jueves, 31 de diciembre de 2009

El Año Termina En Jauja, La Década En Desgracia

Hoy termina la primera década del siglo XXI, y la primera década también del nuevo milenio. Hoy concluye (ojo con lo que viene), la peor década para los mercados accionarios desde 1820, fecha desde que se ha consignado información confiable al respecto. Esto es muy muy importante, ésta ha sido la peor década para los mercados financieros en la historia moderna, así que no debe de asombrarnos en lo absoluto lo que ocurrió en este año en que vimos a los mercados rebotar con alegría.

En efecto, ésta, la peor década para los mercados, termina con un rebote espectacular, pero que no cambia en nada el hecho de que como inversión de largo plazo, las acciones han sido una ruina en los últimos diez años. Lo que nos enseñaron respecto de que lo que se debe de hacer es comprar acciones y sentarse a esperar y ver cómo uno se hace rico ha sido refutado por la fuerza de los hechos.

Viendo hacia el futuro hay que andarse con mucho cuidado, aquellos que juran y perjuran que el rally no tiene otro destino mas que seguir y seguir, sólo están repitiendo lo que otros como ellos dijeron los últimos diez años, así que esténse listos para salirse a las primeras de cambio.



Pero por lo pronto celebremos: la bolsa mexicana subió un sorprendente 44%, su mejor año desde el 2006, mientras que la santísima trinidad, el Dow Jones (+19%), el S&P 500 (+24%), y el Nasdaq (+44%) tuvieron su año más espectacular desde el 2003.

Pero todos palidecen ante el oso ruso, en donde el principal índice se anotó un tremendo 129%, la mayor alza entre las bolsas del mundo, liderando a los mercados emergentes, en donde el MSCI Emerging Market Index avanzó 74%, empujado por China, con un alza de 80%.

Detrás del auge de los emergentes se encuentra por supuesto el avance de las commodities, cuyo índice, el S&P GSCI subió un fastuoso 50%, el mejor año desde el lejano 1970 (¡el mayor avance en 40 años!)

La tablita que he preparado rápidamente para este fin de año bursátil dice mucho. Habla también de la cortísima memoria (un random walk no tiene memoria) que tienen los inversionistas y el mercado en general. Festejemos ahora mientras todo sube, que ya habrá tiempo para decir: se los dije.

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