Wall Street ha tenido el mejor inicio de año desde 1998, con los principales índices trepando más de 6% en los primeros dos meses del año. No únicamente eso, los principales indicadores económicos de los Estados Unidos han salido mejores a lo esperado, así sea ligeramente, compensando la lamentable recesión que regresa por Europa.
Los mercados por supuesto están celebrando por anticipado el regreso del crecimiento económico a la principal economía del mundo, y están apostando que las perturbaciones en Europa no serán lo suficientemente serias como para descarrilar la tímida recuperación que se asoma.
¿Es esta recuperación de deveras? Después de tantas salidas en falso ¿ahora si la mayor economía del planeta podrá regresar a la senda del crecimiento sostenido? No aún. No hasta que el sector inmobiliario se recupere en serio, y no hasta que Europa se encuentre con los dos pies fuera de la recesión.
Pero lo que los mercados están celebrando es que quizá todos los riesgos conocidos (y subrayo lo anterior, conocidos) están relativamente bajo control, y que no existe dentro del conjunto de esos riesgos, uno con capacidad de modificar la actual valuación de los activos del mercado.
¿Están leyendo los mercados bien al leerlo como se menciona en el párrafo anterior? Por supuesto que no, y por supuesto que es probable que uno de los riesgos conocidos, o peor aún, un riesgo fuera del radar, conculque el optimismo actual.
Pero no se trata de eso: los mercados tienen ganas de seguir subiendo, los inversionistas quieren creer que ahora si, existen razones para que los precios de las acciones avancen incluso ante valuaciones que ya empiezan a estirarse.
El petróleo en 120, los jefes de la FED dudando si revertir la política y subir las tasas en 2012, la posibilidad de que Apple no cumple con las amplias expectativas, Italia y España. Cualquiera de los factores anteriores puede darle un porrazo al mercado y desinflar el rally.
Pero no ocurrirá al menos en los próximos dos meses. El Dow intentará recuperar los 14 mil puntos, los cuales tocó apenas antes de desmoronarse en la víspera del estallido de la crisis hipotecaria de 2008-2009. Los mercados son supersticiosos, les gusta inventar historias y creerlas, y la historia del Dow en los 14,000 lo que quiere decir es: la peor crisis de los últimos 80 años ha sido ya olvidada. esa es la historia que tratarán de contar y de creer en los próximos meses.
Los mercados por supuesto están celebrando por anticipado el regreso del crecimiento económico a la principal economía del mundo, y están apostando que las perturbaciones en Europa no serán lo suficientemente serias como para descarrilar la tímida recuperación que se asoma.
¿Es esta recuperación de deveras? Después de tantas salidas en falso ¿ahora si la mayor economía del planeta podrá regresar a la senda del crecimiento sostenido? No aún. No hasta que el sector inmobiliario se recupere en serio, y no hasta que Europa se encuentre con los dos pies fuera de la recesión.
Pero lo que los mercados están celebrando es que quizá todos los riesgos conocidos (y subrayo lo anterior, conocidos) están relativamente bajo control, y que no existe dentro del conjunto de esos riesgos, uno con capacidad de modificar la actual valuación de los activos del mercado.
¿Están leyendo los mercados bien al leerlo como se menciona en el párrafo anterior? Por supuesto que no, y por supuesto que es probable que uno de los riesgos conocidos, o peor aún, un riesgo fuera del radar, conculque el optimismo actual.
Pero no se trata de eso: los mercados tienen ganas de seguir subiendo, los inversionistas quieren creer que ahora si, existen razones para que los precios de las acciones avancen incluso ante valuaciones que ya empiezan a estirarse.
El petróleo en 120, los jefes de la FED dudando si revertir la política y subir las tasas en 2012, la posibilidad de que Apple no cumple con las amplias expectativas, Italia y España. Cualquiera de los factores anteriores puede darle un porrazo al mercado y desinflar el rally.
Pero no ocurrirá al menos en los próximos dos meses. El Dow intentará recuperar los 14 mil puntos, los cuales tocó apenas antes de desmoronarse en la víspera del estallido de la crisis hipotecaria de 2008-2009. Los mercados son supersticiosos, les gusta inventar historias y creerlas, y la historia del Dow en los 14,000 lo que quiere decir es: la peor crisis de los últimos 80 años ha sido ya olvidada. esa es la historia que tratarán de contar y de creer en los próximos meses.
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