miércoles, 4 de marzo de 2009

Instrucciones Para Deshacerse De Un Secretario


A Luis Tellez lo pude saludar en un par de ocasiones, pero no lo conozco. Su trayectoria lo describe como un funcionario capaz, si bien no siempre con una reputación intacta. Pero el punto es el siguiente:

a) ¿Es Luis Tellez el único Secretario que ha vivido un affair?
b)¿Es Luis Tellez el único Secretario -o alto político- el cual habla mal en privado de sus compañeros de gabinete o del partido en el poder?
c)¿Es Luis Tellez el único Secretario que juega rudo contra otras dependencias de gobierno con tal de sacar adelante los proyectos de su Ministerio o personales?
d)¿Es Luis Tellez el único Secretario o ciudadano en hablar mal del gobierno y la política, y que dice en privado que Salinas se robó un montón de dinero?

Y la pregunta más importante

c)¿Es Luis Tellez el único Secretario del cual se tienen grabaciones que atestiguan a), b), c) y d)?

Creo que la respuesta a las anteriores preguntas es un rotundo no, lo cual implica que el desafortunado lance que derivó en la embarazosa renuncia de Luis Tellez a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, debe de leerse de otra manera.

Propongo la siguiente:

Incluso antes de dar a conocer las grabaciones, había muchos intereses que querían fuera a Tellez. Las indiscreciones de Tellez simplemente añadieron nombres a la lista de interesados en despacharlo del Gabinete.

Alguien, uno o varios, intereses poderosos de los sectores que la SCT abarca: infraestructura, telecomunicaciones, y la política partidista, o querían el puesto de Tellez, o afectar a Tellez mismo, por las razones que fuera, y decidieron usar las grabaciones que sólo pueden ser obtenidas -salvo la que originó el escándalo- mediante la intervención del aparato estatal mismo.

Quienes hayan apuntado y disparado políticamente sobre Tellez, tuvieron éxito en su propósito, y de paso (¿o era esa la verdadera intención?) han socavado la autoridad presidencial obligando a cambiar al responsable de la estrategia de infraestructura, justo en el momento en que ésta más se necesita.

Existe una estilo personal de gobernar, pero también un estilo partidista de hacerlo. Si esta feria de grabaciones, subterfugios, anónimos, filtraciones, y espionaje, es el estilo personal de gobernar de algunos en el gobierno, entonces de poco nos ha servido la democracia.

Repito, no tengo ningún motivo para defender a Luis Tellez, a quien no conozco, pero si tengo motivos para temer que luego de un sexenio de video escándalos, tengamos un sexenio de grabaciones escándalo, que la forma de hacer política sea, en vez del debate y el premio o el castigo al desempeño, la capacidad de usar al aparato de seguridad, inteligencia y espionaje para fines muy distintos de los que fueron concebidos.

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