En 1993 en México nos llegó de Colombia una ráfaga en la forma de un vallenato pop: “La Gota Fría”, y con esa canción, recopilada por Carlos Vives en su disco: “Clásicos de la Provincia”, la América Latina y el castellano conocieron ese género literario salpicado de música que es el Vallenato.
“La Gota Fría” es uno de los iconos de Colombia, es como el “Cielito Lindo” o “El Día Que Me Quieras” para México y Argentina. Pero la historia detrás de ese poderosos vallenato es tan divertida que vale la pena recordarla.
En 1938, Lorenzo Morales, disputaba el nicho del mejor músico del vallenato contra su legendaria némesis: Emiliano Zuleta Baquero, y en medio de uno de esos asombrosos duelos literarios, tan usuales en el Caribe y el Golfo de México, (y que en Valledupar se llaman piquerias), en la ciudad de Urumita, la disputa quedó zanjada, con la humillación y huida de la ciudad de Lorenzo Morales.
(“acordate Moralito de aquel día/que estuviste en Urumita y no quisiste hacer parranda/te fuiste de mañanita, sería de la misma rabia”)
Lorenzo Morales, el agent provocateur del más famoso vallenato acaba de morir, y yo me acabo de enterar, este 26 de agosto, a los 97 años. "Qué cultura, que cultura va a tener, un negro yumeca como Lorenzo Morales”, le espetaba con su abrumadora maestría el ojete de Emiliano Zuleta.
Pero vaya que tenía cultura. Si bien enmudecido por el talento del gigante Emiliano Zuleta, Moralito era un coloso, un templo vivo del vallenato. Hoy me acabo de enterar leyendo en internet, de su muerte, así que lo recordaremos con esa tremenda diatriba de la que fue gustosa víctima, en una increíble versión del mismo Zuleta recuperada gracias a youtube, y estos portentosos versos que reflejan el aliento de Moralito:
"yo soy lorenzo morales, al derecho y al revés
yo soy quien deja la huella, antes de poner el pie”
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