate of -2.6% for the second half and thus a rate of 5.5% for the whole 2009."
miércoles, 13 de mayo de 2009
¿Virus de la influenza se debió a un error humano?
Vean este link publicado por Bloomberg, en donde se sugiere que el virus de la influencia cuina pudo haber sido el resultado de un error humano.
Paul Eluard, el poeta francés que mejor supo lo que significaba el surrealismo, dijo alguna vez: "existen otros mundos, pero están en este". En otras palabras, difícilmente la ficción puede superar a la realidad. esta noticia es mejor que cualquier guión de película.
Paul Eluard, el poeta francés que mejor supo lo que significaba el surrealismo, dijo alguna vez: "existen otros mundos, pero están en este". En otras palabras, difícilmente la ficción puede superar a la realidad. esta noticia es mejor que cualquier guión de película.
¿Qué Nos Están Diciendo Los Bonos de Largo Plazo?
Algo preocupante está pasando en el mercado mexicano: a pesar de que el Banco de México está baje y baje la tasa de interés de referencia, y seguramente este viernes la reducirá otras 75 centésimas, de 6.0% a 5.25%, las tasas de interés de largo plazo no sólo no están bajando, sino que han subido en los días previos a la decisión del Banxico.
¿Qué nos estás diciendo los bonos de largo plazo? Varias cosas preocupantes: (¡chan chan chan chan!, el resto del artículo en "El Semanario" de esta semana)
¿Qué nos estás diciendo los bonos de largo plazo? Varias cosas preocupantes: (¡chan chan chan chan!, el resto del artículo en "El Semanario" de esta semana)
viernes, 8 de mayo de 2009
Swine-nonomics II: Why Mexicans Die of Influenza? (Columna para The News, que no se publicó)
It was Chicago University professor, Gary Becker, who first brought economics into every day topics. When we get married, when we cheat on an exam at school, when we have children, whether we go to the doctor or not when we have a cold, whether we take some time off to go to the hospital when we have a high fever, we are constantly taking economic decisions at the very micro level.
Professor Becker ended up receiving the Nobel Prize on Economics, and the recent fame and reputation of American economists Stephen Dubner and Steven Levitt (the guys from Freakonomics) is directly tributary to Becker’s work and research.
Yes, why Mexicans have died while influenza patients elsewhere have only experienced moderate nuisances can be explained (at least partially) by economics.
Of course that richer countries such as Canada and the US enjoy better and more sophisticated health systems and hospital networks, but that is not the main reason why Mexicans died during the current outbreak. If there is not a clinical-biological reason (i.e. the virus are different) why patients died this side of the Rio Grande but not on the other side, then the reason is economics.
The most brought up answer for this particular question is: Mexican patients who died influenza took too long in checking into the hospital. The reason for this is strictly economics: going to the doctor is much more expensive in Mexico than it is elsewhere in North America, and that is precisely the reason why Mexicans medicate themselves.
I can think of at least the following reasons why going to the doctor is very expensive in Mexico:
a) Mexicans are poorer overall, and this means that an hour off their jobs to go to the doctor represents a higher portion of their monthly income than it does for Americans or Canadians,
b) Mexico’s economy suffers from a disproportionally large “informal” economy run mostly by liquid cash. This means that an hour off their street shops to see the doctor reflects immediately in a loss of income. In a formal economy, with jobs markets regulated by contracts and electronic transfer payments it is easier to take time off to see the doctor without losing monetary revenues. That is also the reason why the Mexico City government was able to shut down restaurants but not move street vendors off their locations, with the consequences on the effectiveness of the precautionary health measures,
c) So taking an hour off to see the doctor is more expensive than it is in the US. Now take this into consideration: for the average Mexican, being consulted by a doctor at the IMSS-ISSSTE public health network may take precious critical hours. Just read the sad accounts at this week’s Proceso magazine of the patients who died because they were admitted to hospitals days after they first sought to check in. We may hire a consultant in order to measure how long Mexico’s public health system takes to check a patient for the first time, but Mexicans can tell you better: it just takes too long, so long that the revenue (monetary or other) lost in going to the doctor is just too high and is easier to self medicate or procrastinate on your doctor check up,
d) Mexico’s public health system is in shambles overall, and the discomfort suffered every time a Mexican goes to the doctor is also a cost that enters into the equation every time a Mexican with a cold and high fever decides to self medicate or wait until she feels better,
e) In a humungous metropoly such as Mexico City, going to a hospital, even a private hospital, may be extremely time consuming.(now that we know the elevated cost of influenza, this will be less of a factor in the future)
As a result, Mexicans are not used going to the doctor when they feel sick. It really caught my attention when I lived and worked in the US as an economic consultant that Americans drive to the doctor whenever they sneezed (and the saying goes, when the US sneezes, Mexico catches pneumonia, never as literal!).
Why if, as all data suggests, the influenza virus struck Mexico and the US almost at the same time so it caught populations off guard on an equal basis, patients died this side of the Rio Bravo, but not in the US? My economic sixth sense tells me that it was a matter of the the high cost of going to the doctor in Mexico. More on Swine-nonomics III.
Professor Becker ended up receiving the Nobel Prize on Economics, and the recent fame and reputation of American economists Stephen Dubner and Steven Levitt (the guys from Freakonomics) is directly tributary to Becker’s work and research.
Yes, why Mexicans have died while influenza patients elsewhere have only experienced moderate nuisances can be explained (at least partially) by economics.
Of course that richer countries such as Canada and the US enjoy better and more sophisticated health systems and hospital networks, but that is not the main reason why Mexicans died during the current outbreak. If there is not a clinical-biological reason (i.e. the virus are different) why patients died this side of the Rio Grande but not on the other side, then the reason is economics.
The most brought up answer for this particular question is: Mexican patients who died influenza took too long in checking into the hospital. The reason for this is strictly economics: going to the doctor is much more expensive in Mexico than it is elsewhere in North America, and that is precisely the reason why Mexicans medicate themselves.
I can think of at least the following reasons why going to the doctor is very expensive in Mexico:
a) Mexicans are poorer overall, and this means that an hour off their jobs to go to the doctor represents a higher portion of their monthly income than it does for Americans or Canadians,
b) Mexico’s economy suffers from a disproportionally large “informal” economy run mostly by liquid cash. This means that an hour off their street shops to see the doctor reflects immediately in a loss of income. In a formal economy, with jobs markets regulated by contracts and electronic transfer payments it is easier to take time off to see the doctor without losing monetary revenues. That is also the reason why the Mexico City government was able to shut down restaurants but not move street vendors off their locations, with the consequences on the effectiveness of the precautionary health measures,
c) So taking an hour off to see the doctor is more expensive than it is in the US. Now take this into consideration: for the average Mexican, being consulted by a doctor at the IMSS-ISSSTE public health network may take precious critical hours. Just read the sad accounts at this week’s Proceso magazine of the patients who died because they were admitted to hospitals days after they first sought to check in. We may hire a consultant in order to measure how long Mexico’s public health system takes to check a patient for the first time, but Mexicans can tell you better: it just takes too long, so long that the revenue (monetary or other) lost in going to the doctor is just too high and is easier to self medicate or procrastinate on your doctor check up,
d) Mexico’s public health system is in shambles overall, and the discomfort suffered every time a Mexican goes to the doctor is also a cost that enters into the equation every time a Mexican with a cold and high fever decides to self medicate or wait until she feels better,
e) In a humungous metropoly such as Mexico City, going to a hospital, even a private hospital, may be extremely time consuming.(now that we know the elevated cost of influenza, this will be less of a factor in the future)
As a result, Mexicans are not used going to the doctor when they feel sick. It really caught my attention when I lived and worked in the US as an economic consultant that Americans drive to the doctor whenever they sneezed (and the saying goes, when the US sneezes, Mexico catches pneumonia, never as literal!).
Why if, as all data suggests, the influenza virus struck Mexico and the US almost at the same time so it caught populations off guard on an equal basis, patients died this side of the Rio Bravo, but not in the US? My economic sixth sense tells me that it was a matter of the the high cost of going to the doctor in Mexico. More on Swine-nonomics III.
jueves, 7 de mayo de 2009
José Emilio Pacheco Recibe El "Reina Sofía"
Cuando llegué aquí a la Cd de México, tenía 18 años, y no conocía a nadie. Acababa de pasar el peor momento de mi vida hasta la fecha, la muerte de mi madre, y estaba sólo en medio de esta ciudad maravillosa y horrible. De mi casa me había traído un sólo volumen: la segunda edición de "No me preguntes como pasas el tiempo", de José Emilio Pacheco.
Pacheco es para mí, no un poeta, sino un compañero. Su poesía, como queda patente en este blog, me ha acompañado siempre, como mis ojos y mis manos, como mi angustia, como la voz de Lola Beltrán, como la nostalgia por mi madre y mi padre.
Esta mañana me entero que José Emilio Pacheco ha recibido el premio Reina Sofía, que otorga la Universidad de Salamanca. Eso es bueno, habrá más lectores, y si hay más gente en el mundo que lee a José Emilio Pacheco, creo que este mundo puede mejorar un poquito, así que algo bueno debe de tener este premio, además del chequecín que Don José Emilio va a recibir.
Eso sin embargo, no cambia nada para mí. Ojalá que con el premio más gente conozca a Pacheco, y que sienta, como yo cuando lo conocí a los 16 años, la mezcla de brutal pesimismo, vaga esperanza, cortante inteligencia y dulce música de esta poesía que es para mí, parte indisoluble de mi vida...
Felicidades maestro.
miércoles, 6 de mayo de 2009
Aaaaachúuuu
Pido disculpas anticipadas por el titulo tan sangrón, pero luego de un confinamiento tan largo, la secuela que dejan tantos días de guardar es inevitable. Como inevitable es dedicar esta columna al tema de la influenza y sus efectos sobre la economía en el corto y mediano plazo. Además un título así difícilmente pasa desapercibido y me interesa tener la oportunidad de discutir con los lectores los temas siguientes.
Luego del pánico inicial, y tras de hacernos consientes de que el mal no es mortal, y que puede ser tratado de manera relativamente sencilla con la medicina adecuada, lo que hemos visto durante la reclusión sanitaria a la que los mexicanos nos vimos forzados por el azote de este microbio porcino, es digno de comentarse-
1 Vamos a dejar pasar la gran oportunidad para reformar el sistema de salud del país: para mí, una vez que se contenga la epidemia, esta es la principal preocupación. Estoy seguro que la clase política va a dejar pasar esta oportunidad de oro para transformar de manera radical el sistema de salud del país debido a la estrategia de corto plazo de las elecciones de julio.
¿O acaso queda alguna mínima duda de que la pobre salud de nuestro sistema de salud fue lo que causó que decenas de personas murieran de Influenza porcina?
Una de las imágenes más vergonzosas de esta crisis ha sido ver a los periodistas extranjeros preguntando: ¿y por qué en México se está muriendo la gente, y en otros países no?
La respuesta más factible a lo anterior es sin duda, que los pacientes tardaron demasiado tiempo en acudir al médico y se automedicaron o no se trataron como se debía. Esta es la respuesta inmediata, pero la verdadera respuesta tiene que satisfacer esta pregunta: ¿por qué los mexicanos nos automedicamos, por qué preferimos esperar a que se nos pase la gripa antes que ir al médico, por qué, a diferencia de otros países nuestra primera reacción no es correr a ver al médico para curarnos?
La respuesta seguramente tiene que ver con una decisión netamente económica: ¿cuánto tiempo, dinero y comodidad voy a sacrificar por ir al IMSS-ISSSTE y ver al doctor para que me atienda? La respuesta tiene que ser, el sacrifico debe de ser muy alto si estoy dispuesto a dejar pasar muchos días sintiéndome extremadamente mal. O en todo caso, si no tnengo IMSS-ISSSTE y no tengo suficientes ingresos, el costo de un doctor en México es muy alto y no lo voy a pagar si es un catarrito que se pasa pronto.
Las autoridades, la más alta, debe de tomar en cuenta lo siguiente: ésta es una oportunidad única, que no se va a volver a repetir, para cambiar el sistema de salud en México. La población tiene extremadamente claro que si la red hospitalaria pública del país hubiera sido ágil, eficiente, sin tener qué hacer horas de cola para que se les suministrara una pastilla de Tamiflú, nos hubiéramos ahorrado decenas de fatalidades.
Si hoy el gobierno en este momento dijera: ¿están dispuesto a incurrir en costos con tal de tener hospitales del IMSS y del ISSSTE más limpios, más médicos, más medicinas, y menores tiempos de espera para tener las consultas? La respuesta sería un abrumador sí, y una reforma del sector salud general y, si se diseña bien, sería una reforma histórica, tan histórica como la que creo al IMSS y al ISSTE hace más de medio siglo. Temo sin embargo que esta oportunidad de oro la vamos a dejar pasar, por motivos que no voy a tratar aquí.
2 Fábula del estornudo y la pulmonía (pasando por el catarrito)
La verdad es que nuestro Secretario de Hacienda no se lo merece, pero su caracterización de la actual crisis económica cuando esta despuntaba, como un mero malestar ha tenido la desgracia de ser, no únicamente desafortunada (como él mismo lo admitió ya, caballerosamente), sino mucho peor, se ha vuelto literal.
Las metáforas virales para describir la economía entre México y los Estados Unidos han sido comunes. Se ha dicho siempre que si Estados Unidos estornudaba a nosotros nos daba neumonía. Se suponía que tal frase era un eufemismo económico, pero estos días nos han mostrado que tal frase es clínicamente literal.
Lo peor es que nos está lloviendo sobre mojado: la economía ya estaba postrada con una fiebre de -8% en el primer trimestre del año, cuando llego la influenza
¿Cuánto nos va a costar esta neumonía literal a la economía que ya de por sí tenía una fiebre espantosa?
El DF y el Estado de México, junto con San Luis Potosí, que son las áreas más afectadas del país, representan cerca del 32% del PIB nacional. Los sectores más afectados han sido: restaurantes, bares y hoteles (2,761% del PIB); entretenimiento y recreación (0,39% del PIB); y Transportes, Carreteras y Almacenamiento (15,69% del PIB).
Para los dos primer sectores las pérdidas durante una semana o más han sido fatales, mientras que para el último sector listado la afectación ha sido sobre todo en el subsector de Transporte.
No todos pierden sin embargo, y el sector Servicios de Salud (2,77% del PIB) ha tenido un auge espectacular durante la emergencia.
Con los supuestos anteriores, el costo de la emergencia sanitaria para el país será de cerca de 1,1% del PIB, equivalente a casi 130 mil millones de pesos corrientes, costo que se concentrará sobre todo en el mes de abril, y ya menguado, en mayo.
martes, 5 de mayo de 2009
Obama va a vacunar contra la Influenza ¿Y nosotros, apá?
No hay mucho que agregar al humor involuntario con el que el gobierno de México se alaba a sí mismo por su rol en la emergencia sanitaria creada por la Influenza porcina.
Pero vean la siguiente nota del Washington Post:
"The Obama administration is considering an unprecedented fall vaccination campaign that could entail giving Americans three flu shots -- one to combat annual seasonal influenza and two targeted at the new swine flu virus spreading across the globe."
"...Experts in and out of the administration are evaluating a raft of complicated issues, including who ought to receive an inoculation against the swine flu and whether private vaccine makers can simultaneously manufacture the standard 180 million doses as well as up to 600 million rounds of the new vaccine."
Obama ya está empezando a planear tres vacunas contra la influenza en el otoño, y mientras nosotros presumimos 1 millón de dosis para 105 millones de habitantes, los Estados Unidos van a enfrentarla epidemia con 180 millones de dosis para 230 millones de habitantes.
En salud, como en ningún otro lado, es mejor prevenir que lamentar. Ellos previenen, nosotros lamentamos (aunque algunos presuman nuestros muertos).
La liga a la nota del Post esta aquí.
Pero vean la siguiente nota del Washington Post:
"The Obama administration is considering an unprecedented fall vaccination campaign that could entail giving Americans three flu shots -- one to combat annual seasonal influenza and two targeted at the new swine flu virus spreading across the globe."
"...Experts in and out of the administration are evaluating a raft of complicated issues, including who ought to receive an inoculation against the swine flu and whether private vaccine makers can simultaneously manufacture the standard 180 million doses as well as up to 600 million rounds of the new vaccine."
Obama ya está empezando a planear tres vacunas contra la influenza en el otoño, y mientras nosotros presumimos 1 millón de dosis para 105 millones de habitantes, los Estados Unidos van a enfrentarla epidemia con 180 millones de dosis para 230 millones de habitantes.
En salud, como en ningún otro lado, es mejor prevenir que lamentar. Ellos previenen, nosotros lamentamos (aunque algunos presuman nuestros muertos).
La liga a la nota del Post esta aquí.
sábado, 2 de mayo de 2009
Barack Obama Es Mi Escolta Aérea
Es en serio.
Este 16 de marzo veníamos de Montreal. Se supone que debíamos de salir a las 8:15 de la mañana de Dorval, y llegar a México a las 12:00. Todo estaba perfecto. Yo llegaría directo a MVS 102.5 a dar mi comentario diario sobre economía y finanzas, y luego tenía una cita con Mitsui y otra con "los Juanes".
Pero ya desde Montreal las cosas fueron complicándose. Primero nos dijeron que como Obama llegaba a la misma hora que nosotros, nos iban a retrasar el vuelo 50 minutos. Salimos con una hora de retraso. Ya en el aire, o nosotros volamos muy rápido, u Obama se enlenteció. El caso es que cuando ya sobrevolábamos México, disminuimos la velocidad, y al llegar al Valle de México, de plano nos pusimos a dar vueltas.
En el aire nos dijeron que Obama estaba aterrizando y el aeropuerto estaba cerrado a todos los vuelos. Eramos 20 aviones sobrevolando la Cd de México esperando a que Obama despejara la cancha. Estuvimos 40 minutos dando vueltas al DF, hasta que al fin nos dejaron aterrizar.
Yo quiero creer que Barack Obama nos iba abriendo paso, escoltándonos.
Hubo una pequeña recompensa: aterrizamos y nos estacionamos justo al lado del Air Force One y la caballería aérea del Presidente de los Estados Unidos. Pudimos ver el avión a un ladito nuestro, y antes de entrar a la terminal, le pude tomar esta foto, como constancia del motivo de nuestro retraso al llegar.
viernes, 1 de mayo de 2009
Adiós a Claudia y Miguel Angel, un abrazo
Hoy tuve la triste sorpresa de enterarme que los encargados del programa "Segunda Emisión" de Noticias MVS, mis queridos Claudia Franco y Miguel Angel Fernandez, transmitían el programa por última vez. Yo llegue al programa por mi amiga Jessica Miranda, y la comunicación con Claudia y Miguel Angel fue inmediata y alegre. Nos hicimos muy buenos amigos muy pronto y me divertí enormemente en cada día que me toco, ya sea en cabina o por teléfono, participar en su programa.
Por razón y decisión de MVS, Claudia y Miguel Angel dejan la "Segunda Emisión". Yo desconozco qué vaya a ocurrir con mi sección "Dinero LLama a Dinero", pero independientemente de lo que ocurra, este post es para confirmarles a Miguel Angel y Claudia mi cariño y amistad, y decirles que los amigos lo son más allá de empresas y avatares.
Sé que se regresan a su muy querida Tijuana, y sé también que, estén donde estén, les va a ir cada vez mejor. Un abrazo afectuoso a ambos y tengan por seguro que nos veremos.
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