La escogí por el título y por la editorial: “La marrana negra de la literatura rosa”, en Sexto Piso. Y la verdad es que el resultado es sorprendente: Carlos Velázquez escribe algunas de las historias más cochinas y bien hechas de la literatura mexicana.
El libro está compuesta por cinco historias: hagan de cuenta la prosa de Juan Villoro escribiendo tramas de John Cleever en un bar de jotas en la Laguna, en Coahuila.
Carlos Velázquez es un moralista. Un moralista invertido en donde lo canónigo está dictado por lo que queda en los márgenes: jotas feas y abandonadas; gordos fofos sacados del orfanato; maridos de quinta atendidos por vestidas con envidia del útero; niños down que tocan cumbia en grupos punk; marranas ventrílocuas.
Hay una foto en la cuarta de forros de alguien que supongo que es Carlos Velázquez, si es él, parece más bien el guarro que escolta al exquisito marrano que escribe estas historias de personajes que Jean Genet hubiera envidiado, pero que vienen directitos de la tradición de Truman Capote, pero sobre todo, de John Cleever, escritos con la enjundia de Juan Gabriel salido de un taller literario de Juan Villoro, de donde salen penes cercenados, jotas tristes, mujeres castrantes y asesinas, niños con down de otro planeta muy cercano del rancho.
Hace rato ya que la literatura renuncio al Gran Relato. Ya nadie quiere escribir escribir Summas, como La Guerra y la Paz, La Muerte de Virgilio o Terra Nostra. El minimalismo en que se ha aposentado la literatura nos fuerza a leer historias mínimas de personajes nimios. Ya nadie quiere ser en México Carlos Fuentes (ni Carlos Fuentes mismo), y Roberto Bolaños ya se murió, con lo que nos quedan escritores que cuentan pequeñas cosas.
Por eso es de agradecer que salgan petardos como Carlos Velázquez: que ardan y se quemen en prosas breves pero incendiarias, absolutamente indecentes y burguesas de tan lumpens. Leán el libro, se van a entretener, que es lo mínimo que se le puede pedir a la buena literatura.
1 comentario:
Si la encuentras lee su Biblia Vaquera. Es todo eso que dices pero si lees bien también es muy humana.
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