Los partidarios del bitcoin y otras criptomonedas son una tribu curiosa. Siendo un activo financiero detestan que se le analice como tal. No soportan que se les diga que es un activo que no ofrece atractivos más allá de ser el vehículo de una irresistible burbuja especulativa, vulnerable a la más importante de las variables de la economía: la tasa de interés. Sus partidarios buscan ver en las criptomonedas atributos propios de mandalas o reliquias, y abominan de quienes pensamos que no son distintas a otros activos financieros, como las materias primas o las humildes estampillas postales.
En ciencias sociales es difícil establecer relaciones causales. Son tantos los factores que intervienen en un evento, que determinar la proporción y la oportunidad con la que una variable afecta a otra es harto complicado.
Por ejemplo, es difícil determinar si un mayor crecimiento económico ha sido alimentado por un incremento en la productividad del trabajo, por una nueva innovación tecnológica, o por una buena cosecha agrícola En los años cincuenta una generación de economistas, encabezados por Samuel Kutzner, se dieron a la tarea de diseccionar lo que llamaron las “fuentes del crecimiento” con el fin de determinar la causalidad puntual de las distintas variables sobre el crecimiento de un país.
Pero calcular lo anterior con precisión requiere de múltiples datos, sobre un período largo de tiempo, y requiere también aceptar un margen de error a partir del cual estimaremos hipótesis de causalidad respecto de la proporción con la que cada variable impacta al crecimiento o cualquier otro aspecto de la economía.
E incluso cuando hayamos completado ese ejercicio, lo que tendremos es una conjetura, una hipótesis por ejemplo de que la introducción de un nuevo invento tecnológico causó un impacto superior en el crecimiento de un país, que un incremento en el salario mínimo, o un aumento en las remeses del exterior hacia los residentes.
Y si establecer causalidades entre variables económicas en el mediano y largo plazo es muy difícil, establecer causalidad entre variables en el muy corto plazo en los mercados financieros es prácticamente imposible.
¿los malos datos de empleo mensual de los Estados Unidos, causaron el alza de las bolsas hace dos viernes? ¿el retraso en la salida del último capítulo de la zaga de El Hombre Araña, afectó la cotización de las acciones de Disney? ¿El aumento en los precios del petróleo, derrumbó el precio de los bonos de largo plazo?
Debemos de aceptar que por más consistente que sea nuestra narrativa en términos de dichas causalidades, a lo más que podemos aspirar es a conjeturas: quizá los malos datos de inflación provocaron un alza en las tasas de interés las últimas dos semanas. Y para llegar finalmente al objeto de este artículo, dicha alza en las tasas de interés ¿provocó el colapso escandaloso y alarmante de bitcoin y su sororidad de criptomonedas del fin de semana a esta fecha?
Nos engañaríamos en asegurar que lo que sugieren las gráficas que acompañan a esta nota son una causalidad inequívoca. Cierto, hay una correlación estadística entre el alza en las tasas de rendimiento de corto plazo, la de los bonos de dos años de los Estados Unidos, y el precio de las criptomonedas.
La tasa de los bonos de dos años subió abruptamente al mismo tiempo que los precios de las criptomonedas se hicieron añicos: ¿hay causalidad? ¿el alza en las tasas detonó las rudas pérdidas de bitcoin?
Podemos afirmar que el dinero compite con bitcoin, y que al incrementarse el rendimiento que da el dinero, hace que bitcoin, que tiene un rendimiento intrínseco de cero, deja de ser atractivo. No es posible aseverarlo. A lo más podemos mencionarlo como una hipótesis.
Pero si tuviera que apostar yo sería categórico: la aparente dominancia de las criptomonedas depende de un sencillo factor: el que las tasas de rendimiento del dinero líquido sean de cero por ciento. Y creo también que cuando el mercado incorpore la expectativa de que las tasas subirán, la euforia por bitcoin y sus hermanas seguirá la suerte de los pantalones acampanados y los sombreros de copa y el reggaetón: serán una moda pasajera que se olvidará con el tiempo.
1 comentario:
Muy interesante está nota en verdad. Ojalá pudiera escribir más sobre criptos agradeceriamos su análisis aplicado a este mundo sui generis
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