sábado, 19 de noviembre de 2016

Poemas Para Beber En El Starbucks: Ezra Pound El Frustrado

Hace algunos años mi tía Magui argüía con su amiga Tere lo absurdo de un sueño que ésta había tenido la noche anterior. Tere riendo le contestaba que era su sueño, y que ella podía soñar lo que quisiera. Por supuesto que Tere tiene razón, para eso sirven los sueños. El sueño hace realidad por algunas horas lo que no nos es posible en el mundo. En sueños Bernie Sanders gana la presidencia; en sueños vivimos en el paraíso; en sueños yo he estado con Sofía Loren joven; con Briggite Bardot; con Meche Carreño. 

Por eso este brevísimo poema de Ezra Pound me ha gustado y divertido siempre. Pound hace un poema sobre lo difícil que es lograr el ideal de belleza física y moral, la noción arcana de la hermosura. Tal es el significado de la palabra Kalón.


La búsqueda de Kalón: la belleza, el orden, el principio apolíneo del mundo, fue una constante no sólo literaria, sino mística y vital para el orate de Pound. Tan caro le costó que lo acercó al fascismo y lo dejó en la locura y el alineamiento del mundo. Tanto deseó alcanzar ese ideal, que incluso en sueños lo buscaba.

Pero este es una muestra maravillosa de que el poema casi nunca dice lo que el poeta quiere decir, sino lo que el lector puede. La primera vez que leí hace muchísimo años éste epigrama pensé inmediatamente que era dedicado a una mujer. Pobre Pound, pensé, anda detrás de la morra y ésta ni en sueños lo pela. Imagínense la frustración: ni en sueños siquiera ella lo voltea a ver, y le envía sólo a sus doncellas. 

La frustración quizá sea la misma: ya sea que el poeta ni siquiera en sus sueños  alcance el ideal de belleza como escribió Pound; o que una morra no lo pele ni en sueños como durante muchos años creí yo que este poema significaba. El sentimiento de frustración ha de ser parecido, aunque nunca abandonaré esa primera lectura: que la morra que te encanta no te pele ni en sueños ha de ser mucho más intenso que no acceder al ideal platónico de belleza. 

Digo


To Kalón

Even in my dreams you have denied yourself to me
and sent me only your handmaids

A Kalón

Hasta en mis sueños te me has negado
y me envías tan sólo a tus sirvientas 

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