Los caminos del señor funcionan de manera misteriosa, gustan de decir quienes profesan alguna religión. La economía moderna funciona más o menos igual, y mientras que China, algunos sectores de los Estados Unidos, como la agricultura, la manufactura alemana, los proveedores de la industria china, y otros, sufrieron en carne propia el enfrentamiento comercial entre las dos mayores economías del mundo, el peso mexicano fue probablemente el insospechado ganador de la bronca.
Los dos años que duró la trifulca comercial entre China y los Estados Unidos tuvieron una consecuencia muy severa sobre los flujos comerciales globales, los cuales, tras crecer seis por ciento en 2017 y cuatro por ciento en 2018, casi se estancaron en 2019, avanzando un magro uno por ciiento, la tasa más baja desde la terrible crisis del 2009, y la cuarta tasa de crecimiento anual más baja de la historia moderna. Es más, ha sido la tasa más baja de la historia sin que medie una recesión económica.
Que el crecimiento del comercio global se haya casi detenido implica serias consecuencias para las economía modernas, especialmente aquellas que, como México, están muy abiertas al exterior, tales como Alemania, Singapur, Taiwan, Corea y otras similares. Con miy pocas excpeciones, como México y Vietnam, esas economías fueron las que más sufrieron por el enfrentamiento comercial entre los dos gigantes económicos globales.
La reducción en el comercio China-EEUU fue verdaderamente significativo, las compras de China hacia Estados Unidos se redujeron en 59 mil milones de dólares, mientras que las compras de EEUU hacia China cayeron 42 mil millones de dólares, mostrando lo que de manera repetida escribimos aquí en los últimos dos años: que el coloso americano tenía más que perder en este enfrentamiento contra el gigante asiático. China dejó de comprar a EEUU, mas que los EEUU hacia China como resultado de este enfrentamiento.
Como resultado de lo anterior, la parte del comercio exterior que China representaba se redujo sensiblemente, de poco más de 17 por ciento a cerca del 15 por ciento. Dos puntos porcentuales no parecerían pesar demasiado, pero el tamaño del mercado estadounidenses es tan grande, que una décima de punto porcentual ya es significativa, y muchos países celebran cada décima que logran conquistar de ese gigantesco mercado, con mucho el mayor del mundo.
Por ello es importante saber que de esos aproximadamente dos puntos porcentuales que China cedió en el mercado estadounidense, poco menos de un punto y cuarto fue ocupado por el socio más hábil y oportunista que tienen los Estados Unidos en años recientes: México.
Si bien en términos relativos Vietnam fue el país cuyas exportaciones más crecieron hacia los Estados Unidos al reducirse las compras de este país hacia China, en términos absolutos la industria y los productores mexicanos fueron los grandes ganadores de la pendencia comercial entre los dos gigantes.
Ganar poco más de un punto porcentual del enorme pastel que representa el mercado externo de los Estados Unidos no es cualquier cosa, y los productores mexicanos lo lograron de manera súbita, en un período muy corto de tiempo: los dos años que ha durado el enfrentamiento comercial China Vs EEUU.
Por lo anterior a nadie debe de sorprednder que el peso mexicano sea una de las monedas que mejor desempeño han tenido frente al dólar estadounidense en los últimos veinte meses. De manera insospechada, el mejor aliado del Banco de México ha sido la guerra comercial China Vs EEUU.
Por ello cabe preguntarnos si el acuerdo parcial recientemente firmado entre los dos colosos económicos del mundo no tendrá un víctima colateral inesperada, y si la tendencia reciente del peso mexicano pueda revertirse en el mediano plazo si los flujos comerciales China-EEUU se normalizan respecto a la situación pre guerra comercial. Si es así, vamos acabar extrañando la trifulca. La economía funciona de manera misteriosa.
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