lunes, 16 de septiembre de 2013

El Dato Más Importante Del Mundo y La Economía Sin Empleos


Cada mes, para ser exactos, el primer viernes de cada mes, en las mesas de Trading de los bancos de inversión y casas de bolsa de todo el mundo, cinco minutos antes de las 8:30 hora de Nueva York, no se escucha ni el aleteo de las moscas. Un segundo después de las 8:30 sin embargo, las mesas de bonos y capitales vociferan, los teléfonos suenan, los teclados de las computadoras zumban, mientras miles de millones de dólares cambian de un lado a otro.

A ese primer viernes de cada mes se le conoce en Wall Street como el “Viernes de Empleo”, y es el día en que los mercados del planeta reaccionan al dato más importante del mundo: las cifras de nóminas no agrícolas de los Estados Unidos del mes que acaba de concluir.

En si, los datos del Viernes de Empleo son un prodigio de eficiencia burocrática: pase lo que pase, la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS) de los Estados Unidos, publica religiosamente, los datos de las nóminas no agrícolas así como un caudal de estadísticas del mercado laboral del mes que acaba de concluir, incluso cuando el primer viernes del mes sea un día primero.

La importancia de los datos del Viernes de Empleo residen en su extraordinaria oportunidad, pues muestran el pulso del mercado laboral en la mayor economía del mundo con a lo sumo una semana de retraso. Ningún país publica datos económicos con tan pasmosa oportunidad, y por tanto, los datos del Viernes de Empleo brindan a los agentes económicos con precisión la situación de corto plazo de la economía estadounidense.

Uno de esos agentes es la Reserva Federal de los Estados Unidos, y aunque el banco central de nuestros vecinos cuenta con el mayor ejército de economistas del mundo para estudiar y dirigir la política monetaria, el dato del Viernes de Empleo es la pieza más importantes dentro del arduo rompecabezas que la Fed tiene que armar para decidir qué hará con las tasas de interés en los próximos meses.

Este pasado viernes 6 de septiembre se publicaron los datos laborales de agosto, y las cifras, si bien cercanas a lo esperado por el mercado, siguen mostrando una fotografía desesperante: la mayor economía del mundo sigue sin añadir empleos, cinco años después de la tremenda crisis del 2008-2009, de tal forma que le permitan bajar de manera permanente la tasa de desempleo.

La economía estadounidense añadió 169 mil empleos no agrícolas en agosto, con una tasa de desempleo de 7.3%. En general los números no son malos, pues el ritmo mensual de nuevos empleos es consistente con la tendencia de mediano plazo, y comparado con la tasa de desempleo de 8.1% que existía cuando la Fed comenzó su política de agresiva compra de bonos a los bancos, podría apoyar la idea de que la política de ingente inyección de liquidez está funcionando para  enderezar el rumbo de la economía.

Pero el reporte de empleo de cada viernes incluye una serie de datos adicionales que complementan los datos generales, y la situación descrita por la información complementaria sigue siendo descorazonadora., y se sintetiza en lo siguiente: los nuevos empleos añadidos se encuentran por debajo de los nuevos ingresos a la fuerza laboral, la mayor economía del mundo no nada más no ha dado empleos a millones de los que perdieron sus puestos en el 2008-2009, sino que no absorbe a los millones de nuevos entrantes a la fuerza laboral, un proceso que no se presentaba en los Estados Unidos desde la crisis del 29 del año pasado.

Uno de los indicadores claves para describir el proceso anterior son las piezas que forman la tasa de desempleo. Las estadísticas cuentan a alguien como desempleado si en las semanas anterior a la encuesta no encontró trabajo a pesar de estarlo buscando. La definición no sólo es semántica. La definición implica que si alguien no está buscando trabajo, por ejemplo porque ya se cansó de buscar o porque reingresó a la escuela, no cuenta como desempleado aunque no tenga trabajo. Y es ese fenómeno el que está sacudiendo al mercado laboral en Estados Unidos.

Mucha gente en Estados Unidos ha dejado ya de buscar trabajo al no encontrarlo, y han regresado a sus casas, a vivir con sus familias, o han buscado una beca para regresar a la escuela. Si sumamos las personas que trabajan más las que están buscando trabajo obtenemos un indicador que se llama la “tasa de participación laboral”, es decir aquellos en el mercado. Este indicador cayó en agosto a 63.2%, el nivel más bajo en treinta años.

La tasa de desempleo ha bajado en ese período no porque la agresiva política monetaria haya sido efectiva, sino porque mucha gente, millones, cansados de buscar trabajo sin encontrarlo, han regresado con sus familias o con becas a la escuela, y mientras el mercado laboral siga en esas condiciones de desánimo, la Fed podrá comenzar a retirar la liquidez, pero no subirán las tasas de interés. Y eso quizá tome muchos, muchos años.


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