Invertir en los mercados de capitales es
un oficio extremadamente difícil: lleno de pistas falsas y en donde, de acuerdo
con Warren Buffet, el atributo más importante es la paciencia. El estudio de
las finanzas es una de las ramas más dinámicas y desarrolladas de la economía
en las últimas décadas y si bien es una rama en constante desarrollo, esta
disciplina han producido algunos resultados muy importantes: los mercados son
impredecibles, y lo mejor es diversificar e invertir para el largo plazo.
Existen muchísimas variables que
intervienen en la decisión de invertir. En la decisión de cómo conformar un portafolio
y cómo manejarlo. Existen dos bandos al respecto: el primero afirma que es
posible analizar de entre los cientos de acciones en el mercado y seleccionar
un portafolio diversificado el cual, si se compra y se vende a tiempo, puede
producir resultados superiores a los del promedio del mercado. El segundo bando
asegura que en realidad tratar de mejorar el rendimiento que ofrece un
portafolio conformado por las acciones que se encuentran en el principal índice
del mercado es fútil, que de lograrlo es cuestión de suerte, e incluso en esos
casos las comisiones por administrarlo consumen cualquier diferencia respecto
del rendimiento promedio.
En ambos casos: sea que se busque un
manejo activo o pasivo del portafolio, la paciencia y el autoconocimiento de los
objetivos y métodos de cada inversionista en lo personal es una variable
extremadamente importante.
Cuando me toca impartir el curso de
“Mercado de Capitales” en la universidad, siempre tengo curiosidad por ver si
existe alguna evidencia de un sesgo de género en los resultados de las
inversiones. ¿Quiénes son mejores para invertir: las mujeres o los hombres? ¿Existen
características específicas en uno u otro género que hagan que exista un sesgo
a la hora de manejar portafolios de inversión?
Dicha inquietud comenzó hace muchos años,
cuando una amiga, famosa por ser especialista en invertir en empresas de
aviación, me reveló que una de las razones por las que ella tenía éxito en un
sector tan complicado es por su condición de mujer: “los hombres pierden la
cabeza con los aviones”, me decía. Me quedé estupefacto, y reconocí
inmediatamente una de mis fallas como inversionista hasta ese momento: dejarme
llevar por acciones de empresas que me gustan: las aerolíneas por ejemplo.
¿Será acaso que el género pesa en el momento
de diseñar y manejar portafolios de inversión?
Esta semana me topé con un estudio que
muestra lo siguiente: de los siete mil hedge funds (fondos que tienen un manejo
activo de sus portafolios) existentes en el mundo, sólo 184 de ellos son
manejados por mujeres. Pero las diferencias en los resultados son
impresionantes: el rendimiento de los fondos manejados por mujeres han tenido
en lo que va del año un rendimiento de 9.95%, mientras que los manejados por
varones alcanzan apenas 4.81%. En los últimos doce meses los rendimientos
fueron de 11.9% y 7.05%, respectivamente.
Estos resultados son apoyados por otros
que han estudiado un plazo más largo. La Universidad de California estudió los
portafolios de 35 mil hogares de 1991 a 1997 y encontró que también aquellos
manejados por mujeres tenían mejores rendimientos que los operados por varones.
La evidencia estadística, que deba ser
vista con mucho cuidado por supuesto, parece sugerir que existe un aparente
sesgo hacia las mujeres a la hora de invertir.
En mis cursos de “Mercados de Capitales”
llevo a cabo un concurso simulado de inversión. Los alumnos escogen al inicio
del semestre un portafolio de diez acciones, y al final del semestre los cinco
mejores portafolios tienen medio punto adicional de calificación.
Déjenme platicarles el resultado hasta
ahora: de los cinco mejores portafolios, tres son mujeres, a pesar de que el
grupo es mayoritariamente de varones, y las mujeres representen quizá un tercio
de los inscritos. Los dos cursos anteriores han sido similares: la proporción
de mujeres entre los mejores portafolios ha sido superior a su proporción en la
matrícula.
Las estadísticas aquí comentadas ¿son
prueba de que las mujeres invierten mejor que los hombres? En ciencias sociales
la comprobación de una hipótesis es difícil. Pero la evidencia es amplia. Si la
hipótesis es correcta: ¿qué causa ese sesgo que hace que un género se desempeñe
en el mercado mejor que el otro? ¿existen características específicas que lo
causan? ¿es una distorsión estadística? Vale la pena discutirlo.