domingo, 28 de diciembre de 2008

¡Que ya se acabe el 2008!


Hoy es 28 de diciembre, de 2008 para más señas, el año en que vivimos el fin de Wall Street, tal y como el centro financiero del mundo fue conocido durante los últimos 150 años.

Nadie este año ha permanecido ajeno a lo que ha acontecido en Wall Street, mi propio empleo está al borde de desaparecer, pues me tocó en suerte laborar en uno de los bancos peor manejados en esta crisis, pero bueno, eso me lo guardo para mi, ya veremos.

Estaba leyendo algunas notas electrónicas que recapitulan el desastre financiero de este año y quise escribir las siguientes reflexiones:

a) no fuimos pocos los que vimos venir lo que pasó, y lo que va a pasar, que va a ser arduo e ignoto. Jose y yo lo escribimos de manera repetida y consistente en "El Semanario", en donde Samuel García de manera amable y valerosa abrió las puertas para dos agoreros del desastre que al final tienen razón. Sin conocer a Rubini, Jose y yo diagnosticamos mucho de lo que pasó, si bien por supuesto Rubini fue más preciso al ver que el sector de las subprime sería el hoyo negro por donde haría implosión Wall Street.

b) siendo consecuente, yo me retiré del mercado hace dos años, me puse completamente líquido así que esta hecatombe bursátil, en donde los índices han perdido 40% o más, me encontraron completamente solvente y listo para entrar. Entré en septiembre, me metí 30% en sólo dos meses, hice un par de casques de fábula en Citi, AMX y Carso Telecomm, y vendí todo antes de irme de vacaciones la semana pasada. Estoy líquido de nuevo pues creo que este mercado, si bien ya no se va a derrumbar como se derrumbó, no va a dar mucho en los próximos meses.

c) antes, justo antes de que todo hiciera implosión, les envié un mensaje a mis amigos de Credit Suisse, Goldman Sachs y otros, avisándoles que venía el temporal. Me dijeron que estaba loco y que era un exagerado. Me pregunto cómo es posible (tengo varias hipótesis) que personas tan brillantes y perspicaces hayan sido tan lentas en darse cuenta cómo el mundo en el que vivían se derrumbaba a su alrededor.

Incluso con Goldman ya semi-comprado por el gobierno, mis amigos se negaban a aceptar que las cosas habían cambiado.

Wall Street ha cambiado para los próximos cincuenta años, en formas que aún no nos es dado ver. La banca ha cambiado, y eso da pie a la última reflexión;

d) es impresionante cómo el equipo de SHCP se ha negado a aceptar la realidad, cómo se negaban a evitar que el mercad de papel comercial se colapsara, a aceptar que el magro paquete fiscal que anunciaron no sirve para gran cosa, a imaginar salidas para ayudar a Chrysler, GM y Ford para que sigan produciendo en el país, a lanzar medidas para apoyar e empleo, a leer las líneas sencillas que dicen que estamos en medio de una recesión que es espantosa y que será peor.

Vamos a ver en donde aterrizamos en el 2009, pero por lo pronto, seguiremos pensando y debatiendo desde este ciber-espacio...

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