domingo, 14 de agosto de 2022

Las Bolsas De Valores: Bailando En La Oscuridad

A las bolsas de valores del mundo ya les anda por subir y subir. De hecho, desde su mínimo del mediados de junio de este año, el Nasdaq por ejemplo se ha disparado ya más del 20%, desconcertando a propios y extraños. Detrás de este rally existe una ilusión de la que los inversionistas quieren convencerse: que una mezcla de moderación económica junto con inflación a la baja en los Estados Unidos hará que la Reserva Federal de ese país meta reversa, recortando sus tasas de interés al tiempo que estimula la liquidez. Es posible que las bolsas tengan que sentarse a esperar, porque ese escenario quizá no se materialice muy pronto. Existen varias razones para pensarlo.

Primera razón. La Fed se equivocó tan dramáticamente al juzgar que la reflación era temporal, que como se quemó con la leche, está soplándole al jocoque. Está muy temerosa de comenzar a relajar las condiciones monetarias sin antes estar segura de que la inflación está bajo control. Y tiene razón de estarlo.

Esa es justamente la segunda razón. La inflación en Estados Unidos y múltiples países es la más alta en prácticamente cuarenta años. Pero además es muy terca. No cede a pesar de que los bancos centrales llevan ya varios meses apretando el costo del dinero. El último dato de julio fue bastante bueno, como lo adelantamos aquí el lunes pasado, pero una cosa es dejar de subir, y la otra es comenzar a bajar rumbo los niveles objetivos del banco central, que en Estados Unidos es del 2 por ciento. Con la inflación en 8.5 por ciento anual, claramente falta mucho para llegar a ese punto.

Pero los mercados ya se vieron. Ya están anticipando que la Fed bajará sus tasas muy pronto, para evitar una recesión económica. Y aquí va la tercera razón.

Si bien el empleo es una variable que los economistas llaman “rezagada”, es decir, que reacciona tardíamente a las recesiones y expansiones, los últimos datos muestran que la economía de Estados Unidos recibió tanto estímulo fiscal y monetario durante la pandemia, que se necesita más que las 225 centésimas que le ha subido la Fed para reducir el exceso de demanda que alimenta esta inflación histórica que estamos sufriendo en el mundo. La Fed tendrá que seguir subiendo.

Si existe un exceso de demanda alimentando el alza de precios, es muy probable que una moderación de la economía sea necesaria para remover dicho exceso y hacer que la inflación tome la ruta del dos por ciento en los siguientes meses.

La razón por la cual este brote inflacionario ha sido tan complicado de controlar es porque fue causado por una combinación de una disrupción de la oferta en múltiples sectores junto con un estímulo gigantesco de la demanda debido a los apoyos otorgados masivamente durante la pandemia 

Los bancos centrales poco pueden hacer por resolver los problemas de la cadena global de suministros rotas por la pandemia, además de la guerra entre Ucrania contra Rusia, pero sus políticas si pueden modular el exceso de demanda que están alimentando el alza de precios.

Como la Fed se equivocó en el diagnóstico inicial, juzgando el rebrote inflacionario como temporal, está siendo demasiado cuidadosa para no equivocarse de nuevo. Va a preferir estar cierta de que la inflación está bajo control, convergiendo hacia el dos por ciento, que proteger a la economía de una recesión. Más aún, varios datos recientes parecen documentar ese optimismo, pues la expansión económica parece tan sólida que podría aguantar más alzas de tasas sin romperse. Este es el escenario deseado para los bancos centrales.

Los mercados de valores, siempre listos para bailar en cuanto la música empieza a sonar, están comprando este escenario con entusiasmo. Ven una economía moderando el crecimiento, pero sin hundirse en una recesión. Ven a la inflación llegando a su pico, comenzando a descender de manera consistente. Ven a la Fed dejando de subir tasas a más tardar en el primer trimestre del siguiente año. Ven a la Fed comenzando a bajar tasas, reaccionando a una economía muy suave con inflación baja, en el segundo trimestre de 2023. 

Es normal que los mercados descuenten escenarios perfectos. Son vendedores irresistibles de buenas noticias. Su naturaleza es el entusiasmo. ¿Qué podría salir mal? Pues lo que ya salió mal en 2021-2022. Que la Fed se equivoque en creer que la inflación está bajo control, o en que la economía caiga en una recesión importante. La historia económica reciente sugiere que es muy difícil no errar en esta coyuntura. Ya veremos cómo se ajustan de nuevo las bolsas de valores si este escenario se materializa. Pero por lo pronto, la fiesta sigue, aunque las bolsas sean las únicas bailando en la oscuridad.

 

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