martes, 30 de agosto de 2011

PEMEX detrás de la movida para controlar a Repsol

El diario financiero español, Cinco Días, reporta que PEMEX habría apoyado la jugada corporativa de Sacyr, el mayor accionista de la petrolera hispano-argentina, Repsol, y habría aumentado su participación en la energética del 4.8% al 9.8%.

Sacyr adquirió durante los años del crédito barato, por 4,900 millones de Euros, un 20% de Repsol, en una compra super-apalancada. El crédito vence en diciembre y se le estaba complicando refinanciarlo porque los bancos acreedores le exigían que para renovar el crédito requerían que Sacyr tuviera el control.



Aparentemente Sacyr eligió a PEMEX como el socio que le ayudaría a garantizar ese control, el cual en este momento detentan los catalanes de la Caja. El presidente de Sacyr habría viajado a México en agosto para convencer a PEMEX de apoyarlo y votar juntos en el consejo para así tomar el control.

Si el reporte es correcto es una excelente jugada de PEMEX, pues Sacyr ha invertido en Repsol con deuda, tarde que temprano tendrá que diluir o pagar esa deuda, mientras que la jugada de Pemex es de un control de más largo plazo.

Como toda la política corporativa en España, es un entrevero de castellanos contra catalanes, de republicanos contra ex-franquistas, de peninsulares que vienen a buscar el apoyo de sus aliados conservadores en México. Fascinante, con el sabor de toda intriga corporativa.

La liga la pueden ver aquí.

A ver cómo reporta esta nota la prensa financiera mexicana.

viernes, 26 de agosto de 2011

Elogio de Monterrey

Un forajido español en 1577 tuvo la extravagante idea de fundar, a la vera del desierto, y al filo de los bosques de la sierra madre, en el ojo de agua de Santa Lucía, una ciudad. Esa primera ciudad cayó, pero volvió a levantarse. Cayó de nuevo, pero una vez más y esta vez para siempre, se puso de pie, erigiéndose en 1596 como la Ciudad Metropolitana de Nuestra Señora de Monterrey.

Lo que la garra homicida del crimen no sabe, es que Monterrey está acostumbrada, no a caer, sino a levantarse. Que lo suyo no es la derrota, sino la conquista. No saben las fauces torvas del crimen que en Monterrey la catástrofe es alimento del que se nutre el esplendor. No saben que de la muerte esa ciudad ha sacado una vida cada vez más plena.



En algún momento entre los finales de los 50 y principios de los 60, una bella colegiala abandonó Monclova y se fue a estudiar la Normal Superior a Monterrey. Más de veinte años después, los hijos de esa colegiala viajaron desde Sinaloa hasta Monterrey para ir por su madre, quien había regresado a estudiar como bibliotecaria a la UANL.

Mi madre, mi tío Rubén, mi tía Silvia, mi tío Noé, estudiaron en Monterrey. Allí viven mis primos, mis primas, mis tías y tíos. Allí tengo amigos que estoy seguro que me quieren porque saben que a esa ciudad la quiero casi como ellos la quieren.

Nadie se merece lo que está pasando en el país. Ninguno de los crímenes que han ahogado a nuestro asombro ha valido la pena. Si la muerte es ridícula e inoportuna siempre, en estos años la muerte ha descendido a la nausea y al hartazgo. Nadie se merece este espinoso árbol de navajas sobre el cual andamos de rodillas en México. Nadie. Pero menos esa ciudad que brilla al costado del desierto, que fluye por los pies de las montañas, que se yergue presumida y ostentosa.

Si yo tuviera ahorita a mi lado a Monterrey, le diría, como grandes amigos que somos, que guarde su luto, que llore esta amarga desgracia, que sufra y se desgarre para poder encontrar el ojo de agua manso del consuelo. Pero le diría también que mire de aquí a cien años, cuando sea la reina absoluta del norte, y que se mire como ha sido siempre: chula como ella sola.

miércoles, 24 de agosto de 2011

Elogio de Steve Jobs

Yo nunca he comprado una PC. Desde que estaba en la pancita de mi mami sabía que cuando se inventaran las computadoras, yo tendría Macs. Por años, muchos años, fui un ermitaño informático. Mientras que las PCs y Windows dominaban el universo, yo me arrinconaba en mi Tatooine personal, enclaustrado frente a mi Mac.

Hay un ensayito requetebueno de Umberto Ecco, en donde sostenía que la Mac era católica, barroca y sensual; mientras que la PC era protestante, magra y aburrida. Yo no aspiro a tales alturas, y me limito a empeñarme en lo que ahora todo mundo sabe, justo en el momento en que la computadora personal está a punto de desaparecer: que la Mac fue siempre superior a la PC.

A Steve Jobs siempre le gustó la tipografía, y antes de desertar de la universidad, tomó cursos de tipografía medieval. Esa manía es la causante de que ahora millones de personas podamos elegir nuestro tipo de letras de entre un vasto menú.



Hoy, Apple, la casa que albergó a este genio, de talla casi renacentista, anuncia que Steve Jobs, muy enfermo, renuncia a la dirección de la compañía.

¿Quien es un clásico? Alguien que comienza una tradición y que la entierra. Steve Jobs fue el inventor de la computadora personal, ese invento que como la máquina de vapor, cambió al mundo, pero es también el autor de la muerte de su propio invento. Al crear el iphone, el ipod, el ipad, y con el icloud por llegar, Steve Jobs está acabando con su creación. Sepultando su propia creación, Steve Jobs concluye la era que él mismo inició: lo triste es que su vida parece coincidir con ese ciclo.

Para mi, nadie simboliza al capitalismo contemporáneo como Steve Jobs. Curioso, un iconoclasta, inconformista, alguien que siempre estuvo incómodo con el sistema, representa como nadie al sistema. A tal nivel llega esa identificación de Jobs con el capitalismo contemporáneo, que justo este mes Apple superó en valor de capitalización a Exxon, convirtiéndose en la compañía más grande de los Estados Unidos por su valor de mercado.

Y justo en este momento, cuando el ciclo corporativo de Apple llega a su pináculo; justo cuando el iPad y el iCloud están a punto de sepultar la creación señera, Steve Jobs se va, de la compañía, y quizá de la vida.

Transformar las ideas en productos, no resolver necesidades sino inventar necesidades nuevas, tal es la marca del capitalismo. Innovar y permanecer. Permanecer y volver a innovar. Nadie. Ni uno solo de sus rivales y coetáneos lo supo hacer. Steve Jobs fue capaz de inventar un artefacto que cambió al mundo, y de inventar los artefactos que enterrarán a su primera creación, y que están cambiando al mundo de nuevo.

No podrá inventar la dosis de cosas que le permitirán vivir más de lo que le ha sido señalado. Se va cuando su más acabada creación: Apple, domina al mundo. No pudo ser de otra forma: todos sus ciclos: el intelectual, el corporativo, el financiero, y el biológico, coinciden en su cúspide, y en su final.

lunes, 22 de agosto de 2011

La Madre de Todas Las Recesiones

La deuda no se crea ni se destruye, sólo se transfiere…y nunca se paga. Tal parece ser la lección de estos complicaditos años por los que estamos pasando, y vamos a seguir pasando. Esta recesión es de hecho la misma que estalló en 2008 e hizo volar por los aires a Wall Street, y con ello la economía del mundo: el problema fundamental que ocasionó la eclosión económica de ese año aún persiste, y tomará muchos años por resolver.

Muchos aspectos de la economía son lo que se conoce “de suma cero”, es decir, que lo que uno gana lo pierde otro. En este caso, el origen del mal que aqueja a la economía global es bifronte, como la Diosa Jano de los griegos. Cierto, el mundo estalló y está volviendo a estallar por el exceso de endeudamiento de los Estados Unidos y la periferia del Euro. Pero el otro lado de la moneda del exceso de deuda es el exceso de ahorro, en este caso de China.



En realidad esta, La Madre de Todas Las Recesiones es de muy sencilla solución: si existiera una Secretaría de Hacienda Global, y un Banco Central del Universo, lo que deberían de hacer es incentivar a que los chinos gasten sus inmensos ahorros, aumentando su consumo de bienes y servicios, y comprárselos a los estadounidenses para que la economía de aquel país crezca y sus habitantes puedan tener más ingresos y pagar sus enormes deudas y volver a consumir.

Que China no ahorre tanto y que consuma más, y que Estados Unidos baje su nivel de deuda. Así de sencillo. ¡¡Ah, si lo sencillo fuera fácil de hacer!!

La última Gran Depresión que sufrió el mundo, que estalló en 1929 (curioso, justo en el pináculo de “los dorados veintes”, época de desenfreno y gasto), y que se prolongó por casi una década, dio lugar, junto con el fin de la Segunda Guerra Mundial, a las actuales instituciones mundiales que están tratando de coordinar los salvamentos financieros: el FMI y el Banco Mundial.

Ni el FMI ni el Banco Mundial tienen en este momento, y no están diseñados para tenerlo, poder para obligar o incentivar a China a consumir más y a Estados Unidos a controlar su estratosférica deuda, así que hasta que no haya autoridades fiscales y monetarias globales, este gigantesco desbalance ahorro chino/desahorro gringo, deberá de resolverse a tientas, a trompicones, por el tanteo que implican las políticas monetarias y fiscales de los distintos países individuales y sus efectos sobre los mercados globales.

Esta Gran Recesión, que está a punto de entrar en su segunda etapa, resulta por una parte de el desfase entre una economía casi completamente globalizada, y la ausencia de instituciones supranacionales que balanceen los desequilibrios; y por otra, de la escala mismo de dichos desequilibrios.

El tamaño del desequilibrio global ahorro/deuda es lo que lo hace tan complicado de resolver. No es que se trate aquí de equilibrar un desbalance temporal y fácil de manejar: los Estados Unidos, individuos y gobiernos (federal y locales) han gastado por encima de sus ingresos futuros en una talla jamás vista en la historia moderna. La deuda como porcentaje del PIB se encuentra en EEUU y en la mayoría de los países europeos superior al 50-60%, y los ingresos fiscales, en los EEUU se encuentran en 15%, el nivel más bajo de los últimos cincuenta años.

La deuda es tan grande, que estamos cerca del límite en que los acreedores de esos países dudan en seguirles prestando, mientras que millones de ciudadanos de esas naciones, endeudados hasta el copete, ya no son sujetos de crédito y se encuentran en franca moratoria.

La deuda, tanto privada como pública, creció tanto estos últimos veinte años, que será necesario en los próximos años un doloroso proceso de desapalancamiento, de desendeudamiento, de reducción en el consumo con el fin de saldar los pasivos que se acumularon durante los años en que el exceso de ahorro global inundó a los Estados Unidos, quienes gustosos tomaron los excedentes de liquidez de los países árabes, el sureste asiático, Japón y China.

Pero desendeudarse significa dejar de gastar, y dejar de gastar implica menor demanda, y menor demanda se traduce en menos empleo, y menos empleo se traduce en menores ingresos, y menores ingresos es menos gasto, y menos gasto…etc.

Las políticas keynesianas resolvían este pernicioso círculo recesivo sustituyendo la falta de gasto privado con déficit público. Pero el problema de estos años es que los déficits públicos ya están al límite: los Estados Unidos ya han perdido su histórica AAA, uniéndose a varios países europeos cuyas calificaciones crediticias han sido agotadas. El expediente keynesiano se encuentra en un límite también.

Si ni el sector público ni el privado de los Estados Unidos y Europa tienen el ahorro para aumentar su gasto, ¿de donde vendrá el ahorro para disparar el consumo que el mundo necesita para que las empresas gringas y europeas aumenten sus ventas y con ello el empleo y los ingresos nacionales?.

La respuesta es, de los países con exceso de ahorro: China y sus vecinos.

¿Pero cómo obligar a centenas de millones de chinos a aumentar su consumo en un país cuyo gobierno sabe que darles poder económico, aumentar su consumo, implica ceder un trozo significativo de su monolítico poder político? Haciendo a los bienes y servicios que Europa y Estados Unidos más competitivos, devaluando al dólar.

La paridad dólar/yen se encuentra en mínimos de la postguerra; la dólar/yuan, estaría en niveles similares de no ser por que se encuentra manipulada por las autoridades chinas. La guerra de divisas es la política por otros medios: como Estados Unidos no puede incentivar la demanda doméstica con sus tullidas políticas monetaria y fiscal, buscará aumentar la demanda externa devaluando el dólar.

Manipular las monedas con el fin de vender en el exterior lo que no se puede vender localmente es una estrategia extremadamente complicada, pues puede llevar a una escalada de devaluaciones competitivas y a un deterioro de los precios relativos que producirán asignaciones raras de los recursos globales. Pero no hay alternativa.

La deuda acumulada por las naciones más ricas del mundo en los últimos veinte años fue tan brutalmente enorme que pasarán varios años hasta que el endeudamiento llegue a un nivel aceptable. Serán años de muy magro crecimiento económico, de alto desempleo, de un muy prolongado estancamiento: ¿les suena Japón?

domingo, 14 de agosto de 2011

Soros en el FT: Three steps to resolving the eurozone crisis

A comprehensive solution to the euro crisis must have three major components: reform and recapitalisation of the banking system; a eurobond regime; and an exit mechanism.

First, the banking system. The European Union’s Maastricht treaty was designed to deal only with imbalances in the public sector; but excesses in the banking sector have been far worse. The euro’s introduction led to housing booms in countries such as Spain and Ireland. Eurozone banks became among the world’s most over-leveraged, and they remain in need of protection from counterparty risks.

The first step was taken by authorising the European financial stability facility to rescue banks. Now banks’ equity capital levels need to be greatly increased. If an agency is to guarantee banks’ solvency, it must oversee them too. A powerful European banking agency could end the incestuous relationship between banks and regulators, while interfering much less with nations’ sovereignty than dictating their fiscal policies.

Second, Europe needs eurobonds. The introduction of the euro was supposed to reinforce convergence; in fact it created divergences, with widely differing levels of indebtedness and competitiveness. If heavily indebted countries have to pay heavy risk premiums, their debt becomes unsustainable. That is now happening. The solution is obvious: deficit countries must be allowed to refinance their debt on the same terms as surplus countries.

This is best accomplished through eurobonds, which would be jointly guaranteed by all the member states. While the principle is clear, the details will require a lot of work. Which agency would be in charge of issuing, and what rules would it follow? Presumably the eurobonds would be under eurozone finance ministers’ control. The board would constitute the fiscal counterpart of the European Central Bank; it would also be the European counterpart of the International Monetary Fund.
Debate will therefore revolve around voting rights. The ECB operates on the principle of one vote per country; the IMF assigns rights according to capital contributions. Which should prevail? The former could give carte blanche to debtors to run up deficits; the latter might perpetuate a two-speed Europe. Compromise will be necessary.

Because the fate of Europe depends on Germany, and because eurobonds will put Germany’s credit standing at risk, any compromise must put Germany in the driver’s seat. Sadly, Germany has unsound ideas about macroeconomic policy, and it wants Europe to follow its example. But what works for Germany cannot work for the rest of Europe: no country can run a chronic trade surplus without others running deficits. Germany must agree to rules by which others can also abide.
These rules must provide for a gradual reduction in indebtedness. They must also allow countries with high unemployment, such as Spain, to run budget deficits. Rules involving targets for cyclically adjusted deficits can accomplish both goals. Importantly, they must remain open to review and improvement.

Bruegel, the Brussels-based think-tank, has proposed that eurobonds constitute 60 per cent of eurozone members’ outstanding external debt. But given the high risk premiums prevailing in Europe, this percentage is too low for a level playing field. In my view, new issues should be entirely in eurobonds, up to a limit set by the board. The higher the volume of eurobonds a country seeks to issue, the more severe the conditions the board would impose. The board should be able to impose its will, because denying the right to issue additional eurobonds ought to be a powerful deterrent.

This leads directly to the third unsolved problem: what happens if a country is unwilling or unable to keep within agreed conditions? Inability to issue eurobonds could then result in a disorderly default or devaluation. In the absence of an exit mechanism, this could be catastrophic. A deterrent that is too dangerous to invoke lacks credibility.

Greece constitutes a cautionary example, and much depends on how its crisis plays out. It might be possible to devise an orderly exit for a small country like Greece that would not be applicable to a large one like Italy. In the absence of an orderly exit, the regime would have to carry sanctions from which there is no escape – something like a European finance ministry that has political as well as financial legitimacy. That could emerge only from a profound rethinking of the euro that is so badly needed (particularly in Germany).

Financial markets might not offer the respite necessary to put the new arrangements in place. Under continued market pressure, the European Council might have to find a stopgap arrangement to avoid a calamity. It could authorise the ECB to lend to governments that cannot borrow until a eurobond regime is introduced. But only one thing is certain: these three problems must be resolved if the euro is to be a viable currency.

lunes, 8 de agosto de 2011

¡No Es La AAA! It’s The Economy, Stupid!

¿Qué vimos hoy, el día después de la degradación de EEUU de AAA a AA+? Vimos lo contrario de lo que en un mundo normal, debería de haber ocurrido: si la calificadora S&P degradó a la deuda, la deuda debió de haber bajado de precio-

Al bajar la calificación de la deuda de EEUU aumentó el riesgo de impago de la deuda que emite, así que lo natural hubiera sido que los inversionistas hubieran vendido los bonos de ese país.

Y sin embargo, este lunes los inversionistas salieron no a vender, sino a comprar bonos, como si lo que hubiera ocurrido hubiera sido que S&P hubiera pasado la deuda de AAA a AAAA. Como si no estuviéramos en un mundo normal.

Los inversionistas en vez de vender bonos, vendieron acciones, a diestra y siniestra, como si hubiera sido a General Electric o a Bank of America, a los corporativos a quienes hubieran degradado.



Si los inversionistas vendieron acciones y compraron bonos el día después de la degradación de S&P es que le preocupan más las acciones que los bonos: es decir, les preocupa más una posible doble recesión; que una posible cesación: que el riesgo económico es más importante que el riesgo crediticio.

Mas que porque temieran una cesación de pagos de los Estados Unidos (eso está lejos, lejísimos), o más que las consecuencias que la degradación crediticia de S&P sobre Fannie Mae, Freddie Mac, los CDS y otros instrumentos, lo que estuvo detrás de la sesión de hoy fue el miedo a que este nuevo evento, el cual se añade a la crisis crediticia en Europa y la fragilidad de su moneda, a la evidencia ya presente de que los indicadores principales muestran una debilidad económica sumamente preocupante, para conformar un cuadro en donde la recaída en una recesión no es ya un escenario lejano sino casi ineluctable.

Los traders, los inversionistas, gustan de ser asimétricos: cuando el mercado surge sin motivo aparente gustan de decir que es porque se está anticipando una gloriosa bonanza. Como cuando hoy, los índices dan tumbo tras tumbo hasta romper trancas técnicas bajistas, los inversores dicen “el mercado se está equivocando”.

Vaya, vaya: el mercado acierta a la alza pero se equivoca a la baja. Ojalá así fuera. Lo cierto es que la tozudez de este columnista que ha tratado de advertir desde hace meses que este escenario se concretaría, parece validarse. Créanme, no es que sea pesimista: soy un optimista irredento que suele escuchar lo que dicen los datos.

Por eso, a riesgo de simplificar, lo que la sesión espantosa de este lunes dijo, más que el miedo por las consecuencias crediticias de perder la AAA, repitieron el dictum escrito en la pared de James Carville: It’s the economy, stupid!

domingo, 7 de agosto de 2011

¿Qué Pasará El Día Después de Perder La AAA? Cualquier Cosa

Los mercados son siempre difíciles de anticipar. Y a juzgar por cómo se está formando el humor este fin de semana respecto de la apertura de los mercados asiáticos el lunes y mañana en Nueva York, una cosa es segura: puede pasar cualquier cosa. Los mercados pueden profundizar su caída de la semana pasada, o bien, podrían incluso tener un poderoso rally de alivio.

¿Qué tanto de la caída de los mercados de la semana pasada era ya una anticipación de que S&P degradara la calificación crediticia de los Estados Unidos? Una buena parte sin duda. Creo que esa expectativa explica una buena parte de la caída tan severa que vimos la semana pasada, la peor baja semanal desde el fatídico 2008.

Es imposible sin embargo decir que todo el efecto está descontado. Solo lo sabremos al abrir los mercados.

Por si acaso, los ministros de finanzas del G-7 conferenciaron el fin de semana para coordinarse en una inyección ingente de liquidez en la apertura de este lunes en caso de ser necesario. Los Bancos Centrales también se coordinaron: todos dijeron al unísono que seguirían aceptando bonos estadounidenses como colateral como si nada hubiera pasado, y existe claramente la intención de que el BCE (Europa), anuncie el lunes que podría comprar bonos italianos y españoles.

Existe sin embargo una serie de preguntas que no han sido contestadas respecto del posible impacto de la degradación de S&P. Algunas de ellas son las siguientes:

a) ¿Algún porcentaje de los temibles CDS, derivados que cubren el riesgo crediticio, tendrán como causas de terminación anticipada una degradación de la AAA de los EEUU?

b) Al degradar a los Estados Unidos, existe de manera automática una degradación para billones de dólares emitidos por los municipios de ese país, el famoso Muni Bond market. ¿Está el mercado preparado para lo que puede ocurrir mañana en ese segmento?

c) La enorme deuda emitida por Fannie Mae y Freddie Mac, los brazos hipotecarios de los Estados Unidos, será también degradada sin duda, y sus efectos en este momento son difíciles de dilucidar.

Lo que he investigado es que los grandes bancos de Wall Street: como Goldman Sachs, Morgan Stanley estuvieron abiertos el fin de semana trabajando para extender sus reportos hasta 100 y 120 días.

Esta noche el Secertario del Tesoro, Tim Geithner, hablará en entrevista a CNBC, cuando los mercados en Asia ya estén en operación.

Hay que estar muy muy atentos a la apertura de Asia, pero sobre todo, a las 8:30 hora de Nueva York mañana, para ver si, como dice la canción infantil mexicana: “si vive o si muere, para echarnos a correr”.

sábado, 6 de agosto de 2011

Perdiendo La AAA: Los Chinos Regañan A Los Gringos:

La degradación por parte de la calificadora S&P al crédito de los Estados Unidos, de AAA a AA+ no debe de ser una sorpresa para nadie, sino la confirmación de un proceso que comenzó hace unos veinte años y que hoy adquiere su carta de naturalización: el cambio en el monopolio del centro de gravedad financiero del mundo.

Ya no son los Estados Unidos solos quienes determinarán en el futuro el curso de la economía y las finanzas globales: este derecho y obligación, que tiene ventajas y costos, se ha descentralizado y China será el principal depositario de la influencia económica que los Estados Unidos dilapidaron al gastar muy por encima de sus ingresos por un período demasiado largo de tiempo.



¿Cuál es la probabilidad de que México no consiga los dólares necesarios para cubrir sus obligaciones? ¿Cuál es la probabilidad de que Estados Unidos no tenga dólares para cubrir sus obligaciones?.

Ser el dueño de la moneda franca del mundo tiene una enorme ventaja: no se tiene que trabajar duro para pagar las deudas. México tiene que ser disciplinado y trabajador para exportar lo suficiente y atraer las suficientes inversiones para conseguir los dólares para pagar lo que compra fuera y pagar su deuda externa. Los Estados Unidos paga su deuda en y paga sus compras foráneas con la misma moneda que imprime. No tiene que esforzarse mucho por conseguir dólares, los produce.

Esa enorme ventaja ha sido dilapidada de manera irresponsable y dramática por el sector público y el privado estadounidense. Como son los dueños de la moneda franca, literalmente todo el mundo están dispuestos a prestarles. Esa credibilidad fue usada por los Estados Unidos para financiar una expansión desmesurado de su gasto corriente, para comprar dos, tres o más casas, para comprar autos cada vez más caros, en suma, para vivir de prestado comprando bienes suntuarios que hoy no le sirven para producir los ingresos con los cuales pagar la brutal deuda que han acumulado.

Un país, a diferencia de un individuo, no muere, y por lo tanto, puede acumular la deuda que quiera, no existe un límite pre-establecido. Puede endeudarse hasta que sus acreedores están dispuesto a financiarlo, hasta que los inversionistas perciban que ya es suficiente. Los modelos económicos para explicarse la deuda pública (conocido como “de generaciones traslapadas”), además de predecir lo anterior, predicen lo siguiente: si, un país puede endeudarse casi sin límite...pero en algún momento esa deuda tendrá que comenzar a pagarse.

Es ese momento el que ha llegado para los Estados Unidos. Para mi gusto había llegado desde hace unos diez años, pero es hasta ahora que incluso las imperdonables calificadoras están enviándole el mensaje: es hora de pagar. Los chinos, el principal acreedor extranjero de los Estados Unidos, y quien tiene mucho que perder si el dólar se deprecia o el valor de los bonos estadounidenses que atesora pierden valor, lo dijeron muy bien la mañana siguiente tras la degradación de AAA a AA+:

"The U.S. government has to come to terms with the painful fact that the good old days when it could just borrow its way out of messes of its own making are finally gone,"

La severa sentencia fue acuñada por la agencia de noticias china: Xinhua, y es tomada casi como una posición oficial del gobierno Chino: la potencia ascendente regañando a la potencia decadente por irresponsable, por no aceptar que los buenos días en que se podía vivir de prestado han llegado a su fin.

El cable de Xinhua es incluso más admonitorio:

"China, the largest creditor of the world's sole superpower, has every right now to demand the United States address its structural debt problems and ensure the safety of China's dollar assets,”.

"China, el mayor acreedor de la única potencia mundial, tiene todo el derecho a demandar a los Estados Unidos que atienda sus problemas de deuda estructural y asegurar la calidad de los activos en dólares de Chinal”

La frase no tiene desperdicio, y es una lección de historia y una profecía en una cápsula de dos renglones: primero, tras correr la cortesía de llamarlos “la única potencia mundial”, los chinos prosiguen a denostar y regañar a los gringos y a convenirlos a cumplir sus obligaciones y exigirles a garantizar la seguridad de los activos chinos.

La nota exige una supervisión internacional “sobre la cuestión del dólar”. ¡¡Supervisar a los Estados Unidos!!

"International supervision over the issue of U.S. dollars should be introduced and a new, stable and secured global reserve currency may also be an option to avert a catastrophe caused by any single country,”

Si los Estados Unidos fueran la potencia económica indiscutible: ¿alguien se atrevería a exigirles? A una potencia nadie le exige ni le demanda. A la potencia indiscutible nadie le espeta el incumplimiento de sus responsabilidades. Un emperador tiene la prerrogativa de hacer su imperial gana y no rendir cuentas a nadie. nadie le puede exigir cuentas.

O China es la nación más irrespetuosa e inconsciente del mundo y no dimensiona los efectos de su regaño a la gran potencia: o esa gran potencia ha comenzado ya a dejar de serlo.

viernes, 5 de agosto de 2011

El Regreso De La Recesión: ¿No Que No Tronabas, Pistolita de Agua?

Este 4 de agosto el Dow Jones se cayó más de 4%, su peor caída desde diciembre de 2008, y una masacre superior a los 500 puntos. En este humilde y desoído blog hemos clamado en el ciberdesierto tratando de explicar por qué la recuperación económica de los Estados Unidos (y del mundo), no puede ser duradera, y que esta fragilidad es la que se encuentra detrás de la extrema vulnerabilidad de los mercados, que producen jornadas tenebrosas como las de este jueves.



1.-Créanme, estamos en una trampa de liquidez

Esta singularidad sugerida por el mismo Keynes, y una y otra vez calificada como un caso teórico por los economistas neoclásicos, es simple y sencillamente lo que subyace a la imposibilidad de la economía gringa de erigirse de nuevo con celeridad.

La trampa de liquidez se presenta cuando las tasas de interés están nominalmente en cero (¿les suena familiar?). La consecuencia de este límite nominal es que los bancos e inversionistas no comprarán bonos, es decir, darán crédito (¿les suena familiar?), pues de hacerlo al subir ineluctablemente las tasas los bancos e inversionistas tendrán pérdidas de capital, pues el precio de los bonos y las tasas de interés se mueven en sentido inverso.

En trampa de liquidez entonces, la política monetaria es completamente ineficiente: por más dinero que se inyecte (¿les suena familiar, QE1, QE2 y QE3?), el modelo keynesiano dice que los bancos no van a reactivar el crédito (¿les suena familiar?), y se van a quedar con la liquidez en sus balances (¿les suena familiar?)

En una trampa de liquidez, si se inyecta el efectivo a través del mercado de dinero, este no llegará a los productores y consumidores vía crédito, sino que se quedará en los balances de los bancos. Yo no veo cómo es posible negar que las predicciones claras del modelo keynesiano se cumplen con precisión pasmosa. Por esa razón: ni QE1, ni QE2, ni QEn tendrá´n un efecto duradero en la economía. Tal y como los datos recientes y el pasmo de los mercados están demostrando de manera contundente.

2.-En este caso la política fiscal es la herramienta adecuada, pero el tarugo de Bush lo echó a perder


Si en trampa de liquidez la inyección de efectivo vía el mercado de dinero no llegará al crédito a consumidores y productores, entonces, el efectivo se debe de inyectar vía el mercado de bienes, es decir, no a través de los bancos, sino a través de prestarle al Gobierno para que este a su vez lo inyecte a los consumidores y productores.

En otras palabras, en trampa de liquidez el recurso que funciona no es la política monetaria, sino la fiscal: se tiene que reactivar la economía vía un incremento en el gasto y el déficit públicos. Esto es lo que recomienda y predice el modelo keynesiano. Pero hay un grandísima problema con esto.

El problema que el más estúpido e irresponsable de los presidentes estadounidenses de la época moderna provocó que cuando los Estados Unidos entraron en esta crisis, lo hicieron con el déficit y la deuda más elevados de la historia, elevando enormemente el costo de usar de manera masiva el déficit fiscal como herramienta de política.

En este solitario y casandriano espacio hemos insistido muchas veces: a esta crisis se entró con los dos brazos de la política pública: la política monetaria y la fiscal, inutilizados e inanes. Con ambos brazos tullidos.

Como hemos construido un fetiche alrededor de las agencias calificadoras, el anatema de conculcar la calificación crediticia tiene paralizados a Europa, los Estados Unidos y la gran mayoría de los países que se encuentran al borde de una recaída económica y por lo tanto, no se atreven a dar el paso que tarde que temprano tomarán: aumentar aún más los déficits fiscales para sacar a las economías de la perversa trampa de liquidez. Será una decisión extremadamente controversial y difícil, pero a menos que haya un shock positivo del lado de la oferta (una nueva revolución tecnológica, una nueva fuente de energía, un aumento milagroso de la productividad multifactorial), tendrá que llevarse a cabo.

3.-Si fuéramos racionales y no hubiera costos, ya habríamos botado al Euro por la borda

El Euro es una idea absurda. Es un arreglo monetario más dirigido a satisfacer el ego de los grandes políticos y crear la imagen de una Europa unida frente a los EEUU y las ascendentes potencias asiáticas. Es el estertor romántico de Europa como cuna de la civilización. Pero no es una buena idea económica-

Las 32 entidades que conforman a México tiene una sola moneda, pero también comparten una política fiscal federal y no existen restricciones ni legales ni lingüísticas para que los trabajadores se muevan entre una entidad y otra. Es decir, el IVA y el ISR es recaudado por la federación, y los trabajadores pueden moverse sin problema entre Tampico, Tamaulipas, y Culiacán Sinaloa.

El Euro es una moneda para 11 países con una política fiscal cada uno y en donde los españoles no pueden irse a trabajar a Alemania tan fácilmente, pues para empezar, el idioma es distinto-

El Euro es entonces una falda que para algunos países de Europa les queda como mini, y a otros como vestido hasta el tobillo. Para unos países el Euro está hecho a la medida, pero para otros es una loza que les impide crecer.

Pero al vivir los primeros años con el Euro, Irlanda, Grecia, España y Portugal se endeudaron hasta la coronilla tomando sin permiso el riesgo crediticio alemán. Los inversionistas razonaban: prestar en euros era como prestarle a Alemania, sin importar que a quienes prestaran era a los manirrotos griegos.

La deuda es tan grande en España, Grecia, Portugal, Italia e Irlanda, que salirse del Euro implicaría un disparo en el monto de la deuda que casi de manera automática conduciría a la moratoria. Si no fuera por eso, deberíamos de deshacernos del Euro mañana mismo. Pero no va a ocurrir, pues el costo es elevadísimo, pero el costo de no hacerlo es condenar a vastas zonas de Europa a un estancamiento secular, a períodos de rescate y de confrontación como los que hemos visto, y en general, a la cancelación de la posibilidad de que Europa se convierta en uno de los motores que el mundo necesita.

4.-Esperando el próximo shock tecnológico

Mientras no nos deshagamos de las premisas del Consenso de Washington: equilibrio fiscal (¿cual?)) y equilibrio monetario (¿cuál?), estaremos con los dos brazos de la política económica inutilizados.

Las cosas son aún peores cuando la suprema estupidez de los Republicanos los hace empujar, con una fe religiosa, a recortes fiscales justo cuando lo que se necesita una expansión del gasto para salir de esta cruel trampa deflacionista en la que nos encontramos.

Si los líderes de este mundo van a ser tan cortos de miras como para seguir cancelando las políticas monetarias y fiscales como hasta ahora se han hecho, nuestra única esperanza es sentarnos a esperar que, en medio de la recesión o el estancamiento, llegue por allí la siguiente oleada tecnológica, el siguiente shock, que cause en la productividad multifactorial lo que causó la computadora o el internet: saltos cuánticos que revivieron el crecimiento sin necesidad de mayor gasto deficitario ni manipulación monetaria.

El problema que por definición esos shocks son aleatorios, y pueden tardar en llegar. Llegarán cuando lleguen. Y mientras tanto, millones de personas en este mundo se debaten en el desempleo, y la desesperanza.

jueves, 4 de agosto de 2011

¿Que La Economía Se Va A Una Recesión? No Me Digan

Por el momento no voy a decir nada. No voy a decir se los dije.

Nomás déjenme ponerles este link de un post en este blog quer puse hace ya un ratito.

Pa que luego no digan.

Luego platicamos.