En el pináculo de la fama de Michael
Jordan, la revista Fortune hizo una estimación de la contribución del
deportista más famosa de la historia a la economía de los Estados Unidos. El
artículo, de junio de 1998, estimaba dicho valor en 10 mil millones de dólares
de aquellos años. En esa época dicho monto era equivalente por ejemplo a la
mitad del acervo de reservas internacionales del Banco de México (alrededor de
21 mil millones de dólares en esa época). Tal era el enorme valor de una sola
estrella del deporte.
¿Cuánto vale Juan Gabriel para la economía
mexicana, y para la economía de los Estados Unidos? Sería muy interesante
saberlo, y ojalá alguno de los medios especializados en economía y finanzas de
algún lado de la frontera se animara a hacer un estimado, porque el resultado
sería interesante.
No se trata de estimar la fortuna del
cantante. A lo largo de los años Juan Gabriel, el cantante que más ha vendido
en la historia del castellano, seguramente acumuló un acervo considerable. Lo
interesante sería saber cuánto vale.
El castellano es el segundo idioma más
importante por el número de hablantes nativos, detrás del mandarín, y es el
idioma que más nuevos aprendices añade año con año. El castellano está de moda
en el mundo, y el dinamismo de su cultura y de la economía de sus países atrae
a muchos nuevos estudiantes en fechas recientes. Si la importancia del
castellano es tan grande, seguramente el cantante que más se ha escuchado en
ese idioma en las últimas décadas representa un factor económico muy importante
en esos países.
El mayor país castellano parlante del
mundo es por mucho México, con más de 120 millones de hablantes. El país que le
sigue son los Estados Unidos, con 52 millones de acuerdo con ciertas
estimaciones, proseguido de Colombia con 48.4 millones; España, con 47.8
millones; y Argentina con 43 millones de hablantes.
Por décadas, el cantante más famoso del
castellano en México, Estados Unidos, y quizá Colombia, fue Juan Gabriel. En España
directamente no fue tan famoso como en éstas latitudes, pero indirectamente, a
través de Rocío Durcal, de Isabel Pantoja y otras y otros, sus canciones
generaron millones en regalías, ventas y conciertos. Si contamos que en
economías de menor tamaño, como Chile, las de centoamérica, Perú y Venezuela,
Juan Gabriel fue enormemente popular y un gigantesco vendedor de discos durante
décadas, probablemente la economía de Juan Gabriel: formado por un cúmulo de
regalías, ventas de discos legales e ilegales, videos, presentaciones,
conciertos imitaciones, imágenes y libros a lo largo del mundo castellano
parlante, sea bastante considerable.
De acuerdo con Billboard, las
reproducciones de canciones de Juan Gabriel en YouTube a partir de su muerte
pasaron de 4.4 millones a 52.9 millones , un incremento superior al 1000%, al
igual que las ventas de sus discos. De acuerdo con algunos reportes la fortuna
personal de Juan Gabriel podría oscilar entre los 30-45 millones de dólares.
Algo considerable pero nada comparable a lo que acumulan las estrellas de la
música angloparlante. Pero seguramente el tamaño de la economía Juan Gabriel
sea varias decenas, o centenas de veces ese valor. Seguramente la contribución
de la música y la figura de Juan Gabriel a las economías de los distintos
países castellano parlantes no se compare con ningún otro artista.
De acuerdo con Polistar, un medio
especializado en conciertos, Juan Gabriel era el sexto mayor generador de
ingresos en cada evento, detrás de Madona, Bruce Springsteen y otros. Esa parte
de la economía de Juan Gabriel se ha extinguido con el fallecimiento del
artista, y todo lo que esa actividad generaba a lo largo de Hispanoamérica
llegó a un súbito y brutal fin con su desaparición.
Pero el legado de Juan Gabriel, su obra y
su historia de vida son un capital que seguirá generando ingresos para muchas
economías. Las regalías seguirán produciendo, los videos seguirán rindiendo,
habrá libros, películas y series. La industria, si bien disminuida por la
muerte del Divo, seguirá adelante.
Pero la aportación de Juan Gabriel es más
compleja que pesos y centavos. Juan Gabriel se convirtió a lo largo de los
años, y perdurará, como un bien cultural de México y del castellano, que contribuirá
a lo que los politólogos llaman “poder suave”, a esa presencia de México en el
mundo no a través de su economía o su poder militar, sino a través de sus
bienes intangibles: la cultura y el idioma.
Juan Gabriel y su música asegurarán, como
Carlos Gardel aún lo hace para la Argentina, una permanencia en la cultura del
castellano y quizá otras lenguas durante muchos años. Juan Gabriel pertenece al
poder suave de México. Algo tan importante como la diplomacia, Juan Gabriel
abrirá puertas, identificará a gente y culturas, será moneda de uso común por
muchos años entre economías de varios países, será la voz con la que México
hable al mundo sin que siquiera lo busquemos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario