sábado, 3 de diciembre de 2011

Carta de Renuncia De Manuel Bartlett

Yo, Manuel Bartlett, en plenitud de mis facultades (y ante la ausencia de facultades de los de enfrente) por medio de la presente declaro:

--Que dejaré de pisar y comenzaré a honrar la memoria de Francisco Javier Ovando y Román Gil, quienes murieron asesinados mientras yo era Secretario de Gobernación, cuatro días antes de que el voto de los mexicanos hiriera de muerte al PRI

--Que me hincaré ante Luis del Arco y pediré perdón por ser el Secretario de Gobernación cuando su hijo Ernesto del Arco, junto con sus amigos Jose Luis García, Jorge Flores y Jesús Vargas fueron asesinados mientras repartían propaganda en la noche de México DF, defendiendo la democracia a la cual siempre me opuse.

--Que daré cuenta de los muertos y desaparecidos que en 1988 cayeron luchando por la democracia.

--Que acepto que como Secretario de Gobernación con Miguel de la Madrid, y después como Secretario de Educación hice todo lo posible para que la izquierda no avanzara en México

--Confieso que Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, apoyado por millones de mexicanos alegres, que soñaron con un país libre y democrático, que creyeron en sus líderes de izquierda, y abrevando en las mejores tradiciones de lucha e igualdad de los mexicanos ganó la elección el 2 de julio de 1988.

--Confieso que yo tiré el sistema el 2 de julio de 1988 para evitar que ese México ganara

--Confieso que cometí el mayor fraude electoral en la historia de México para hacer que el peor asesino, el peor economista y el más corrupto de los titulares del ejecutivo que tuvo el PRI, usurpara el poder.

--Que hice todo lo posible para que la democracia no llegara a México, que hice todo lo posible para que el PRI fuera eterno como la ambición de sus élites, que creí fervientemente que la democracia era un peligro para México y que estuve convencido que los mexicanos no estaban listos para la democracia y que debían de ser guiados por las élites del PRI por siempre.

Yo Manuel Bartlett por este medio renuncio a ser Manuel Bartlett, renuncio a ser todo lo que fui, a toda mi historia, porque solo así puedo aspirar a entrar en esa exclusivo grupo multitudinario de mujeres y hombres libres, sencillos, de izquierda, que han luchado por años por la democracia y la igualdad, y ante quienes con vergüenza y humildad solicito me consideren uno de los suyos.

1 comentario:

alberto.lg dijo...

Antes muerto que perder la vida. para algo así se requiere dignidad... como saber si la conoce.