domingo, 6 de octubre de 2024

Geografía Y Economía: El Camino De Tierra Adentro

Cuando la Maestra Ifigenia Martínez dirigió la Escuela de Economía de la UNAM, la geografía era un componente muy importante en la formación de los economistas. Lamentablemente esta materia desapareció de la mayoría de los programas de economía en nuestras universidades, privando a los estudiantes de una herramienta fundamental para la comprensión de la realidad macroeconómica de los países. Una muestra de esa importancia es la historia y actualidad del Camino Real de Tierra Adentro.

La geografía mexicana es muy peculiar: cambia mucho dependiendo si lo vemos de frente o de perfil. Visto desde el espacio el contorno muestra la figura familiar que conocemos. Pero visto de lado México es una meseta enorme con dos delgadas franjas costeras de tierras bajas, a la cual se adhieren dos penínsulas.

México es un país muy alto, y casi el 60 por ciento de su población vive por encima de la cota de los 1,500 metros sobre el nivel del mar, lo que quizá ayude a explicar muchos rasgos de nuestra vida común: desde el relativamente bajo consumo de pescado en nuestra dieta, hasta la incidencia de hipertensión arterial en nuestra población. 

Somos una nación muy alta y montañosa, por lo que comunicar y transportar a los millones de habitantes de nuestro alto altiplano es muy complejo: costoso, difícil, con elevados mantenimientos, agravado por las zonas sísmicas y los huracanes provenientes de dos océanos.

Desde hace milenios, una ruta atraviesa este alto y vasto altiplano de norte a sur, comunicando a poblaciones y transportando bienes de un confín al otro. Desconocemos su nombre pre-hispánico, pero sobre la ruta trazada durante siglos por los habitantes originales de estas tierras, la Nueva España reconstruyó una de las infraestructuras más notables de los siglos entre el XVI y XIX: el Camino Real de Tierra Adentro.

Esta senda, comercial, militar, cultural y social, discurre por 2,600 kilómetros, desde el centro de lo que hoy es México, hasta más allá de lo que hoy es Santa Fe, Nuevo México. La Feria de San Marcos, en Aguascalientes, la más antigua y tradicional de todo el continente americano, tiene como origen ancestral en el hecho de ser el punto intermedio de las exhaustas caravanas, de los arduos arrieros, de los fatigados caminantes y aventureros del Camino Real de Tierra Adentro que confluían en lo que hoy es Aguascalientes para festejar las cosechas y su comercio.

Durante el virreinato, el eje de la economía fue la extracción de metales y minerales, los cuales abundan a lo largo del trazo del Camino Real de Tierra Adentro: Guanajuato, Zacatecas, Chihuahua, Durango y Santa Fe, por lo que la ruta recibió el apodo de “el Camino de la Plata”, reminiscente de la legendaria “Ruta de la Seda” de Eurasia. 

Algunos historiadores subrayan que la historia económica y social de la Nueva España se explica en muy buena parte como la historia del Camino Real de Tierra Adentro. La actividad económica, cultural, religiosa del virreinato discurrió en buena medida en ese espacio geográfico (y en el eje Ciudad de México-Veracruz) , en donde se definieron los rasgos de nuestra identidad nacional a lo largo de múltiples siglos. 

El viejo eje del Camino Real de Tierra Adentro sigue teniendo una importancia económica muy importante en nuestra economía actual, pero un hecho fundamental modificó el centro de masas de la economía mexicana: el nacimiento y el ascenso económico de los Estados Unidos. El Camino Real comunicaba una economía autárquica y auto contenida, a partir del siglo XIX la economía gravitó hacia el comercio con los Estados Unidos, lo cual provocó el nacimiento de dos polos económicos novedosos: Monterrey-Nuevo Laredo en el oriente, y Tijuana en el Occidente, como las dos puertas más importantes para acceder al mercado estadounidense.

El Camino Real es la columna vertebral del altiplano, pero el ascenso de los Estados Unidos movió la economía de Norteamérica de las altas mesetas a las costas del Atlántico y del Pacífico, por lo que la integración económica de nuestro país con nuestros vecinos geográficamente el desarrollo de las tierras bajas, no del altiplano. La franja maquiladora, que detona este proceso de amplia integración, comienza en las regiones bajas, lejos del altiplano, erosionando así la importancia económica del eje milenario del Camino Real de Tierra Adentro.

Si usamos la geografía para analizar la historia y la economía, podemos entender muchos detalles de nuestro país. Monterrey se encuentra justo antes del inicio del ascenso al altiplano viniendo de Estados Unidos. Los enormes altos hornos de la siderúrgica, los tanques de la cervecería, las grandes maquinarias de la manufactura, provenientes de Estados Unidos, fueron fijadas allí, junto a los manantiales del río Santa Catarina, en vez del enorme costo que representaría el subir esas maquinarias dos mil metros rumbo a la Ciudad de México.  La vocación exportadora de Monterrey le viene especialmente de su ubicación espacial, está en el punto preciso para ser el nodo del nearshoring.

Ojalá que las escuelas de economía recuperen para sus planes de estudio el análisis de la geografía y su interacción con la economía. Los muy valiosos modelos matemáticos no logran capturar, por ejemplo, la importancia de hechos capitales como el Camino Real de Tierra Adentro.

Quiero por último agradecer a los editores de Excelsior, la cual ha sido mi casa, en donde he podido escribir sobre temas de economía y finanzas de manera libre y entusiasta por varios años. Extrañaré el comentar los eventos relevantes sobre la economía y los mercados, pero es adecuado conducirse de acuerdo con las estaciones y los astros. Hay que saber que existe un tiempo para la opinión, y otro para la contemplación. Muchas gracias a todos, nos vemos luego.

domingo, 29 de septiembre de 2024

Lo Dijimos La Semana Pasada: Ojo Con Economía China

Dos días después de nuestra última colaboración, en la que subrayábamos la compleja coyuntura económica en China, el gobierno y el banco central de ese país lanzaron una oleada de incentivos monetarios y fiscales con el ánimo de apuntalar la decadente economía de esa nación, arrastrada principalmente por el desplome histórico de su sector inmobiliario. Las bolsas reaccionaron de manera contundente, presentando su mejor semana en muchos años, animados por la intensidad y amplitud de los estímulos. Pero la pregunta subsiste: ¿será suficiente?

El miércoles pasado el Banco Central de China (PBOC por sus siglas en inglés), lanzó un conjunto de medidas de expansión monetaria con el fin de apoyar los mercados y al sistema bancario y financiero de ese país, aquejados por los efectos de una economía{ia que crece muy por debajo del ritmo requerido para absorber su oferta laboral, y que sufren desde hace un par de años los efectos devastadores de la implosión de su gigantesco mercado de bienes raíces, el cual ha provocado quebrantos, cartera vencida y faltantes de capital en los bancos y financieras de la nación.

Las acciones del PBOC fueron acompañadas también por el anuncio de estímulos fiscales, si bien de menor calado, por parte del gobierno, pero que en su conjunto representan una inyección masiva de financiamiento y liquidez para la economía de una magnitud muy considerable.

¿Por qué la situación en China es tan compleja? Porque no es una crisis de flujo, sino de acervos. 

Una recesión económica típica implica un mayor desempleo y por lo tanto menores ingresos, menores ventas y ganancias. Los empresarios suelen referirse a esta situación con frases como “falta liquidez”, “no circula el dinero”. Los trabajadores despedidos salen de sus empresas y se van a sus casas a buscar trabajo, y cuando lo encuentran están dispuestos a aceptar un salario menor que el que tenían con tal de trabajar. Pero mientras están sin trabajo, hipotecan su casa para tener dinero que les permita subsistir.

Pero cuando el valor de las casas está bajando, entonces el problema es mucho más complejo. El trabajador desempleado busca hipotecar su casa en lo que encuentra trabajo otra vez, pero esa casa cada vez vale menos, por lo que disminuye lo que pueda obtener de hipotecarla. Esta es conocido como una “recesión de balance”.

Pero si la casa donde vive se compró con crédito, entonces el problema es otro, pues esa casa es la garantía misma de la hipoteca, y al bajar de valor hay un problema que alguien tiene que pagar: o el trabajador tiene que compensar el menor valor de la garantía ante el banco, o como es más común, la caída en el valor de la garantía obligará al banco que la financia a poner más capital para compensar el menor valor de la garantía.

Un mercado de bienes raíces a la baja es muy doloroso para los bancos, los obliga a ponerle más capital al negocio, reduciendo drásticamente la rentabilidad esperada, y haciéndolos muy conservadores a la hora de extender nuevos créditos. Esta espiral negativa donde el menor valor de los bienes raíces restringe el monto del crédito, y eso a su vez refuerza la caída en el valor inmobiliario se conoce como un “apretón crediticio”, o “credit Crunch”.

Los “credit Crunch” no son inusuales en la economía, de vez en cuando algún país pasa de la euforia inmobiliaria al “credit Crunch”, provocando que la economía entre en un ciclo prolongado de bajo crecimiento debido al bajo dinamismo del crédito bancario y financiero. Japón en los noventa del sigo pasado es un ejemplo de ellos, o la dramática crisis de 2008-2009 puede ser un ejemplo.

Lo que está ocurriendo en China, ¿puede derivar en un “credit Crunch”? Es posible, y esa es la razón para la magnitud considerable del paquete de estímulos monetarios y fiscales. Las autoridades chinas están intentando detener una crisis de balance, un escenario en donde los precios de los activos se desinflan de manera continua, antes de que se extienda de manera definitiva en el resto de su economía.

Las recesiones de balance, es decir, aquellas en donde el precio de los activos, como los bienes raíces, las acciones en la bolsa, o la tierra, pierden valor, son muy complicadas de sortear, y necesitan de una mezcla muy agresiva de política monetaria y fiscal expansivas que pueden tener después derivaciones inflacionistas en algunos casos.

Cuando la economía estadounidense implosionó en 2008-2009 debido a la crisis inmobiliaria, la cual arrasó con el sistema bancario, la Fed se embarcó en el experimento expansivo más agresivo de su historia, inyectando liquidez en el sistema financiero en una magnitud desconocida hasta entonces.

Muchos piensan que China podría estar cerca de una crisis de balance, en donde la espiral descendiente de los bienes raíces arrastre consigo a bancos y a las familias. Esta es la razón por la que las autoridades respondieron con un arsenal impresionante de herramientas para enderezar los sectores afectados y evitar caer en una espiral deflacionaria.

La pregunta del primer párrafo subsiste: ¿Será suficiente para evitar el deterioro? La economía china es compleja y misteriosa. Difícil de leer y de analizar con precisión. Hay que preguntarles a los expertos sobre el tema para tener una visión más detallada. En estas dos entregas recientes lo que hemos querido hacer es compartir unas rápidas reflexiones sobre el tema.

 

domingo, 22 de septiembre de 2024

La Compleja Encrucijada Económica De China

Por alguna razón, los analistas financieros siguen clasificando a China dentro de las economías emergentes, cuando por su relevancia y peso dentro de la economía global, pondera más que muchas de las tradicionales economías avanzadas. No es únicamente su peso: la sofisticación de sus empresas de avanzada coloca a China en la delantera en muchos sectores críticos. Por eso es importante tratar de entender la complejísima situación en que esa economía se encuentra en ese momento, para quien la solución se antoja difícil, si nos atenemos a los antecedentes históricos.

Empecemos con algunos antecedentes: por su tamaño, China es la segunda economía del mundo, sólo detrás de los Estados Unidos, y por delante de Alemania. China es el segundo mayor importador del mundo, pero en algunos sectores, como en el automotriz, el de energía, el de bienes de lujo, el de materias primas, el consumo chino representa la mayor facturación para un gran grupo de compañías internacionales.

China es también, con mucho el mayor vendedor de bienes del mundo, ocupando la cima en la lista de exportadores, superando con mucho a los Estados Unidos y Alemania.

Apuntalando el elevado perfil de la economía china se encuentra un vasto grupo de empresas, manufactureras, constructoras, financieras, y tecnológicas, capaces de competir con las empresas occidentales en condiciones de ventaja, como lo ejemplifica la irrupción súbita de los autos chinos en muchos mercados en donde están desplazando incluso a marcas de excelencia como Mercedes o BMW.

Pocos eventos han sacudido la economía global en los últimos cuarenta años como el ascenso de China como una potencia económica, no sólo como productor, sino como consumidor. Pero si bien de largo plazo la tendencia parece contundente, en el corto plazo un conjunto de desafíos está limitando el crecimiento y la perspectiva de China, y con ello, se convierten en una restricción importante para la expansión del resto del mundo.

Comencemos con uno de los síntomas más relevantes: la caída imparable de las tasas de largo plazo de sus bonos públicos, los cuales se hundieron a un mínimo de 2.21 por ciento la semana pasada, incluso por debajo del nivel de las tasas japoneses para bonos similares.

Que los inversionistas perciban en China condiciones similares a las de una economía con la tendencia al estancamiento de Japón es algo que preocupa a todos, empezando por el banco central de China (el PBOC), quien en los últimos meses ha hecho ventas masivas de bonos con el fin de elevar el desplome de las tasas de largo plazo.

Como los mercados no hablan, es necesario interpretarlos, por lo que es muy importante saber qué es lo que nos quieren decir al enviar las tasas chinas de largo plazo a niveles tan bajos. Una interpretación posible es que las perspectivas estructurales de crecimiento han disminuido. Si la explicación de este fenómeno va por esta línea, el culpable es el sector inmobiliario.

El ascenso económico de China de los últimos cuarenta años fue acompañado por la mayor migración del campo a la ciudad que se ha dado en la historia de la humanidad, la cual fue necesario para convertir a China en el mayor exportador de manufacturas del mundo. Para acomodar los cientos de millones de nuevos citadinos, debieron de construirse ciudades enteras en un período extraordinariamente breve de tiempo, subvencionadas por crédito público barato.

La inmobiliaria, por su naturaleza, está sujeta a excesos y depresiones, y la expansión en la construcción residencial y de infraestructura alcanzó condiciones de sobre oferta, las cuales acabaron por desplomar los precios del metro cuadrado en China, provocando la quiebra de las mayores desarrolladoras e inmobiliarias de ese país en los últimos dos años, y una implosión del sector inmobiliario.

¿Está China en una situación en donde la caída del inmobiliario está afectando al sector bancario y las finanzas familiares induciendo un apretón crediticio que restringirá el crecimiento en los próximos años? Quizá

A nivel individual, el sector inmobiliario es aún más importante de lo que es a nivel macroeconómico: nuestra casa o nuestros buenos raíces son la principal forma de riqueza familiar, para la gran mayoría de las familias representa con mucho su inversión más importante. Si, como ocurre en China, los precios de los bienes raíces no aumentan o peor, se encuentran en una tendencia de varios años de caída, estamos ante un ciclo vicioso en donde la riqueza de familias y empresas se erosiona.

En economías modernas, como la nuestra o la de China, el crédito es el combustible del mercado inmobiliario, en donde existe una simbiosis particular, pues la garantía de los créditos es el inmueble financiado, por lo que una baja en los precios de los bienes raíces disminuye también el valor de la garantía de los bancos, reduciendo la oferta de financiamiento. No se ve fácil para China.

 

domingo, 15 de septiembre de 2024

La Fed: ¿Cómo Alumbrar Al Santo Sin Chamuscarlo?

Este miércoles el banco central más importante del mundo, la reserva federal de los Estados Unidos, la Fed, comenzará un nuevo ciclo monetario y recortará sus tasas de referencia, por primera vez en más de un año. La gran pregunta es si iniciará este nuevo ciclo de bajas de tasas agresivamente, recortando cincuenta puntos, o lo hará gradualmente, bajando 25 centésimas. Los inversionistas están divididos sobre la decisión, pero están muy optimistas de los efectos sobre los activos financieros.

Una muestra de lo dividido que está el mercado es el desempeño de las bolsas de las últimas dos semanas: la antepasada fue la peor semana de 2024; mientras que la pasada fue la mejor del año. Los momios implícitos en los contratos de futuros de las tasas de referencia de la Fed pasaron de marcar una baja de 25 a una baja de 50 puntos en el curso de pocos días.

Es muy poco usual que la Fed diverja de lo que el mercado está descontando en el momento de la decisión. El problema es que este lunes los momios están divididos en mitades para un recorte de 25 y uno de 50, así que la decisión complacerá a la mitad del mercado y decepcionará a la otra mitad.

Los analistas subrayan la falta de consenso en el mercado como una falla de la Fed, quien no ha logrado comunicar con claridad su perspectiva de tasas con claridad. Los más cáusticos incluso dicen que sí lo ha comunicado bien, pero que ni la misma Fed sabe bien cuánto debe de bajar, y de allí la confusión en el mercado.

Pero los inversionistas toman una actitud distinta a los analistas, y se comportan como si la Fed fuera a optar por la opción más agresiva. Le es consustancial. El mercado suele comprar el escenario más optimista entre los distintos posibles, el mercado es el mejor vendedor, está hecho para vender optimismo extremo.

Y efectivamente, las bolsas y los mercados de bonos tuvieron la semana pasada su mejor semana del año, alzándoce a niveles cercanos a sus récords históricos arrastrando consigo a activos de más riesgo como las monedas y acciones de mercados emergentes 

Existen argumentos que apoyan ambas opciones de política. 

Un recorte gradual de 25 puntos reconocería que, a pesar de la reducción notable de la tasa de inflación, ésta permanece aún por encima del objetivo, y la trayectoria aún puede dar malas sorpresas como la inflación subyacente del miércoles pasado, por lo que el nivel de tasa debe todavía permanecer restrictivo. Una dosis de cuarto de punto sería también congruente con el hecho de que los datos muestran que la economía sigue sólida, expandiéndose moderadamente, por lo que un recorte gradual es suficiente. 

El argumento en favor de un recorte agresivo de cincuenta centésimas se sustenta en el mandato doble de la Fed: quien debe de procurar el mayor crecimiento posible dentro de su objetivo de inflación de 2 por ciento.

Quienes apoyan la baja de medio punto porcentual, argumentan que los indicadores recientes muestran sin duda que la mayoría de los sectores de la economía, así como el mercado laboral, y los precios de las materias primas, señalan una moderación importante de la actividad económica. Dado el rezago con el que funciona la política monetaria, la Fed debería de moverse con resolución si quiere evitar equivocarse con el crecimiento en 2024 como se equivocó con la inflación en 2021, cuando tardó demasiado en reaccionar.

Pero toda decisión implica un costo. Por un lado, si la economía se enfila al estancamiento, recortar tan sólo 25 podría implicar reducir las tasas demasiado poco, demasiado tarde. Por el otro, bajar 50 enviaría el mensaje de que la economía está peor de lo que parece y que es necesaria una decisión de emergencia, y adicionalmente, si la inflación no cede o llegara a repuntar, la Fed tendría que enfrentar la crítica de haber recortado demasiado y demasiado pronto.

Como se ha ilustrado la Fed enfrenta una decisión muy compleja, con múltiples aristas para cuidar, la dosis del recorte no parece ser inequívoco, como tampoco lo es el costo de oportunidad de las distintas opciones. La Fed tiene que alumbrar al santo sin quemarlo.

Lo que si es cierto es que las bolsas de valores han apostado por el mejor escenario: un recorte de tasas que reafirmará el sólido crecimiento en un contexto de baja de la inflación. Si uno de los vértices de este escenario no se concreta, quizá veamos una corrección de la florida racha que las bolsas de Wall Street han gozado este año. Pero sólo quizás.

domingo, 8 de septiembre de 2024

El Dato Más Importante Del Mundo

A ver qué tal sale. En este espacio hacemos un esfuerzo por hablar de asuntos de economía y finanzas que a veces pueden ser muy técnicos, en lenguaje más o menos comprensible para el público no especializado. Temo que no siempre se logre el objetivo, así que pido paciencia en esta ocasión, en que quisiera platicar sobre el dato más importante del mundo: la nómina no-agrícola (NFP por su abreviación en inglés), la cual suele mover a los mercados financieros, incluyendo las divisas y las tasas de interés de la mayoría de los países cada vez que se publica. Vamos pues.

El primer viernes de cada mes, a las 8:30 AM hora de Washington, la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS por sus siglas en inglés), publica un documento que se conoce como “el Reporte de Empleo”, el cual contiene un conjunto de cifras que reflejan el estado del mercado laboral en Estados Unidos en el mes que acaba de concluir.

Que los datos de cada mes se publiquen el viernes siguiente al día último es una proeza del servicio público. Levantar los datos, procesarlos, ordenarlos, editarlos y publicarlos en tan pocos días es una hazaña que muestra la enorme calidad de las oficinas de estadística de los Estados Unidos, con mucho, las mejores históricamente de todo el mundo.

Y si, por ejemplo, este último viernes seis de septiembre supimos que la economía de Estados Unidos añadió 142 mil nuevas nóminas no agrícolas, menor a la cifra de 161 mil estimada por los economistas, lo que indujo una mala jornada en Wall Street, con el Nasdaq hundiéndose 2.55 por ciento, ante los temores de una desaceleración económica provocados por los datos de empleo.

Lo anterior muestra una de las características más importantes del Reporte de Empleo: su oportunidad. Que podamos saber seis días después del último día, cómo se comportó el mercado laboral de la mayor economía del mundo es una característica única entre los indicadores disponibles en el mundo.

La segunda característica que hace que el Reporte de Empleo sea el dato más importante del mundo es justamente el sector que refleja: el mercado laboral.

Las empresas precisan de dos elementos para producir: trabajo y capital. El acervo de capital, conformado por maquinaria, equipo, edificios, conocimiento, patentes y habilidades, no varía significativamente mes con mes, es una acumulación de activos diversos que evoluciona gradualmente.

Por ello, la variable más relevante para estimar el curso de corto plazo de la economía es la variación del empleo. El Reporte de Empleo es usado por economistas de todos los sectores, y por inversionistas de todos los mercados para estimar el dinamismo de corto plazo de la economía más poderosa del mundo, y dado el peso que ese país tiene, sirve también para estimar el sentido del ciclo en muchas otras latitudes.

¿Cómo le hace el BLS para estimar las NFP en un período tan breve?

Primero cabe una precisión. El dato refleja las nóminas no agrícolas (NFP), debido a que el empleo agrícola, además de ser muy pequeño en relación con el total, es marcadamente estacional, tiene un pico en las cosechas y baja el resto del año, por lo que no refleja la tendencia subyacente de la economía.

El BLS utiliza dos herramientas para conocer las NFP: un conteo, similar a un censo, y una encuesta entre las mayores empresas. Esa metodología implica que el dato es susceptible a revisiones y actualizaciones conforme el BLS va registrando con el censo preciso lo estimado en las encuestas. A veces esas revisiones pueden ser significativas, como las publicadas a principios de agosto cuando la cifra final fue menor en 800 mil plazas para el acumulado en el semestre, así que desde el punto de vista de un modelo económico, bien vale la pena esperar hasta que las cifras finales de NFP sean publicadas, seis meses después del final de cada mes.

Pero para inversionistas y mercados, el dato preliminar publicado el primer viernes de cada mes, es suficientemente bueno para procesarse y calibrar sus apuestas respecto de la marcha de la economía estadounidense, el factor más importante para la generación de ganancias y dividendos, las cuales determinan los precios de las acciones; y marcan también la temperatura de la oferta y la demanda, que son el insumo principal de la Reserva Federal para fijar sus tasas de interés, lo que a su vez mueve al mercado de bonos, el más importante de todos.

Personalmente, desde que trabajé en una consultoría en Princeton, New Jersey, hace casi treinta años, aprendí a través de mis colegas la importancia crucial de este dato mensual. En todo Wall Street, el silencio antes de la publicación del número es sepulcral, y un furor ruidoso estalla en cuanto se cuelga en internet el dato más importante del mundo.

 

domingo, 1 de septiembre de 2024

¿Quién Es El Verdadero Dueño Del Capital?

Los tres principales accionistas de Apple, la mayor compañía del mundo, son señores y señoras con nombres raros: Vanguard Group, Blackrock Inc, State Street Corporation. Si revisamos a los principales accionistas de las otras grandes compañías del mundo, el resultado, con algunas variaciones, son los mismos, añadiéndose nombre como Geode, FMR o T Rowe Price. ¿Quiénes son esas personas, los dueños del capital de las mayores empresas del mundo? Ellos son los verdaderos ricos del mundo, pero no son personas.

En las últimas décadas la propiedad del capital en el mundo ha sufrido una transformación notable. En la secuela de la postguerra el capital se concentraba en opulentos individuos y familias: los Rockefeller, los Vanderbilt, los Guggenheim. Pero conforme maduraron los sistemas financieros, y la pirámide poblacional envejeció, los fondos de pensiones se convirtieron en los grandes inversionistas del mundo, comprando acciones de las principales empresas globales a través de los gestores de activos, como Blackrock y Vanguard.

De esta forma la propiedad del capital contemporáneo reviste una estructura muy particular, la cual es muy importante entender pues tiene implicaciones muy relevantes.

Primero, los dueños del capital son fiduciarios de los verdaderos inversionistas. Efectivamente, empresas como Vanguard y Blackrock invierten recursos de terceros, manejan los recursos de sus clientes, no propios. State Street o Geode actúan por cuenta de terceros, las acciones que detentan de Apple, Microsoft, Nvidia o Amazon, si bien les pertenece, son adquiridas con el dinero de terceros inversionistas.

¿Y quienes son esos inversionistas?

Los principales inversionistas son los empleados de múltiples países, sobre todo de Estados Unidos, Europa, Japón y Asia, que están invirtiendo para su retiro de manera colectiva en vehículos financieros conocidos como fondos de pensión. Estos fondos confían los ahorros de sus clientes a profesionales de la inversión, quienes arman portafolios específicos para procurar un retiro adecuado para millones de empleados en el mundo.

De hecho, la identidad del mayor inversionista del mundo es poco conocida. Se trata de CALPERS, el administrador de fondos de pensiones de los trabajadores del estado de California. Así como en México nuestros mayores inversionistas son las Afores, también en California, Estados Unidos, Europa y Japón, los gigantes de las bolsas y mercados son los administradores de fondos de pensión.

Pero la complejidad del capitalismo y las finanzas contemporáneos imponen una división marcada entre la propiedad del capital y el poder de decisión sobre el mismo. Si bien, a través de lo que ahorran para su retiro, los trabajadores son los accionistas más importantes de las empresas globales, no tienen control sobre las decisiones de las empresas cuyas acciones poseen.

En un símil del contrato social de Rousseau, los trabajadores delegan en sus fondos de pensión, el poder de decisión, son quienes manejan esos fondos los que deciden cómo invertir.

Y como invertir en los mercados contemporáneo es algo tan complejo, los fondos de inversión usan a los gestores de activos para comprar acciones, bonos y otros instrumentos. Entre los mayores gestores del mundo encontramos a nombres más conocidos: Blackrock, Vanguard, JP Morgan, Morgan Stanley, Amundi, 

Estos gigantes de Wall Street, que manejan más dinero que los bancos tradicionales, concentran el dinero de los grandes inversionistas, y con ello, el poder de decisión, los votos que sus acciones les dan en la asamblea de accionistas de las corporaciones.

Los gestores de inversión son manejados por una élite financiera de profesionales entrenados en los modos en que los mercados funcionan, y detentan un poder desproporcionado respecto de su propia riqueza o sabiduría. Al manejar ellos por cuenta de terceros el mayor volumen de ahorro en la historia de la humanidad, el compacto grupo de financieros concentra un poder de influencia y decisión incomparable.

Los verdaderos dueños del capital, los millones de trabajadores que confían sus ahorros a sus fondos de pensión, renuncian a cualquier influencia en las decisiones corporativas a cambio de un rendimiento competitivo que les sirva para vivir un retiro holgado y libre de preocupaciones.

Los economistas conocen desde hace tiempo ese problema, y lo estudian bajo el nombre del problema del agente y el principal. Pero el tema va más allá de lo económico y lo financiero, y la ciencia política, entre otras, va muy rezagada al respecto en el análisis de este asunto, que es uno de los más relevantes de la economía contemporánea.

 

domingo, 25 de agosto de 2024

La Reserva Federal: Cerca De Lograr La Hazaña

La semana pasada los principales banqueros centrales del mundo se reunieron en Jackson Hole, una pequeña comunidad de Wyoming, en Estados Unidos, para sostener un diálogo de verano entre ellos mismos y con la comunidad académica. Inevitablemente la estrella de esa reunión fue Jerome Powell, el jefe del banco central de Estados Unidos, quien cumplió las expectativas del mercado y casi confirmó que luego de más de un año de mantener las tasas de interés en su nivel máximo en más de veinte años, empezaría un ciclo de recortes a partir de su reunión de septiembre.

De manera fortuita, la reunión veraniega de Jackson Hole se convirtió con el tiempo en una de las cumbres financieras. A partir de un origen casual, prohijada por el legendario Paul Volker, la reunión auspiciada por la Fed de Kansas City reúne todos los años a funcionarios, financieros y académicos para discutir, en un ambiente informal, los aspectos más urgentes e importantes de la economía y la política monetaria del mundo.

En esta ocasión las reuniones de Jackson Hole revestían una importancia especial, pues las condiciones para que la Fed de Estados Unidos comenzara a reducir sus réditos eran favorables: la inflación, luego del alza agresiva en el período 2021-2023, se encuentra firmemente rumbo al objetivo de dos por ciento fijado, al tiempo que el crecimiento del PIB, y la salud del mercado laboral de ese país, están equilibrados.

A diferencia de la mayoría de los bancos centrales del mundo, la Fed tiene un objetivo dual de política, pues debe de procurar el mayor crecimiento posible dentro del objetivo de una inflación no superior al dos por ciento. 

Esto significa que la Fed no únicamente mira con atención la dinámica de precios, sino que toma en cuenta para sus decisiones de tasas el comportamiento del mercado laboral. En meses recientes, los números ya revisados muestran que el ritmo de crecimiento del empleo en esa economía se ha moderado sustancialmente, si bien mantiene una cadencia muy aceptable luego de una dilatada expansión después de la pandemia.

La combinación de una inflación cada vez más baja, y un mercado laboral cada vez más lento, convenció a la Fed y a los mercados financieros que ha llegado el momento de comenzar a reducir las tasas de interés, las cuales han estado estacionadas en 5.5 por ciento durante el último año.

A los inversionistas les gustan mucho las bajadas en las tasas de interés, siempre y cuando no precedan a una recesión económica. Al bajar las tasas de interés el valor de los ingresos futuros titulados por bonos y acciones suben su valor, lo cual es favorable para los precios en el mercado. Este hecho quedó patente el mismo viernes, cuando las bolsas celebraron con muy sólidas ganancias las palabras de Jerome Powell comunicando el inicio del ciclo de bajas de tasas de la Fed.

Pero los mercados se anticipan siempre. Y ahora que ya están muy ciertos de que el primer recorte de réditos llegará en septiembre, la discusión entre los inversionistas se ha movido al tema del nivel al que descenderán las tasas en los próximos meses.

Los mercados anticipan siempre. No son infalibles. No es que acierten todo el tiempo. Pero en todo momento buscan anticiparse a los acontecimientos, movidos por las ganancias obtenidas por aquellos que llegan primero a la oportunidad de inversión. 

En las últimas semanas las apuestas respecto de cuántas reducciones de tasas veremos en los próximos meses varía. La expectativa más sólida es que en este año habrá dos recortes, y para los próximos doces meses los precios de los bonos de distintos plazos sugieren que probablemente veremos hasta cinco bajas.

¿Qué suele pasar con las bolsas cuando la Fed y los bancos centrales bajas sus tasas de interés?

Esta es la pregunta más comentada en los mercados estos días. La historia, que es la única herramienta que disponemos para tratar de adivinar lo que viene, no es concluyente, pero un patrón parece perfilarse: los mercados suelen subir si la bajada de tasas no es acompañada por una recesión económica.

Y todo parece indicar que la economía de los Estados Unidos, así como de las de economías avanzadas y la de un amplio conjunto de las economías emergentes, se encuentran con buena salud. 

Si el anterior escenario de baja inflación y crecimiento saludable se concreta en los próximos meses, los bancos centrales, encabezados por la Fed, habrán logrado la hazaña de pilotear la economía hacia un aterrizaje suave luego de la turbulencia de la pandemia y su secuela, lo que merecería un aplauso de pie.