lunes, 6 de julio de 2009

FUE LA ECONOMÍA, ESTÚPIDOS (Columa en www.elsemanario.com.mx)

1.Lo que la economía da, la economía lo quita: recordemos cómo comenzó esta historia. La última vez que el PRI tuvo la mayoría en la Cámara de los Diputados que ahora recupera, fue en 1997, antes de que la población le pasara la factura de la horrible crisis económica de 1994-1995. Una crisis económica, ésta, igual o peor que la de 1994-1995 produce el mismo efecto: le arrebata al partido en el poder la mayoría en la Cámara Baja y pavimenta el camino para que la oposición llegue a la presidencia en las próximas presidenciales.

Como economista que soy no puedo pensar de otra forma: la economía, en momentos como el que estamos viviendo, es el factor político más importante. El resultado de esta elección responde a la incapacidad del gobierno de amortiguar y resolver la crisis económica. Y esto es muy importante de comprender sobre todo porque los próximos años la economía no va a mejorar mucho.



La crisis que vino de afuera ya se metió hasta la cocina. Era encantadoramente iluso pensar que de tanto machacar con su “crisis que vino de afuera”, el PAN iba a evitar este gigantesco voto de castigo que los votantes le han propinado como consecuencia de la inacción incomprensible del gobierno para contrarrestar la debacle económica. Haya venido de afuera, de adentro, de arriba o de abajo, para los millones de desempleados en este país, el origen de la crisis le tiene sin cuidado, lo que los desempleados ven es simple: la crisis sigue aquí y el gobierno no ha podido contra ella.

Es impresionante cómo el PAN fue incapaz de aprender su propia elección. Quien le ganó a López Obrador en el 2006 fue esa campaña que decía que el candidato de la izquierda ponía en riesgo la estabilidad económica. El miedo a perder esa magra pero preciada estabilidad que le dio a muchos una casita o un departamentito propio fue lo que evitó que López Obrador (junto con sus propios errores) llegara a la presidencia.

Fue también esa ignorancia de que la economía es quien vota, lo que hundió al PAN. Quisieron llevar la campaña a la lucha al narcotráfico, quisieron llevarla a la agenda de seguridad, quisieron llevarla a la campaña de miedo. Pero como lo dijo de manera clásica James Carville: fue la economía, estúpidos.

2.- Las consecuencias económicas del PRI. Dicen que más vale malo conocido. Y el PRI no es un conocido, es alguien conocidísimo. Para quienes tenemos más de 40 años el PRI es tan conocido que tenemos mucho del PRI en nosotros mismos. Al PRI lo podemos conocer simplemente con mirarnos al espejo: ¿y qué vemos?

Las consecuencias económicas de la victoria del PRI son dos: una inmediata, pues el presupuesto federal y las leyes que regularán la economía serán aprobadas por una mayoría absoluta PRI-Verdes que va a significar que la Presidencia propone, pero el PRI dispone.

Vamos a ver por ejemplo, qué pasa con el asunto Banamex, en donde ya sabemos que la bancada prisita apoya una solución que obligue al cuasi-estatal Citigroup a desprenderse de su filial mexicana.

(Una recomendación de portafolio resultante de esta elección: compren acciones de Banorte, dicen que el dueño de Banorte, Roberto González, uno de los factotum en esta victoria del PRI, es la mano detrás del cabildeo para desde el Congreso, obligar a la venta de Banamex)

El PRI está hecho para mandar y ejecutar. Incluso cuando fue tercera fuerza en el período 2003-2006, el PRI no dejó nunca de ser un factor de poder considerable. Ahora, con mayoría absoluta en la Cámara Baja, no nos engañemos. Este es el fin del sexenio de Felipe Calderón. No nos engañemos, quien va a comenzar a gobernar en este país, máxime cuando la situación económica no va a mejorar en los próximos tres años y el desempleo seguirá alto y perturbador, es el PRI.

Más vale que el PAN lo acepte, este fue, en el mejor de los casos, un sexenio de tres años. Es estéril llamar a acuerdos, los acuerdos serán los que el PRI ponga en la mesa (que coincidirán muchas veces con los de la presidencia). Pero no se engañen: los aciertos van a ser acreditados al PRI, y los fracasos al PAN y el presidente.

La implicación mediata es sencilla: en tres años más es probable que el PRI se reinstale en Los Pinos, y eso incluye la Secretaría de Hacienda y la política económica, lo cual, con sus luces y sombras, ya sabemos lo que eso significa.

3. ¿Y la Maestra, apá?: Como hijo de una familia de maestros de escuelas públicas conozco muy bien al SNTE, el resorte político de esa actora tan peculiar de la política mexicana que es Elba Esther Gordillo.

Dentro de la inevitable lista de ganadores y perdedores que hemos visto esta mañana y que seguiremos viendo en los medios hay una ausencia: la Maestra Gordillo.

Seguro, su partido, Nueva Alianza tuvo alrededor del 4% de la votación nacional, pero los grandes enemigos de la maestra, contra quien en estos seis últimos años ha incrementado el tono de su querella, son los grandes ganadores de esta elección.

La Maestra Gordillo se ha peleado con Manlio Fabio Beltrones, con Gamboa Patrón con el PRI de Nuevo León, con el PRI de todas partes. La maestra quemó sus naves al romper con el PRI, y al menos para los próximos tres años, la maestra va a navegar en aguas enemigas. (El Semanario Agencia, ESA)

1 comentario:

Manuel A. Bautista González dijo...

Estupenda columna. Los votantes le pasaron la factura al partido incumbente. Me parece aún mejor que rescate el saldo para "la maestra". Con el PRI como interlocutor de excepción, Calderón tendrá que descontar el costo de seguir negociando con Elba Esther.