El capitalismo moderno se basa en el reconocimiento de la propiedad privada y en la apropiación de una parte del beneficio social por parte de los propietarios por el mero hecho de serlo. La crítica de Marx de la sociedad industrial atestigua que los propietarios acaban expropiándole al trabajador una parte de su trabajo basado en el hecho de ser el propietario de el capital.
Pero el capitalismo contemporáneo produce una curiosa paradoja que quiere refutar la explosiva sentencia de Marx: Wall Street, en donde los trabajadores despojan de valor a los propietarios.
El último ejemplo de esta radical venganza de la clase obrera es JP Morgan, en donde algunos de sus empleados, los traders, se han hecho ricos a expensas de los propietarios del banco: los accionistas.
En la semana el banco más admirado de Wall Street, JP Morgan anunció pérdidas de $200 millones de dólares debidas a una posición tomada para cubrirse de posibles pérdidas en los mercados de crédito corporativo (no está claro si fue corporativo o europeo), mediante una apuesta en favor de un índice de bonos, el CDX.NA.IG.9, el cual es una canasta de Credit Default Swaps (CDS) de varios corporativos.
La oficina que se encarga de invertir los fondos propios de JPM apostó por que el índice, el cual ha sido abatido de manera dramática en fechas recientes, se recuperaría, y comenzó a abrir posiciones en ese sentido. Pero esta cruel primavera, que ha vapuleada a Europa y a los mercados en general, hizo que la apuesta se revirtiera y que JPM tuviera que deshacer partes importantes de esa posición asumiendo pérdidas de 2 mil millones de USD.
La pregunta es: ¿qué estaba cubriendo JPM? Su cartera de crédito corporativo estaba tan deteriorada que la única forma de salir de esas pérdidas de crédito era tomar una posición larga en el CDX.NA.IG.9?
Lo que dicen los reportes de prensa es que, cual sea que haya sido el motivo, la posición era enorme. Tan grande que al trader que la operaba se le conocía como “la Ballena de Londres”, por la ciudad en donde estaba operando.
Si la posición en favor del índice fue tan grande porque las pérdidas en los créditos eran muy grandes, entonces estamos ante casos muy similares a los rogue traders que hunden a instituciones completas tomando posiciones cada vez más agresivas tratando de limitar las pérdidas cuando el índice se revierta. Eso no es hedgear, como JPM alega haber actuado, en conformidad con la regla de Volcker, eso es especular para tratar de recuperar pérdidas del departamento de crédito.
Lo que he leído hasta ahora no parece demostrar que la estrategia de JPM haya sido de cobertura, de prevención de deterioro de un portafolio, sino una medida desesperada para apalancar su posición ya deteriorada y tratar de recuperar las pérdidas lo antes posible. Parece ser el típico caso de traders que usan su posición para aumentar sus gratificaciones usando el balance del banco, es decir, los recursos de los accionistas.
¿Hay más noticias malas para JPM? Difícil saberlo, pero si como se dice, la posición es muy grande y no ha podido ser desecha, si los mercados siguen cayendo en Europa JPM tendrá que reconocer mayores pérdidas, ya sea en su valuación, o porque ha tenido que venderlas con minuvalía.
Pero lo peor no es eso. Lo peor es que las pérdidas de JPM, que me duelen por traer yo la acción, serán una anécdota más del maremagnum que resultará en caso de que el Titanic europeo naufrague.
Pero el capitalismo contemporáneo produce una curiosa paradoja que quiere refutar la explosiva sentencia de Marx: Wall Street, en donde los trabajadores despojan de valor a los propietarios.
El último ejemplo de esta radical venganza de la clase obrera es JP Morgan, en donde algunos de sus empleados, los traders, se han hecho ricos a expensas de los propietarios del banco: los accionistas.
En la semana el banco más admirado de Wall Street, JP Morgan anunció pérdidas de $200 millones de dólares debidas a una posición tomada para cubrirse de posibles pérdidas en los mercados de crédito corporativo (no está claro si fue corporativo o europeo), mediante una apuesta en favor de un índice de bonos, el CDX.NA.IG.9, el cual es una canasta de Credit Default Swaps (CDS) de varios corporativos.
La oficina que se encarga de invertir los fondos propios de JPM apostó por que el índice, el cual ha sido abatido de manera dramática en fechas recientes, se recuperaría, y comenzó a abrir posiciones en ese sentido. Pero esta cruel primavera, que ha vapuleada a Europa y a los mercados en general, hizo que la apuesta se revirtiera y que JPM tuviera que deshacer partes importantes de esa posición asumiendo pérdidas de 2 mil millones de USD.
La pregunta es: ¿qué estaba cubriendo JPM? Su cartera de crédito corporativo estaba tan deteriorada que la única forma de salir de esas pérdidas de crédito era tomar una posición larga en el CDX.NA.IG.9?
Lo que dicen los reportes de prensa es que, cual sea que haya sido el motivo, la posición era enorme. Tan grande que al trader que la operaba se le conocía como “la Ballena de Londres”, por la ciudad en donde estaba operando.
Si la posición en favor del índice fue tan grande porque las pérdidas en los créditos eran muy grandes, entonces estamos ante casos muy similares a los rogue traders que hunden a instituciones completas tomando posiciones cada vez más agresivas tratando de limitar las pérdidas cuando el índice se revierta. Eso no es hedgear, como JPM alega haber actuado, en conformidad con la regla de Volcker, eso es especular para tratar de recuperar pérdidas del departamento de crédito.
Lo que he leído hasta ahora no parece demostrar que la estrategia de JPM haya sido de cobertura, de prevención de deterioro de un portafolio, sino una medida desesperada para apalancar su posición ya deteriorada y tratar de recuperar las pérdidas lo antes posible. Parece ser el típico caso de traders que usan su posición para aumentar sus gratificaciones usando el balance del banco, es decir, los recursos de los accionistas.
¿Hay más noticias malas para JPM? Difícil saberlo, pero si como se dice, la posición es muy grande y no ha podido ser desecha, si los mercados siguen cayendo en Europa JPM tendrá que reconocer mayores pérdidas, ya sea en su valuación, o porque ha tenido que venderlas con minuvalía.
Pero lo peor no es eso. Lo peor es que las pérdidas de JPM, que me duelen por traer yo la acción, serán una anécdota más del maremagnum que resultará en caso de que el Titanic europeo naufrague.
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