sábado, 14 de abril de 2012

¿Está España Siguiendo Los Pasos de La Hecatombe Gringa?

Un banco es un negocio muy peculiar, que consiste en pedir dinero para prestar dinero. Ya sea usando los depósitos de sus clientes, o pidiendo dinero a inversionistas y/o a otros bancos. Un banco lo que hace es pasar dinero de un lugar a otro.

Por eso, cuando a un banco le dejan de prestar, está en problemas. Si a un banco los ahorradores le dejan de depositar, los inversionistas dejan de comprar sus bonos, u otros bancos se niegan a prestarle, ese banco está en problemas, pues no podrá seguir haciendo su negocio de prestar a clientes, ni podrá pagar los préstamos que en el pasado le han hecho para que a su vez, los preste.

Cuando a un banco se le cierran sus canales de financiamiento tradicionales: los ahorradores, los inversionistas u otros bancos, generalmente sólo le queda una última ventanilla: el Banco Central, quien a cambio de prestarle a ese banco que se ve forzado a recurrir, le exige una mayor supervisión de sus actividades. Por eso los bancos, celosos siempre del regulador, evitan en la medida de lo posible, acudir a la ventanilla del Banco Central a pedir liquidez.

Por lo anterior, un indicador de que un banco, o un sistema bancario se encuentra en problemas para conseguir dinero y poder así seguir prestando o cumplir con créditos anteriores, es el monto que piden al Banco Central


La gráfica de arriba que muestra el monto de financiamiento que el sistema bancario español está recibiendo (ojo, podría estar solicitando más incluso) del Banco Central Europea, sólo puede ser una mala noticia, pues constata cómo desde el inicio de este profético 2012, los bancos españoles han duplicado su dependencia del financiamiento del Banco Central Europeo para operar.

Los datos, tomados del Banco Central de España, parecen sugerir un escenario extremadamente grave: que ya cada vez menos inversionistas y bancos le están prestando a los colosales bancos españoles, y que éstos no ha tenido otro remedio que recurrir al Banco Central.

Si la tendencia se agrava en los próximos días podríamos estar muy rápido en las puertas de lo que pasó en los Estados Unidos en 2008-2009: que el gobierno tenga que entrar a rescatar a los bancos españoles, chicos y grandes, y al hacerlo, el déficit fiscal y la deuda del estado español, ya maltrechos y en predicamentos, empeoren de manera radical y lleven a España y al Euro, a la vera del colapso.

Mucho, muchísimo ojo. No vaya a ser que los Mayas tuvieran razón.

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