sábado, 5 de octubre de 2013

LO BUENO, LO MALO Y LO FEO DE LA DECISIÓN DE LA FED


Contra todo pronóstico, incluyendo el nuestro, la Reserva Federal de los Estados Unidos anunció este miércoles que no recortaría el monto de compras de bonos al sistema financiero estadounidense de la actual tasa de 85 mil millones de dólares, contraviniendo la expectativa generalizada de un recorte mensual de 10 mil millones de dólares.

Dicha decisión tuvo un impacto inmediato y convulsivo sobre los mercados globales, el mexicano incluido por supuesto, y en esta columna quisiéramos platicarles lo bueno, lo malo y lo feo de dicha decisión.

Lo bueno de la decisión de la Fed es que seguirá habiendo dinero barato en el mundo por un rato más, pues la compra de bonos por parte de la Fed significa que los bancos recibirán dinero a cambio de los bonos que le vendan a la Fed, y eso podría transformarse en créditos para la alicaída economía, o para inversiones en bonos de deuda de otros países, como por ejemplo los mexicanos.

Lo anterior significa que las tasas de interés seguirán extremadamente bajas, y las monedas de mercados emergentes como el peso, se fortalecerán tras varias semanas de pérdidas severas ante el temor de una reducción en la liquidez que al final de cuentas no ocurrió.

Lo bueno también es que la confirmación de la liquidez fue saludada por los mercados accionarios quienes impulsaron a los principales índices del mercado a acercarse a los máximos históricos pues la liquidez inyectada por la Fed busca también incentivar la toma de riesgos para que la economía despegue.

Lo malo de la decisión de la Fed es que dejó a los mercados mas perplejos de lo que de por sí ya estaban. Y la perplejidad, la incertidumbre, se pagan. Ya de suyo el tener una tasa en cero por ciento los últimos cinco años, las economías desarrolladas empantanadas, y un sistema bancario aún frágil es lo suficientemente complejo, como para que lo anterior se le añada una Fed cuya cabeza anticipa en mayo un recorte en la inyección de liquidez, y en septiembre desanda los pasos caminados.

Lo malo de la decisión de la Fed es que prolonga la incertidumbre respecto de cuándo concluirá este extraordinario período de política monetaria expansiva que después de haber cumplido con su objetivo de evitar que la economía global se despeñara al precipicio de una Gran Depresión, ha creado un nudo gordiano que nadie se anima a desatar.

A todo el mundo le queda claro que esta situación inusual de tasas de interés de corto plazos en cero no puede durar toda la vida, a menos que tengamos que pasar por un escenario como el de Japón, en donde ese ha sido el escenario prevaleciente los últimos veinte años. Pero aún así, las tasas de interés no pueden quedarse en cero por mucho tiempo más.

Lo malo de que la Fed siga manteniendo las tasas de interés de corto plazo aplastadas contra el piso es que la relación entre las tasas de corto y de largo plazos, conocida como la “curva de plazos”, no está proporcionando la información adecuada sobre la economía como suele hacerlo. Lo malo es que mientras la Fed regale el dinero, la “curva de plazos” no podrá advertirnos con anticipación cuándo viene la siguiente recesión y cuando viene el siguiente ciclo expansivo.

Lo feo es precisamente eso: que el panorama sigue feo, quizá más feo de lo que pensábamos. ¿Qué tan feo estará el diagnóstico de la Fed, que decidió seguir inyectando liquidez a pasto? Lo feo de la decisión de la Fed fueron los motivos inconfesos que la llevaron a tomarla.

El mercado laboral de los Estados Unidos, en donde la tasa de participación se encuentra en su peor nivel desde 1978, ¿se encuentra en tan mal estado que la Fed, temerosa de arruinar la leve mejoría económica, decidió no moderar el monto de sus compras de bonos? Los datos de inflación en los Estados Unidos, que se encuentran muy por debajo del techo objetivo de la Fed, ¿han despertado en el banco central estadounidense el temor de que pasen de un estado de baja inflación a una deflación franca?

Lo feo es los motivos que llevaron a la Fed a tomar la decisión de no reducir su vasta inyección de liquidez. Cinco años después de que comenzara a inyectar oleadas de liquidez para salvar a la economía, la Fed aún no está segura de que haya llegado el momento de revertir, aún no está segura de que la economíaa mas grande del mundo está lo suficientemente fuerte para caminar por su propio pie: y eso es lo feo.

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