sábado, 27 de enero de 2024

Sábados Populares: Juan Gabriel, Insensible, Interpreta a Virgilio

Borges gustaba de citar este celebérrimo verso de Virgilio:

Ibant obscuri sola sub nocte per umbram

Los latinistas afirman que esa línea es la cima de la poesía en esa lengua. Difícil refutarlos. El verso es complejísimo y contiene una secuencia de imágenes condensadas de manera impecable.

Pero en esta ocasión platiquemos de su cadencia. El verso es el ejemplo clásico del "troqueo", que es la técnica verbal de la poesía antigua, pre-renacentista. La poesía antigua no basaba su música en la rima, sino en el ritmo interno del verso. La rima es casi un invento de Petrarca, una novedad histórica.

La música del verso latino entonces no depende de otro verso más adelante, sino que se contiene en la misma línea. Veamos este:

I-bant obs-curi so-la sub-noc-te (Virgilio, la Eneida)

pa-pa-pa-pa-pa-pa-pa-pa-pa-pa

Sies-tas-pen-san-do-que-su-frien-does-toy (Juan Gabriel, Insensible)

Así es. En efecto. Con todo lo sacrílego que pueda ser. Pero Juan Gabriel troquea. Es un heredero digno de Virgilio.

No es raro que los grandes músicos populares, sin saberlo, reproduzcan pies y metros clásicos. La poesía tiene sus orígenes en la música y en los cantos vernáculos. Juan Gabriel, José Alfredo, el Buki, sin saberlo quizá, componen con métricas clásica y antiguas a partir de sus extraordinarios oídos y sensibilidades.

Más aún. El verso de Virgilio ocurre durante el camino, junto con la Sibila, a los infiernos. Esa sombra, esa noche que pueblan el verso, son las más oscuras. El verso abre el descenso a los infiernos. 

Juan Gabriel era un pícaro consumado. Un cínico que quizá, no se si algún día lo sabremos, sublimaba sus anécdotas personales en canciones íntimas que podían cantar mamás, abuelitas y tías, pero que podrían haber sido originadas en la marginalidad homosexual. Vean este troqueo:

fuis-tea-ven-tu-ra-co-mo-mu-chas-mas

a-mor-aos-cu-ras-sin-fe-li-ci-dad

..."amor a oscuras sin felicidad"

¿el descenso personal a los infiernos?

"Insensible" es irresistible. Es un rolón de lo mejor del repertorio juangabrielano. Puro sabor y ritmo. Pícara, divertida y afrentosa, con Juan Gabriel haciéndole coros a Juan Gabriel un par de tonos más arriba. Una pequeña obra maestra de la música popular por parte del genio michoacano de Ciudad Juarez. Maravillosa.






domingo, 21 de enero de 2024

La Economía de EEUU: Entre El Milagro Y El Peligro

Las recesiones económicas suelen sorprender por su presencia. Es raro que sorprendan por su ausencia. Pero si alguna recesión ha sido esperada y pronosticada, es esta que debió haber ocurrido en 2023, y que sigue sin llegar en 2024. ¿Por qué y cómo, las economías, comenzando por la estadounidense, han sido hasta el momento capaces de resistir el más abrupto apretamiento monetario de los últimos cuarenta años sin precipitarse en una recesión económica, y, al contrario, continúan con empleo en niveles máximos, con el consumo creciendo, y con el crédito expandiéndose? ¿Acaso las reglas de la economía ya no funcionan? Por supuesto que si funcionan.

La causalidad económica es inevitable. Toda decisión y acción tienen un efecto. El alza de tasas de interés por parte de la Fed de Estados Unidos más empinada de las últimas cuatro décadas por supuesto que causará una reducción del crédito y por tanto de la actividad económica. Pero si no lo ha hecho hasta ahora no es porque las reglas económicas hayan cambiado, sino porque aún siguen operando un conjunto de acciones previas en la dirección contraria.

Para enfrentar los efectos sociales y económicos de la pandemia, los gobiernos y los correspondientes bancos centrales implementaron, respectivamente, políticas fiscales y monetarias extraordinariamente expansivas. Lo anterior produjo que tanto los bancos comerciales, como las familias estuvieran pletóricos de liquidez, con altas tasas de ahorro. Estas condiciones facilitaron una explosiva expansión del consumo, primero de bienes, y luego de que la pandemia pasara, de servicios, que ha compensado la posterior restricción monetaria de los bancos centrales. Al menos hasta el momento.

Las enormes transferencias de los gobiernos a ciudadanos y empresas produjeron una ola expansiva de las economías, la cual tuvo un efecto indeseado: el regreso de la inflación luego de cuarenta años de ausencia. El incremento de precios alcanzó un ritmo intolerable para los bancos centrales, quienes tuvieron que revertir su actitud previa y desataron un incremento de sus tasas de interés acelerada e intensa con el fin de meter a la inflación en cintura.

En un período muy corto de tiempo entonces: de 2020 a 2024, las economías han sido sujetas a dos amplios choques encontrados. Primero una expansión fiscal y monetaria en 2020-2021. Luego, una contracción monetaria en 2022-2024. 

El hecho de que las economías sigan expandiéndose: que el empleo siga en sus máximos, que el crédito siga creciendo, podría resultar del hecho de que los efectos del período expansivo aún siguen vivos, y han compensado al período del apretamiento monetario.

Es válido por lo anterior especular que si los bancos centrales no hubieran elevado sus tasas de interés como lo hicieron a partir de 2022, la inflación habría sido mucho más elevada de lo que fue, debido a una expansión económica aún más fuerte de la que seguimos viendo.

¿Será posible que ese empalme de choques sea lo que explique que hasta ahora la economía haya evitado la recesión económica? Y si es así: ¿hasta cuándo durará el efecto expansivo? ¿y hasta cuando hay que mantener la política monetaria restrictiva? Porque si la restricción monetaria se relaja antes de tiempo la Fed corre el riesgo de que la inflación se reactive, pero al mismo tiempo, si deja las tasas altas por más tiempo del requerido, la recesión, ahora sí, será inevitable.

Hasta el momento, la Fed ha aplicado la dosis precisa: la inflación ha bajado de manera contundente y se acerca a su objetivo de dos por ciento, al tiempo que la economía y el empleo siguen saludables y robustos. Una mezcla de buena suerte, talento técnico, precisión política, disciplina de los mercados y cuidado en la comunicación se están combinando para que la economía global se beneficie de un aterrizaje suave de la economía estadounidense, logrando que se controle la inflación con un muy bajo costo en términos de empleo y crecimiento.

La reacción de las bolsas de valores al buen trabajo de la Fed ha sido espectacular. Como mencionábamos en una colaboración anterior, el principal índice, el S&P 500 estableció un récord histórico, luego de dos años de su máximo previo, en una señal de la confianza de los inversionistas en un escenario óptimo, en donde la inflación regresa bajo control, y el crecimiento se prolonga. Los mercados están apostando por un escenario de ensueño.

Pero la lista creciente de riesgos económicos y geopolíticos podrían desviar a la economía de esta senda perfecta. Los milagros ocurren a veces en economía, pero siempre hay que estar atentos a una mala tarde.

 

domingo, 7 de enero de 2024

Wall Street Y La Madre De Todas Las Elecciones

Las bolsas de valores suelen ser muy pragmáticas en términos políticos. Por ejemplo, a pesar de que muchos banqueros e inversionistas deploran lo que califican como “políticas de estado intervencionista” de Joe Biden, incluyendo su muy estratégica política industrial, el año 2023 fue uno de los mejores en tiempos recientes para Wall Street, y la economía da muestras de una resistencia insospechada, inmune a los múltiples choques que la han afectado de la pandemia de Covid a la fecha. Vale la pena tener presente lo anterior ahora que los Estados Unidos se encamina a su elección más importante desde la segunda guerra mundial.

Si las elecciones fueran hoy, probablemente el ganador sería el inefable Donald Trump, quien, a pesar de haber sido desaforado como presidente en dos ocasiones y de enfrentar múltiples acusaciones y procesos legales, ganaría una mayoría suficiente en el colegio electoral para convertirse de nuevo en presidente, a pesar de perder por millones de votos de diferencia el voto directo.

¿Cómo es posible que la democracia estadounidense, pregonada como ejemplo mundial, esté a punto de elegir, de nuevo, a un subvertidor de la democracia misma, a alguien que el 6 de enero de 2022 incitó a un golpe de Estado para evitar entregar el poder que había perdido en las urnas?

Si Donald Trump no está preso por sedición es porque: uno, tiene el dinero suficiente para montar una defensa legal de sus crímenes, en un país en donde la justicia y la política son muy sensibles al dinero; y dos, porque el estabilshment de ese país teme que encarcelándolo podría desatar una violencia civil que acabe por fracturar el delicado balance social, político y racial que tensa desde hace unas décadas la vida de nuestros vecinos.

Más aún, una parte importante de ese establishment comparte la fobia anti-intelectual, anti-globalista, racial y anti-democrático del millonario fascista. El partido republicano, respresentante de esa parte de la élite del poder estadounidense, ya no es el partido de Reagan, ni de Bush: conservadores globalistas, sino que Trump lo ha convertido en un objeto de su culto personal con una agenda aldeana, racista, dictatorial, anti-intelectual y contra las libertades civiles y religiosas.

La deriva autoritaria del partido republicano viene de tiempo atrás, con el crecimiento a lo largo de las últimas décadas de denominaciones como el “tea party”, o los “freshmen”, alimentados por los poderosos grupos cristianos, aquellos ligados a los supremacistas blancos, y a los intereses económicos afectados por la lucha contra el cambio climático, que fueron ganando terreno en ese partido a las familias y grupos conservadores tradicionales, como los Reagan, los Bush, los Macain, etc. ligados a las élites protestantes educadas.

La adopción mutua de Trump y la extrema derecha estadounidense es un matrimonio de conveniencia. La derecha intolerante necesita un líder cínico, sin medias-tintas intelectuales; y Trump precisa de una corte de aduladores que satisfaga su preligroso ego. Trump está dispuesta para ello a conceder su apoyo a causas que él no comparte, como el aborto o el matrimonio igualitario; a cambio la extrema derecha religiosa acepta un líder descaradamente corrupto, infiel a su familia, mentiroso y ruin.

Trump y el partido republicano, quienes se adueñaron de la mayoría de la suprema corte y del sistema judicial durante los cuatro años de su presidencia, están dispuestos a violentar la mayoría del voto popular mediante la estrategia de ganar los colegios electorales estatales suficientes para repetir en el ejecutivo y asestar el golpe definitivo a las cortes y al diseño de los distritos electorales en favor de los republicanos.

Lo que está en juego en la próxima elección en Estados Unidos es la sobrevivencia de su democracia. No es una exageración. Como lo dice Larry Summers, el avezado ex secretario del Tesoro de ese país, y uno de los economistas más respetados del mundo: será la elección más importante desde la segunda guerra mundial, en la que se definirá si ese país será un país de leyes; o una nación en donde un criminal que ordena un ataque contra el Congreso no sufre consecuencia alguna, sino que por el contrario, el premio a su sedición es la reelección.

Las palabras de Summers fueron dirigidas explícitamente a un público especial: los presidentes de las empresas estadounidenses. La advertencia fue muy nítida: no se trata de negocios o de dinero. No se trata de si los demócratas favorecen un mayor gasto público y los republicanos bajan los impuestos.

Summers fue muy claro: Trump quiere comprar a los empresarios con la promesa de menores impuestos a cambio de una agenda de extrema derecha que implicaría la dictadura de un tirano egocéntrico acostumbrado a romper la ley y a comprar la justicia a billetazos.

Wall Street suele ser indiferente a la alternancia entre demócratas y republicanos. Sube siempre en el largo plazo. Pero esta ocasión, quizá si sea diferente.