domingo, 25 de diciembre de 2011

Domingos Rancheros: Amarga Navidad

La casualidad feliz del onomástico ha hecho que este año la navidad y Domingos Rancheros celebren la misma dulce fecha.

Y si la fecha es dulce, esta sección se pone amarga -

La mayor prueba de lo azotado que podía llegar a ser el poeta guanajuatense es cómo una efeméride tan festiva podía degenerar en latitudes como las que abren la rola: “Acaba de una vez, de un solo golpe/¿Por qué quieres matarme poco a poco?”.

Dicen que en Venezuela la canción es tan popular que es tradicional en estas fechas. Nosotros cuando nos reunimos en finales de año y nos tocan mariachis, abrimos siempre la ronda con ella.

¿Quien, de entre la interminable lista de intérpretes de esta tremendista canción de José Alpedo merecería compartirnos su versión en este onomástico? Hay miles, pero yo me quedo con una: Amalia Mendoza, la Tariácuri.



La versión de La Tariácuri es casi perfecta, porque a una letra tan azotada sólo le corresponde un estilo como el de la Mendoza, patética más allá del límite, tributaria del guiñol, y al borde de lo ridículo pero aún dentro del contorno de lo dramático.

La Tariácuri, a diferencia de otras grandes, no emocionaba, conmocionaba. La Mendoza no toca el corazón, lo arrastra por las piedras. La Tariácuri, a diferencia de Lucha Villa o Lola Beltrán, no conoce de matices ni claroscuros ni sintonías, es un desgarre permanente y sostenido.

Por eso su estilo se presta para esta rola que no tiene razón de ser, que es una muestra maestra de la habilidad de José Alfredo para exagerar la desgracia incluso en la más inusitada de las fechas.

Es de esta manera, Señoras y Señores, que la gustada sección de Domingos Rancheros les desea a sus amiguitos y amiguitas, una muy feliz navidad.

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