miércoles, 5 de noviembre de 2008

La Consecuencias Económicas de Juan Camilo Mouriño


Trabajemos la hipótesis de que el terrible suceso de ayer, en donde perdió la vida, entre otras personas, el Secretario de Gobernación, fue un accidente. En primer lugar porque no se cuenta con la información para una hipótesis alternativa, y en segundo, porque dicha hipótesis alternativa sería tan devastadora, que la perspectiva del país en el corto plazo sería más que lúgubre.

¿Cuáles serían las consecuencias económicas de la muerte del principal responsable político del gobierno de Felipe Calderón?

1.-Sobra decir que el vacío político que deja Juan Camilo Mouriño viene en el peor momento, cuando a una crisis financiera de magnitud histórica, que parece por el momento contenida, le sigue una inminente recesión económica que podría ser extremadamente complicada.

Si la recesión económica que viene, que ya está tocando la puerta, va a ser difícil, lo mejor habría sido tener el frente político bajo control. Si el impasse para nominar al sustituto de Mouriño se prolonga, o peor, si su sustituto no tiene la ascendencia suficiente entre la clase política y la confianza de Felipe Calderón como para hacer que la política navegue de manera ordenada en medio de la recesión y en vísperas de las elecciones legislativas del 2009, entonces al difícil componente económico del año que viene se le habría de agregar el componente político también.

2.-La crueldad de la vida a veces es sobrecogedora, pero en términos estrictamente políticos, el accidente de ayer le presenta a la presidencia la posibilidad de reconfigurar el gabinete político para hacer frente a las elecciones legislativas del 2009 en medio de una recesión, nombrando a un político y a un equipo político de más envergadura que el existente.

El presidente no se puede equivocar, el sustituto de Mouriño, quien adicionalmente será visto automáticamente como un presidenciable, tiene que ser alguien capaz de sentar a la mesa a todas las fuerzas políticas, y de tener un país en calma en medio de la tormenta económica.

Mal haría elegir, como lo ha hecho, a alguien de su entorno personal cercano, a quien se le dificulte incluso hablar con el PAN.

3.-Si existía aún una mínima posibilidad de que el gobernador del Banco de México, Guillermo Ortiz, permutara su actual puesto por otro en el BIS (Banco Internacional de Pagos), ésta ha quedado completamente eliminada. Es imposible e impensable permitir que mientras el comando político se encuentra acéfalo, el mando económico y financiero sufra cambio alguno, sería una irresponsabilidad histórica.

4.-¿Cambia la percepción de riesgo país tras la muerte de Mouriño? Probablemente si. Ojalá y que las pesquisas y su divulgación sean lo más transparentes posibles, para que así no quede ninguna duda entre los inversionistas internacionales sobre la solidez del Estado mexicano. Dado el contexto actual de la lucha contra el narcotráfico en el país, no es difícil suponer que muchos estrategas financieros asignen una probabilidad importante a la hipótesis alternativa al accidente de ayer. Si esa percepción no se elimina, o peor aún crece (por ello la divulgación de las pesquisas es crucial), la prima de riesgo que atribuirán los inversionistas para sus inversiones en México podría aumentar e incrementar así el costo de fondeo para empresas y entidades mexicanas.

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