Lucha Reyes fue de las primeras mujeres que cantaron ranchera en una industria dominada por hombres. A Tata Nacho, que era como el José Alfredo Jimenez de aquellos años, le enfurecía el rápido ascenso de la cantante. “Machorra”, le decía, quizá aludiendo a las aparentes preferencias sexuales de la Reyes.
La voz y la energía de Lucha Reyes siguen sin igualarse. Su potencia y sentimiento son inconfundibles, y su forma de cantar el ranchero inició el lenguaje que aún persiste: amargura, decepción, desafío y festejo.
Lucha Reyes cantando “Caminito de Contreras”. remite a una época en que el Distrito Federal, y el país, estaban ceñidos aún por la naturaleza: cuando las carreteras aún no perforaban las cordilleras ni el asfalto secaba la recarga de los mantos acuíferos del Valle de México. Y a una era en que el mariachi aún no incluía trompetas, y se basaba en cuerdas básicas y sencillas.
La letra es preciosa:
Caminito de Contreras
subidita del Ajusco
subidita del Ajusco
de las verdes magueyeras,
de ahí se me viene el gusto
y subo corriendo el Ajusco
sólo por venirte a ver.
La canción tiene un interés adicional, pues viene de la mano de un prodigio: Severiano Briseño, un potosino que escribió también “El Corrido a Monterrey” y la canción regional más conocida del país: “El Sinaloense”.
Severiano Briseño era uno de los compositores de Lucha Reyes, y escribió también otras de las canciones hito de la Reyes: “Los Tarzanes”, y “Ya lo pagarás por Dios”, entre otras, acompañadas del legendario Mariachi Vargas de Tecalitlán.
No he encontrado una video en donde Lucha Reyes cante en vivo. Lo dicho, quizá sea una mitología. Pero me encontré esta curiosa edición, con imágenes de una paraíso perdido: la Cordillera de Contreras, acompañadas por ese otro paraíso perdido: la voz de Lucha Reyes.
1 comentario:
tan solo un vida encierra muchos misterios, quedan las canciones, los recuerdos y la investigación.
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