Su carrera y su persona son polémicas, quienes lo malquieren son tantos como los que lo quieren, pero nadie le escatima su seriedad a la hora de hablar y analizar el mercado que ha definido su profesión: la energía y el petróleo.
Por eso vale mucho la pena leer este texto de Adrian Lajous en la revista Nexos, intitulado "El Ocaso de Cantarell".
No les digo mucho para que lo lean completo, nada más les dejo un párrafo, y una gráfica, para que se den un quemón:
El párrafo es el siguiente:
"...la lección más importante que puede extraerse de Cantarell trasciende el ámbito de Pemex. Atañe, más bien, al uso que gobiernos sucesivos han dado a los ingresos obtenidos de su explotación. El valor del petróleo crudo extraído durante 30 años ascendió a 440 mil millones de dólares constantes de 2008 y, dados los bajos costos de desarrollo y de extracción por barril, la renta económica obtenida de este flujo de ingresos fue en verdad masiva. Esta se utilizó básicamente para hacer frente a crisis financieras recurrentes y a financiar gasto corriente del sector público. Más grave aún, estos ingresos, derivados de un recurso no renovable, permitieron posponer los cambios institucionales y estructurales que la modernización del país exige. El oro negro de Cantarell resultó ser un oro falso: no fue posible transformarlo en riqueza reproducible."
y la gráfica, de miedo, es la siguiente:
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