jueves, 31 de mayo de 2012

Las Tasas Se Colapsan Al Aumentar El Riesgo: Mundo Al Revés

Algo no está bien: se supone que debe de haber una relación directa entre riesgo y tasa de rendimiento en los activos financieros. Y sin embargo, los bonos de 10 años de los Estados Unidos han visto sus tasas de interés desplomarse a los niveles más bajos desde 1946, justo cuando la calificación crediticia de los EEUU es la peor de su historia.

Las tasas de los bonos Ingleses se han desplomado a los mínimos de hace 309 años, justo cuando ese país atraviesa su peor momento económico de la postguerra.

Si estamos dispuestos a recibir menor rendimiento aunque haya aumentado el riesgo porque esos activos son lo menos peor que hay. La economía global está en un muy, muy grave problema.

miércoles, 30 de mayo de 2012

Los Mercados Le Gritan A España: ¡Me Estás Oyendo, Inútil!

"El País" publica en su edición on-line una imagen que dice más que mil palabras, la historia, en una gráfica, del riesgo-país de España, medido como la sobre-tasa de los bonos españoles de 10 años respecto de la tasa de los bonos alemanes del mismo plazo.

Hoy miércoles 30 de mayo de 2012, el riesgo-país español marcó el máximo, no únicamente respecto de la era del Euro, sino respecto de los últimos cinco años de la existencia de la peseta.



El mercado está diciendo algo de manera clara y fuerte. Pero los políticos y los economistas se niegan a escuchar: por esa ruta por la que va España, va al desastre. Veremos a ver si escuchan a los mercados, o si se lamentarán después, cuando recojan compungidos los platos rotos.

domingo, 27 de mayo de 2012

Lo Que El Euro Se Llevo: Brasil Y México Se Alzan Sobre Europa

Lo que el Euro se llevó, así podría llamarse esta tragedia que asuela la unión europea, encorsetada como está por el experimento fallido de la moneda común.

Varias cosas se han ido en este vendaval, entre ellas la vanidad con que las empresas españolas se paseaban por el mundo comprando empresas y activos a diestra y siniestra...con dinero prestado. El cuadrito que les pongo a continuación es el valor de mercado de las principales empresas del Eurostox, que incluye empresas españolas, francesas, alemanas, etc.


Y para comparar, incluyo el valor de capitalización de algunas empresas brasileñas y mexicanas. Que conste que no pongo el market cap de la que es o está a punto de ser la empresa latinoamericana más grande, la colombiana Ecopetrol.


Podría escribir varias cosas, pero el cuadrito que muestra el Market Cap en miles de millones de Euros habla por si sólo. Comparen nomás, América Móvil de Slim ya es más grande que Telefónica; el banco Bradesco ya es más grande que Santander, y qué decir de Petrobras...y así.

sábado, 26 de mayo de 2012

El Jimmy Lozano Regresa A Casa: El Hijo Pródigo

La parábola del Hijo Pródigo tiene, de acuerdo con los exégetas, tres estaciones: el pecado, el arrepentimiento, y el perdón.

En el pecado, Jimmy Lozano llevó la penitencia: acabar en ese “pinche equipo mugroso” (José Ramón Fernández dixit) que es el Morelia, en el pináculo de su lujuria tras dejar la Tierra Santa de CU.

El arrepentimiento es completo y redondo, el Jimmy regresa humilde y solicitando el perdón de la grey, que en este acto, y en representación de todos, yo, investido de amplios poderes, le otorgo.


Pues como no mi Jimmy, como no te vamos a perdonar. Es más, cómo no te vamos a querer si como yo, estás hecho en CU.

La Crisis Bancaria Española: Poniéndole Puertas Al Campo

Recuerdo mi primer trabajo tras salir de El Colegio de México (fundada por Españoles), como gerente de análisis de renta fija en Vector Casa de Bolsa (de Alfonso Romo). Entré allí en agosto de 1994, pocos meses antes de que el peso mexicana volara por los aires, incapaz de soportar la mezcla inepta de recetas hecha por el peor economista de México: Carlos Salinas.

Recuerdo a Consuelo (su apellido no lo recuerdo), quien era la analista de bancos de Vector (ahora en JP Morgan, hasta donde se), y una de las mejores estudiosas del sistema bancario que me ha tocado conocer.

Recuerdo las largas conversaciones con Consuelo en los pavorosos días que siguieron a la cruenta devaluación de diciembre del 94, y cómo me mostraba, cifra tras cifra y banco tras banco, que el sistema bancario mexicano se aproximaba de manera dramática e imparable, al colapso absoluto.

Recuerdo que tras publicar los reportes los bancos le llamaban a Alfonso Romo para quejarse de esa analista terrorista que blasfemaba contra la sacrosanta solidez de los bancos, y como, furiosos, exigían se retiraran los análisis de Consuelo pues dañaban la confianza de sus inversionistas.

Alfonso Romo indicaba que Consuelo recibiera a los bancos para que la analista los escuchara y cambiara su opinión, pero con cada visita (el ya muerto Serfín, el horrible Banpaís, el trágico Confía, etc.) Consuelo salía incluso más convencida de la muerte inevitable de los bancos mexicanos y casi estoy seguro que sus detractores, tras visitarla, salían ellos convencidos de los argumentos de “la Consue”.

Pero recuerdo algo más, y eso lo recuerdo casi a nivel de los sentidosl: recuerdo cómo Consuelo y yo platicábamos de la increíbles velocidad con las que mes a mes, trimestre a trimestre, la situación empeoraba. La explosión mexicana de 1994 mostró como en una crisis bancaria el deterioro del balance no ocurre gradualmente, sino de manera explosiva, exponencial, casi de la noche a la mañana. Las crisis bancarias son difíciles de manejar porque explotan de improviso.

Ahora no recuerdo, sino profetizo, y mi profecía es tan evidente que es una perogrullada. Ahora no recuerdo, sino que miro hacia adelante, y a unos pasitos de donde estoy se encuentra una severa crisis bancaria española cuyas implicaciones pueden reverberar por todo el planeta, pues los españoles, adictos que se hicieron a vivir de prestado, invirtieron sus deudas en un sector que ahora explota por dentro: el bancario.

La lección más importante que aprendí de Consuelo fue justo esa: una crisis bancaria pasa de estar latente a efectiva en un período harto breve. Ni los reguladores bancarios más avispados son capaces de avistarlas a tiempo

Bankia, el cuarto banco español, es ahora para cualquier efecto práctico, un banco propiedad del Estado. Pero de un Estado que no tiene para pagar ni a sus proveedores, o los proveedores de las Comunidades Autónomas. Tras varias inyecciones de capital, el estado será propietario del 90% de Bankia y de su matriz, que representan el 10% del sector bancario español, y si se le suma a lo anterior el hecho de que España no ha logrado vender a tres bancos anteriormente intervenidos, el estado es propietario ya del 20% del sector bancario de su país.

Pero eso no es lo peor, el rescate de UN SOLO BANCO, Bankia, le ha costado ya a España el 3% del PIB, y eso, en un contexto en que el estado mismo no puede alcanzar sus objetivos de reducción de déficit fijados por Bruselas significa que, a costa de tragarse todo su orgullo, España no tendrá otra salida mas que la de acudir a Europa para que se le rescate a ella del hundimiento de sus bancos.


Vuelvo a recordar a Consuelo: hasta hace unos meses los burócratas españoles aseguraban que el costo máximo para el público de rescatar a TODO el sistema bancario de España no superaría los 15 mil millones de euros (MME). Peor aún, cuando se comenzó a hablar del rescate de Bankia se dijo que el costo sería menor a los 9 MME. El rescate de este viernes en la tarde ha sido ya de 23.5 MME. Un sólo banco se ha engullido el estimado del rescate para todo el sistema, pero pasó de 9 MME a 23.5 MME en muy pocos días.

Consuelo lo vio muy bien, y los modelos económicos lo predicen con precisión: una crisis bancaria se alimenta a si misma, el deterioro es dramáticamente vertiginoso. La reacción natural de los burócratas es negar que hay un problema y lo minimizan. Pero al minimizarlos tardan en reaccionar y esa tardanza hacen que el costo se dispare en múltiplos de lo que hubiera costado si hubieran reaccionado a tiempo.

Una crisis bancaria española aún se puede evitar. Pero la única manera es inyectando rápidamente el doble de lo que la banca necesita para disuadir a inversionistas y ahorradores de ejecutar una corrida contra los bancos. Pero eso, una inyección masiva de capital, sólo lo pueden hacer los Estados solventes y con plena liquidez, con cuentas fiscales sanas capaces de absorber un desequilibrio súbito y significativo.

No es el anterior el caso de España. ese país enfrenta una crisis bancarias en las rodillas de un balance fiscal enclenque y en hilachas. Mucho quiero equivocarme pero me temo, que España lo único que podrá hacer es ponerle una puerta al vasto campo del desastre.

miércoles, 16 de mayo de 2012

La Salida De Grecia del Euro y La Caja de Pandora

La probabilidad de que Grecia abandone el Euro crece con el tiempo. La razón es sencilla: la conveniencia de que la cuna de la civilización vea la tumba de la moneda común crece al parejo.

Para el Euro, como ha quedado demostrado tras múltiples rescates fallidos, no existen soluciones intermedias, las únicas soluciones son los extremos radicales: o el Euro desaparece tal y como lo conocemos, o los 17 países de la Eurozona consolidan bajo una sola égida sus balances fiscales.

El primer escenario, del fin del Euro, tiene varios matices. El peor escenario por supuesto, es el abandono de la moneda común y el regreso de la capirotada de monedas que existía en Europa antes de la adopción de la divisa conjunta. Este escenario es altamente improbable pues acabaría por muchísimos años con la idea de Europa unida, que es la única forma que las naciones que componen al continente podrán hacer frente en los próximos siglos a las super potencias de Asia y a los Estados Unidos.


El otro matiz es más probable, con una Europa con dos claras zonas: una, en donde el Euro sobreviviría, bajo la égida Franco-Alemana, e incluiría a Holanda, Bélgica, Luxemburgo, Austria, Finlandia y Estonia . La otra zona, que probablemente (pero no es seguro), adoptaría una moneda común ligada al Euro, incluiría la periferia: España, Italia, Portugal, etc.

La solución anterior presupone que se podría transitar de la actual moneda común a una Europa de dos monedas sin que haya mayores perturbaciones en los mercados financieros ni incumplimientos de las deudas soberanas, lo cual sería improbable en un escenario de disolución del Euro. Si la Eurozona se rompe para formar dos, probablemente el tránsito de los países de la periferia sería tan traumático que los costos del rompimiento sean mayores a los de la reconfiguración económica del continente.

Por eso todo sugiere que la solución más adecuada en términos de los costos y los beneficios que implica, es el de una radical consolidación de los balances fiscales de toda la Eurozona en una sola cuenta de ingresos y egresos. esta solución por supuesto significa que, llegado el momento, quien debe de pagar las deudas de los países miembros es el fiscalmente más sólido de la región, es decir, Alemania.

La solución duradera de la crisis del Euro, que no pase por su disolución, pasa por que esos milenarios aislacionistas que son los Alemanes acepten asumir la vocación que históricamente han asumido los franceses; ser los líderes de Europa, hasta el punto de responder por las deudas de los otros miembros. Convencerlos será harto difícil, tendrán que ceder a la postura de los franceses que abogan por esa solución radical que recaería sobre todo en los hombros de los teutones.

Por eso el que Grecia abandone el Euro es crecientemente probable; si Grecia (y quizá algunos otros países de la periferia) es arrojada por la borda, quizá sea más fácil convencer a los alemanes de cambiar de opinión y consolidar los presupuestos nacionales en uno solo.

Cada día que pasa, son más los europeos que quieren que Grecia abandone el barco, incluyendo un número creciente de griegos como lo demostraron las horrendas elecciones de hace quince días. Pero el que cada vez más gentes quieran la expulsión de Grecia no significa que su salida vaya a ser suave y sin contusiones. Si Grecia abandone el Euro, la anécdota helénica de la Caja de Pandora resonará por los mercados.


domingo, 13 de mayo de 2012

La Ballena de JP Morgan: Cuando Los Empleados Ganan Más Que Los Dueños

El capitalismo moderno se basa en el reconocimiento de la propiedad privada y en la apropiación de una parte del beneficio social por parte de los propietarios por el mero hecho de serlo. La crítica de Marx de la sociedad industrial atestigua que los propietarios acaban expropiándole al trabajador una parte de su trabajo basado en el hecho de ser el propietario de el capital.

Pero el capitalismo contemporáneo produce una curiosa paradoja que quiere refutar la explosiva sentencia de Marx: Wall Street, en donde los trabajadores despojan de valor a los propietarios.

El último ejemplo de esta radical venganza de la clase obrera es JP Morgan, en donde algunos de sus empleados, los traders, se han hecho ricos a expensas de los propietarios del banco: los accionistas.

En la semana el banco más admirado de Wall Street, JP Morgan anunció pérdidas de $200 millones de dólares debidas a una posición tomada para cubrirse de posibles pérdidas en los mercados de crédito corporativo (no está claro si fue corporativo o europeo), mediante una apuesta en favor de un índice de bonos, el CDX.NA.IG.9, el cual es una canasta de Credit Default Swaps (CDS) de varios corporativos.


La oficina que se encarga de invertir los fondos propios de JPM apostó por que el índice, el cual ha sido abatido de manera dramática en fechas recientes, se recuperaría, y comenzó a abrir posiciones en ese sentido. Pero esta cruel primavera, que ha vapuleada a Europa y a los mercados en general, hizo que la apuesta se revirtiera y que JPM tuviera que deshacer partes importantes de esa posición asumiendo pérdidas de 2 mil millones de USD.

La pregunta es: ¿qué estaba cubriendo JPM? Su cartera de crédito corporativo estaba tan deteriorada que la única forma de salir de esas pérdidas de crédito era tomar una posición larga en el CDX.NA.IG.9?


Lo que dicen los reportes de prensa es que, cual sea que haya sido el motivo, la posición era enorme. Tan grande que al trader que la operaba se le conocía como “la Ballena de Londres”, por la ciudad en donde estaba operando. 


Si la posición en favor del índice fue tan grande porque las pérdidas en los créditos eran muy grandes, entonces estamos ante casos muy similares a los rogue traders que hunden a instituciones completas tomando posiciones cada vez más agresivas tratando de limitar las pérdidas cuando el índice se revierta. Eso no es hedgear, como JPM alega haber actuado, en conformidad con la regla de Volcker, eso es especular para tratar de recuperar pérdidas del departamento de crédito.


Lo que he leído hasta ahora no parece demostrar que la estrategia de JPM haya sido de cobertura, de prevención de deterioro de un portafolio, sino una medida desesperada para apalancar su posición ya deteriorada y tratar de recuperar las pérdidas lo antes posible. Parece ser el típico caso de traders que usan su posición para aumentar sus gratificaciones usando el balance del banco, es decir, los recursos de los accionistas.


¿Hay más noticias malas para JPM? Difícil saberlo, pero si como se dice, la posición es muy grande y no ha podido ser desecha, si los mercados siguen cayendo en Europa JPM tendrá que reconocer mayores pérdidas, ya sea en su valuación, o porque ha tenido que venderlas con minuvalía.


Pero lo peor no es eso. Lo peor es que las pérdidas de JPM, que me duelen por traer yo la acción, serán una anécdota más del maremagnum que resultará en caso de que el Titanic europeo naufrague. 













domingo, 6 de mayo de 2012

La Crisis En Rosa: Los Socialistas Llegan A Francia

La victoria de los socialistas en Francia introduce un nuevo elemento en la dinámica económica europea, la cual si bien deseable, no servirá para resolver el problema de fondo del continente.

Por primera vez desde que esta espantosa crisis financiera estalló, primero en Estados Unidos en 2008, y luego en su capítulo europeo en 2010, la agenda económica ha comenzado de manera seria a introducir el tema gemelo del crecimiento económico y el empleo. No es descabellado aseverar que la elección presidencial francesa, ganada por el socialista François Hollande, logró que no únicamente en Francia, sino incluso en Bruselas y en Berlín, el tema de la reactivación económica y el empleo se colocaran en el centro de la discusión.


Teóricamente, el argumento de que la resolución de esta horrenda crisis financiera global debe trascender la lógica conservadora del equilibrio fiscal como el único medio de recuperar la economía europea proviene de los economistas neokeynesianos, especialmente de voces como la de Paul Krugman y Joseph Stiglitz quienes encontraron consonancias en la plataforma de los socialistas franceses.

Los conservadores europeos reaccionaron demasiado tarde, hasta que su causa estaba perdida. Cuando François Hollande gana la primera vuelta, los burócratas paneuropeos de Bruselas e incluso la tozuda conservadora Angela Merkel se vieron obligados a pronunciar la palabra prohibida desde 2008: crecimiento.

La victoria socialista francesa es también una victoria para los neokeynesianos, y para todos aquellos que proponen que no se puede salir de esta crisis únicamente apelando al vudú de que el equilibrio fiscal va a resolver de manera mágica los problemas de productividad y de distorsión de precios relativos de la periferia europea.

Pero hay un problema: quizá sea ya demasiado tarde para que el crecimiento pueda reproducirse dentro de la zona del Euro. Quien limita que el crecimiento se introduzca en la zona Euro no son siquiera los conservadores, sino que el deterioro fiscal de sus participantes es tal que cualquier intento de relajación de los ratios fiscales para obtener mayor crecimiento y empleo serán severamente castigados por los mercados, tal y como han sido castigada la terca heterodoxia del equilibrio fiscal.

El deterioro fiscal de Europa es tal que, equilibrio fiscal o crecimiento, serán castigados por el mercado. No hay salida fácil. Para Europa sólo hay dos amargas medicinas: o terminar con el Euro, o lograr una integración fiscal absoluta de sus miembros. La llegada de los socialistas le añaden al debate económico el ingrediente que faltaba: la consciencia de que sin crecimiento y empleo no hay salida de la crisis. Pero quizá sea demasiado tarde ya, y esta crisis lo único que ha logrado es pintarse de rosa.

Lo anterior sin embargo no es poca cosa: los franceses, resignados, han declarado este Domingo que si se van a tragar una píldora amarga, mejor que sea con un médico humano y no con el napoleónico Sarkozy.