sábado, 25 de septiembre de 2010

La Economía Enemiga

Aún se siente. Los efectos de la peor recesión económica que el mundo ha conocido desde la Gran Depresión de 1929, aún permanecen entre nosotros al menos en dos visibles indicadores: un desempleo extremadamente elevado; y la falta de crédito de los bancos hacia las empresas y las familias.

Peor aún, es muy probable que estos dos rasgos de la recesión económica que azotó al mundo en 2007-2009, permanezcan entre nosotros por varios meses más, e inclusive años, acompañados de un muy pobre crecimiento de los negocios y la economía.

La economía en años recientes entonces, parece haberse volteado contra sus creadores: las empresas y las familias, y las ha golpeado como si fuera su peor enemigo. Los hogares y los negocios sienten que la economía ha dejado de cooperar con ellos y se ha convertido en un rival, en un obstáculo, en un enemigo.



Antes de que España comenzara la conquista del nuevo continente, lo que marcó el fin del largo aletargamiento económico de Europa conocido como la Edad Media, los polos de riqueza del mundo se encontraban en dos grandes regiones: China y la India (y en una tercera, América, en México y Perú).

La conquista de América por parte de Europa dio a las potencias europeas el territorio, las materias primas, la mano de obra barata para poder alzarse gradualmente por encima de los dos grandes y más ricos imperios de la antigüedad: China y la India.

Hoy, el mundo se encuentra en proceso de regresar a de donde surgió hace 500 años: a un mundo en donde los asiáticos concentran la mayor cantidad de riqueza del planeta . Con una diferencia crucial: hace 500 años no existían eso que ahora llamamos los Estados Unidos.

Octavio Paz escribió un libro, ahora poco comentado, que nos sirve para entender lo que está pasando con la economía estos días. El libro se llama “Corriente Alterna”, y en sus primeras páginas discute el significado de la palabra revolución. Revolución, decía Paz, no es el romper con algo de manera radical, es volver al origen, en términos de mecánica, una revolución es una vuelta completa de un mecanismo (rpm). Lo que pasa actualmente en la economía del mundo es justamente una Revolución, tal y como lo entendía Octavio Paz, es una vuelta a de donde empezamos, pero con una precisión: volvemos a de donde empezamos, pero a otro nivel, como en un riso ascendente.

Hay un historiador francés, Fernand Braudel, que era en verdad, el mejor de los economistas. Braudel decía que la historia se desarrollaba en dos duraciones: la duración corta, y la larga. La corta era la que abarcaba la vida de un hombre o quizá de algunas generaciones; la duración larga es en donde se desarrollan la historia de las naciones, los imperios, e incluso más allá: la historia de las regiones: del mediterráneo, de América, de las inmensas estepas del Asia central, la historia humana y económica del Océano Pacífico.

La principal razón de fondo por la cual millones de personas en el mundo estamos percibiendo en estos años a la economía como nuestra enemiga es porque nuestra historia personal, nuestra duración corta, está coincidiendo con unos de esos momentos de la historia de algo más grande. Nuestra duración corta está ocurriendo justo en el momento en que una duración larga está por concretarse.

Nos está tocando vivir el momento en que el centro del poder económico del mundo está regresando a de donde surgió hace 500 años, y eso va a implicar dolorosos ajustes para aquellos negocios, familias e individuos que no estén listos para dicho ajuste, y enormes oportunidades para aquellos negocios y personas que sepan aprovechar la vasta oportunidad que se abre con ello.

La cuenta larga de la economía de las grandes regiones del mundo se mueve como las gigantescas placas tectónicas que se encuentran en sus subsuelo: se mueven a una velocidad nanométrica, de algunas micras por año. Estos continuos movimientos minúsculos no son imperceptibles, pero se van acumulando, hasta que luego de varios años la acumulación de desplazamientos pone a la placa tectónica al filo de un borde y entonces se produce un movimiento que sentimos de manera violenta, como un terremoto, cuyas consecuencias son dramáticas.

La convulsión económica que postró a los Estados Unidos, a México, a Europa y a vastas regiones del mundo en su peor crisis desde 1929 es un momento clave en esta historia de larga cuenta: la crisis de los Estados Unidos y su área de influencia se da al mismo tiempo que China y la India no solo lograron capotear los peores efectos de la misma, sino que se enfilan rápidamente a convertirse en las mayores economías del mundo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Es la primera vez que leo que alguien describe estas relaciones entre la actual crisis y la emergencia de nuevos imperios de una forma tan clara, ademas de poner el el contexto general los efectos de todos aquellos actores que estemos en su ruta de inflexion. Hace algunos años les explicaba a nuestros clientes que estabamos de nuevo en el renacimiento, con una nueva imprenta llamada internet y un nuevo mapa comercial construyendose poco a poco en el pacifico, continuando su migracion desde el mediterraneo en la antiguedad y el atlantico posteriormente. Lo significaria que los nuevos centros neuralgicos del mundo podrian estar en unos cien años en costas Mexicanas? Que piensas de esto...? Considero que esta etapa historica incluye fuerzas muy poderosas pero no tan claras como por ejemplo el hecho de la supermillonaria caja chica confiscada a Zhenli Ye Gon en Mexico y la revelacion de la magnitud de los intereses de China en la region, incluyendo la creacion de un Caos bajo el Cielo de sus adversarios, esto incluye a Mexico como una parte bajo ese cielo.....Crees este jugada posible en el gran juego que se juega en america latina ahora....???

Excelente post....

Saludos
ATarin