Mientras Argentina sufre la pandemia invernal (austral) de la gripe porcina, que nos sacudió a nosotros en abril y mayo, nuestras letras sufren la pandemia de textos sobre la influencia.
La pandemia de influenza en México ya tiene su mitología y su propio género, y para no quedarse abajo, Letras Libres le pidió a tres escritores que documentaran su arresto domiciliario durante la tiranía bacterial de la gripe porcina.
Guillermo Fadanelli, cuya prosa trata de estar a la altura de su vida, y cuya vida trata de ser literatura (sin lograr ni una ni otra cosa), produce un texto que no está mal, pero que no se sale del perímetro del humor forzado y del autocontemplación del ombligo como recurso literario-
El texto, que pueden ver aquí, vale la pena leerlo, si bien es de lamentar que mientras algunas pestes produjeron obras como la de Camus o la de Tomas Mann, nosotros nos tengamos que contentar con esto.
Va una muestra: "No tenemos muertos, pero tenemos estadísticas. En vista de que se oculta la identidad de las víctimas y no se sabe a ciencia cierta si murieron de neumonía atípica o de un conjunto de diversos males (casi nadie muere de una sola enfermedad), comienza el mercado de los números y de las interpretaciones que cada quien elabora de acuerdo con su conveniencia. La frase “caso confirmado” nos hunde en el desconsuelo."
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