sábado, 19 de noviembre de 2011

¿Podremos Sobrevivir A Humberto Moreira?

Nuestra prensa política se ha preguntado si el malhadado presidente del PRI, el impresentable Humberto Moreira podrá sobrevivir al llamado “Moreirazo”. Pero están equivocados. La gran y trágica pregunta no es si Humberto Moreira podrá sobrevivir, sino si México podrá sobrevivir a Humberto Moreira.

El Síndrome de Moreira es una enfermedad que a México le costó dramáticas devaluaciones en 1976, 1982 y la más dramática de todas, la de 1994. Esos tres capítulos en los que los gobierno del PRI destrozaron el patrimonio de millones de mexicanos, tuvieron su origen en las mismas causas que Humberto Moreira hace la indecible por negar: el ocultamiento de una deuda gigantesca, el engaño a millones de personas sobre la situación de las finanzas públicas, para terminar repartiendo el costo de esa opacidad financiera entre personas y empresarios que de pronto tuvieron que pagar un costo que ellos no habían causado.

Es muy frustrante ver cómo Humberto Moreira no ha sido llamado a cuentas por los habitantes que tuvieron la desgracia de ser gobernados por él. Es aún más frustrante ver cómo para el gran público mexicano el hecho de que el presidente del PRI, encargado de diseñar el plan de gobierno del candidato puntero en las encuestas y que podría ser el próximo presidente del país, no esté enterado ni haga mucho caso sobre el increíble atraco que Humberto Moreira realizó a las finanzas públicas y privadas de los coahuilenses, pues ha forzado al simulacro de gobierno que quedó después de él a subir impuestos y elevar el costo de los servicios a todos los ciudadanos de mi estado natal.

Pero si bien tristemente para el gran público el hecho de que el líder del PRI haya multiplicado descarada e impunemente la deuda pública de Coahuila no signifique algo material, para un segmento de la sociedad mexicana, la iniciativa privada y los hombres de negocios, este comportamiento está causando escozor pues les recuerda los peores rasgos de los infaustos gobiernos del PRI.

Los hombres de negocios de este país, quienes hacen números y llevan a cabo inversiones, quienes asumen los riesgos de comprar equipo y contratar trabajadores, están muy preocupados de ver cómo el presidente del partido que quiere volver a gobernar el país haya multiplicado la deuda de su Estado por diez durante su gobierno y haya condenado a sus habitantes a pagar más impuestos y abatido los ya de por sí estrechos márgenes de maniobras del gasto público, que debería de usarse para fomentar el crecimiento y el empleo y no a pagar deudas.

Que el presidente del PRI haya multiplicado por diez la deuda pública falsificando documentos, sin la autorización del congreso, y sin haber informado a nadie despierta entre la comunidad de negocios de México recuerdos de comportamientos similares por parte de los gobiernos del PRI en 1976, 1982 y 1994, cuando la opacidad respecto del nivel de reservas internacionales, el ocultar el déficit de intermediación financiera, y el esconder el calendario del vencimiento de créditos en divisas llevó al país a devaluaciones brutales que sumieron a la economía nacional en una espiral profunda y prolongada de estancamiento y desempleo.

Uno de los asesores económicos de Enrique Peña Nieto, Luis Videgaray, es uno de los mejores economistas del país, y creo que sabe que la señal que se está enviando a los mercados por parte del presidente del PRI es devastador y lúgubre. Revive los peores recuerdos de los gobiernos en que el PRI gobernaba sin transparencia financiera, sin importarle los equilibrios fiscales, los años en que el PRI sacrificaba cualquier equilibrio del sector público con tal de ganar las elecciones, tal y como lo hizo Humberto Moreira.

Se que priistas como Luis Videgaray no comparten lo hecho por Humberto Moreira, pero entonces ¿por qué lo dejan que sea el presidente del partido? ¿cómo evitar que el sector privado de este país no tema que el PRI manirroto de Echeverría, López Portilo y Salinas, que privilegiaron el ganar las elecciones sobre el equilibrio fiscal no es este PRI que intenta regresar a Los Pinos, si Humberto Moreira ha hecho con Coahuila algo mucho, pero muchísimo peor de lo que Luis Echeverría hizo con el país y su Hacienda?

¿Cómo podemos creerle al PRI que cuidará el tan dificilmente conseguido equilibrio fiscal de México si su máximo jerarca ha desecho las finanzas públicas del Estado que gobernó con el único fin de arrasar en las elecciones de Coahuila, y quizá en otros estados?

Si Coahuila hubiera tenido su propia moneda, Humberto Moreira habría tenido que devaluarla de manera brutal debido al mega endeudamiento en el que incurrió. Y de eso, los hombres de negocios de este país y los inversionistas extranjeros ya han tomado nota y se preguntan cuál es en realidad el rostro financiero del PRI, porque la cara que da su presidente, se parece mucho a la de Luis Echeverría.



2 comentarios:

Anónimo dijo...

Ojala que Luis Videgaray te conteste, pero la veo dificil.

El jefe de campaña de Peña Nieto no puede tener cara para hablar de endeudamiento; aunque hay que decir que el cinismo de los priistas tiende a infinito desde hace mucho.

El jefe de campaña de Peña Nieto no podrá evitar recordar que en el pasado reciente (en los sexenios de Montiel y el guapo Peña Nieto) han tenido que llevarse a cabo sendas restructuraciones de la deuda del pública del Estado de México porque al asunto estaba comenzando a explotar. 

¿A poco no se acuerdan?

¿Y quienes endeudaron a los mexiquenses?

Montiel y luego Peña Nieto, el mismo que fuera Secretario de Gobierno de Montiel y luego su delfín, y luego su protector que no quiso encontrar razones para investigar más y mejor la legendaria corrupción de su padre político.

Yo me pregunto:

¿qué quieren para México los que dicen que quieren votar por el PRI?

¿son masoquistas?

¿o esperan que la corrupción salpique y les deje algo? (por ejemplo una Secretaria de Estado para Videgaray)

¿por qué tantos mexicanos quieren regresar al reino de la corrupción?

¿se han puesto a pensar que puede pasar con la combinación de una delincuencia tan desarrollada y un gobierno corrupto del PRI?

Anónimo dijo...

Mi estimado escribano:

Si quieres ser justo con todos los que nos gusta y somos parte de la cultura popular, también tienes que hablar de ¡Chico Ché y la Crisis!