En la efervescencia que siguió al Mayo Francés de 1968, en las calles de Marsella, un grupo de jóvenes del Liceo Saint-Exúpery participan en la revuelta. Uno de ellos, Christian Rossi, de dieciséis años, se encuentra allí a su maestra: Gabrielle Russier, y acaban, después de los días, enamorados.
Tras la aceptación inicial, los padres de Christian Rossi rechazan la relación. El chico se exilia en Alemania y a la maestra Russier la encarcelan, acusada de perversión de menores. Condenada a 13 meses de prisión, y mientras espera comparecer ante la Corte de Apelaciones para revocar su sentencia, Gabrielle Russier se suicida con gas.
De esa trágica historia de amour-fou, Charles Aznavour escribe una de sus más potentes creaciones: "Mourir d'aimer". En la letra de Aznavour se adivina la tragedia de Russier-Rossi, sobre todo en algunos de los versos finales: "Tu est le primtemps et moi l'automne/Ton cour se prends le mien se donne", pero toda la canción es una muestra del enorme talento literario y la capacidad de versificación de Aznavour, que años antes había ya cincelado obras maestras de la balada francesa.
"Mourir d'aimer", así, en infinitivo, no con el sustantivo. Es "morir de amar", no "morir de amor", como sería más natural en castellano.
La canción, (grabada y publicada antes del film del mismo nombre de André Cayatte, que con el mismo tema actuaron Anne Girardot y Brunon Pardal), se hizo enormemente popular y uno de los grandes éxitos del gigantesco Aznavour.
La han cantado miles. pero ninguno lo hace como él:
Tras la aceptación inicial, los padres de Christian Rossi rechazan la relación. El chico se exilia en Alemania y a la maestra Russier la encarcelan, acusada de perversión de menores. Condenada a 13 meses de prisión, y mientras espera comparecer ante la Corte de Apelaciones para revocar su sentencia, Gabrielle Russier se suicida con gas.
De esa trágica historia de amour-fou, Charles Aznavour escribe una de sus más potentes creaciones: "Mourir d'aimer". En la letra de Aznavour se adivina la tragedia de Russier-Rossi, sobre todo en algunos de los versos finales: "Tu est le primtemps et moi l'automne/Ton cour se prends le mien se donne", pero toda la canción es una muestra del enorme talento literario y la capacidad de versificación de Aznavour, que años antes había ya cincelado obras maestras de la balada francesa.
"Mourir d'aimer", así, en infinitivo, no con el sustantivo. Es "morir de amar", no "morir de amor", como sería más natural en castellano.
La canción, (grabada y publicada antes del film del mismo nombre de André Cayatte, que con el mismo tema actuaron Anne Girardot y Brunon Pardal), se hizo enormemente popular y uno de los grandes éxitos del gigantesco Aznavour.
La han cantado miles. pero ninguno lo hace como él:
1 comentario:
A Gabrielle Russier no le critico nada, es amor. Pero me gustaría que se tuviese la misma actitud si la situación fuera idéntica pero al revés, es decir, un hombre con una adolescente.Coherencia, se llama.
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