para José Alfredo Tarín, en lo suyo, Il Miglior Fabbro
Neils Bohr, el famoso padre de la teoría
atómica moderna, acuñó una frase precisa: “pronosticar es algo muy difícil”,
dijo, “sobre todo el futuro”. Nuestra obsesión por el futuro (compartida por
las hormigas y otras especies), encuentran un pretexto ideal estos días en que
cívicamente y en muchos países del mundo, se abre un nuevo ciclo en la vida,
para poder hacer algunas proyecciones de todas órdenes.
Este año además es de especial valor para
los futurólogos, pues se cumple un cuarto de siglo del estreno en 1989 de
“Regreso Al Futuro 2”, la película en que Robert Zemeckis quiso, como James
Joyce en “Ulises,” retratar el mundo y la vida en un solo día. A diferencia del
recurso Joyceano sin embargo, el día de Zemeckis era entonces un día en el
futuro, el 21 de octubre de 2015. Es decir, este año el futuro será presente,
por lo que estaremos llenos de referencia a esa obra maestra de la cultura
popular moderna.
Si Zemeckis falló al pronosticar la
existencia de autos voladores fabricados en serie, se nos perdonará entonces
los errores garrafales que podamos cometer en estos breves comentarios sobre algunos
aspectos de lo que el 2015 pueda albergar en materia financiera para los
principales mercados.
1.-Wall
Street seguirá subiendo.- Existen muchos factores
en contra para que éste ardid se cumpla. El primero: iniciado en las
postrimerías del 2009, éste mercado alcista es uno de los más longevos
registrados, y dura ya seis años completos. Mercados alcistas de siete años son
raros y no han acabado bien. Segundo: los múltiplos convencionales están caros,
en promedio el P/E del mercado se encuentra sustancialmente más caro que el P/E
histórico.
Pero las alzas seguirán, los múltiplos
pueden elevarse aún por dos motivos: las tasas de interés seguirán
históricamente bajas durante el primer semestre; y los beneficios crecerán por
encima de los últimos cuatro o cinco años en EEUU.
La otra razón para las alzas continuas es
que las desgracias de muchos son con frecuencia consuelos de pocos. En Europa
las tasas de interés de Alemania están divergiendo de nuevo respecto de la
periferia de la Eurozona (España, Portugal, Italia y Grecia), lo que señala un
incremento en la percepción del riesgo respecto de las perspectivas de esa zona
económica. Al mismo tiempo, las proyecciones para China y Japón son menguadas
respecto de su desempeño reciente, y en general los llamados mercados
emergentes (Rusia se cuece, literalmente, aparte), han visto recortados sus
pronósticos de crecimiento.
En general la mezcla de crecimiento es
menor al que se estimaba. Existe un solo polo radiante, una gema de crecimiento
solitaria, una isla de pujanza: la economía estadounidense. Y aunque tarde que
temprano todas las disfunciones aquí enlistadas acabarán menoscabando la
fortaleza norteamericana, eso no ocurrirá en 2015, así que la liquidez mundial
se ubicará en esa única zona del mundo en dónde las cosas parecen marchar bien:
Wall Street y sus bolsas, quienes tendrán su séptimo año de buenas alzas.
2.-La
Curva de Plazos se Aplanará: La Reserva Federal
subirá las tasas de corto plazo, pero el mercado bajará las tasas de largo
plazo.
La última vez que la Fed subió tasas de
interés, su presidente era Alan Greenspan, y en esa ocasión al estar subiendo
las tasas hacia una posición más normal los plazos más largos de la curva le
jugaban una mala treta: bajaban y bajaban. Por más que la Fed quería que las
tasas de largo plazo subieran, ese segmento del mercado bajaba de manera
inexplicable. A esa combinación inusual de política monetaria restrictiva y
tasas de largo plazo a la baja Greenspan acabó llamándola “el acertijo”, debido
a su perplejidad.
Quizá veamos en 2015 una nueva versión de
ese acertijo. La fortaleza de la economía de EEUU sincronizada con un malestar
económico en casi el resto del mundo hará que los flujos de inversión se
concentren en el mercado más líquido del globo: los bonos de largo plazo de
EEUU, reduciendo las tasas de interés a pesar de las alzas de la Fed en las tasas
de corto plazo.
Si este aplanamiento de la curva se diera
en un contexto de precios crecientes del petróleo, el peso mexicano tendría un
buen desempeño, pero si en este contexto de tasas de la Fed al alza, el
aplanamiento de la curva, que por lo general sería un factor muy positivo para
el peso, podría ser opacado por los menores flujos resultantes del petróleo. Lo
más difícil de prever para el peso es hasta cuándo y hasta dónde los precios
del petróleo dejarán de caer y qué tanto se recuperarán. Pero eso es más
difícil de adivinar en éste momento que un día en la vida de Marty McFly.
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