Yo, Manuel Bartlett, en plenitud de mis facultades (y ante la ausencia de facultades de los de enfrente) por medio de la presente declaro:
--Que dejaré de pisar y comenzaré a honrar la memoria de Francisco Javier Ovando y Román Gil, quienes murieron asesinados mientras yo era Secretario de Gobernación, cuatro días antes de que el voto de los mexicanos hiriera de muerte al PRI
--Que me hincaré ante Luis del Arco y pediré perdón por ser el Secretario de Gobernación cuando su hijo Ernesto del Arco, junto con sus amigos Jose Luis García, Jorge Flores y Jesús Vargas fueron asesinados mientras repartían propaganda en la noche de México DF, defendiendo la democracia a la cual siempre me opuse.
--Que daré cuenta de los muertos y desaparecidos que en 1988 cayeron luchando por la democracia.
--Que acepto que como Secretario de Gobernación con Miguel de la Madrid, y después como Secretario de Educación hice todo lo posible para que la izquierda no avanzara en México
--Confieso que Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, apoyado por millones de mexicanos alegres, que soñaron con un país libre y democrático, que creyeron en sus líderes de izquierda, y abrevando en las mejores tradiciones de lucha e igualdad de los mexicanos ganó la elección el 2 de julio de 1988.
--Confieso que yo tiré el sistema el 2 de julio de 1988 para evitar que ese México ganara
--Confieso que cometí el mayor fraude electoral en la historia de México para hacer que el peor asesino, el peor economista y el más corrupto de los titulares del ejecutivo que tuvo el PRI, usurpara el poder.
--Que hice todo lo posible para que la democracia no llegara a México, que hice todo lo posible para que el PRI fuera eterno como la ambición de sus élites, que creí fervientemente que la democracia era un peligro para México y que estuve convencido que los mexicanos no estaban listos para la democracia y que debían de ser guiados por las élites del PRI por siempre.
Yo Manuel Bartlett por este medio renuncio a ser Manuel Bartlett, renuncio a ser todo lo que fui, a toda mi historia, porque solo así puedo aspirar a entrar en esa exclusivo grupo multitudinario de mujeres y hombres libres, sencillos, de izquierda, que han luchado por años por la democracia y la igualdad, y ante quienes con vergüenza y humildad solicito me consideren uno de los suyos.
--Que dejaré de pisar y comenzaré a honrar la memoria de Francisco Javier Ovando y Román Gil, quienes murieron asesinados mientras yo era Secretario de Gobernación, cuatro días antes de que el voto de los mexicanos hiriera de muerte al PRI
--Que me hincaré ante Luis del Arco y pediré perdón por ser el Secretario de Gobernación cuando su hijo Ernesto del Arco, junto con sus amigos Jose Luis García, Jorge Flores y Jesús Vargas fueron asesinados mientras repartían propaganda en la noche de México DF, defendiendo la democracia a la cual siempre me opuse.
--Que daré cuenta de los muertos y desaparecidos que en 1988 cayeron luchando por la democracia.
--Que acepto que como Secretario de Gobernación con Miguel de la Madrid, y después como Secretario de Educación hice todo lo posible para que la izquierda no avanzara en México
--Confieso que Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, apoyado por millones de mexicanos alegres, que soñaron con un país libre y democrático, que creyeron en sus líderes de izquierda, y abrevando en las mejores tradiciones de lucha e igualdad de los mexicanos ganó la elección el 2 de julio de 1988.
--Confieso que yo tiré el sistema el 2 de julio de 1988 para evitar que ese México ganara
--Confieso que cometí el mayor fraude electoral en la historia de México para hacer que el peor asesino, el peor economista y el más corrupto de los titulares del ejecutivo que tuvo el PRI, usurpara el poder.
--Que hice todo lo posible para que la democracia no llegara a México, que hice todo lo posible para que el PRI fuera eterno como la ambición de sus élites, que creí fervientemente que la democracia era un peligro para México y que estuve convencido que los mexicanos no estaban listos para la democracia y que debían de ser guiados por las élites del PRI por siempre.
Yo Manuel Bartlett por este medio renuncio a ser Manuel Bartlett, renuncio a ser todo lo que fui, a toda mi historia, porque solo así puedo aspirar a entrar en esa exclusivo grupo multitudinario de mujeres y hombres libres, sencillos, de izquierda, que han luchado por años por la democracia y la igualdad, y ante quienes con vergüenza y humildad solicito me consideren uno de los suyos.
1 comentario:
Antes muerto que perder la vida. para algo así se requiere dignidad... como saber si la conoce.
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